Ayer jueves 25 de junio de 2015, Ximo Puig Ferrer, candidato por el
PSPV-PSOE a la Generalitat Valenciana,
fue investido presidente autonómico a través de un acto en el que lo mejor fue
la alegría por el cambio que se respiraba en las Corts Valencianes tras veinte años de oscurantismo, amiguísimo y
corrupción, y lo peor, a criterio de quien relata esta crónica, la
carpetovetónica y agorera intervención de la candidata de Ciudadanos, Carolina Punset, quien, tremendistamente,
advirtió del peligro que se avecina a los valencianos con el nuevo gobierno
tripartito (en realidad bipartito) asociado a un Bloc «independentista y partidario de los Países Catalanes».
Resultó de un nostálgico tragicómico
que Carolina Punset se envalentonara al resucitar el anticatalanismo obsoleto
que proliferó en la Valencia de los años ochenta y atacara disparando entre las
cejas a la lengua autóctona. Según
la líder de Ciudadanos, «nadie duda de que el valenciano es
un bien cultural y ha de protegerse y aprenderse, pero si se convierte en
lenguaje único frena el desarrollo personal, profesional y colectivo [de tal manera que conforme aumente
la inmersión lingüística y el uso del valenciano] retrocederemos a la aldea [ya
que] puede ser muy emotivo abandonar las lenguas universales
para proteger una minoritaria, pero es poco útil para encontrar empleo».
Hasta los diputados del PP hacían gestos de estupefacción al
comprobar como Carolina Punset enarbolaba la defensa de unas añejas esencias
tradicionalmente custodiadas por la derecha y conforme la señora Punset
progresaba en su discurso, más que justificar su ‘no’ a la investidura de Ximo
Puig parecía desembuchar un panfleto anticatalanista.
Volviendo declaración de intenciones del flamante Ximo Puig,
destacó su contundencia al afirmar que su gobierno sería «beligerante
contra la corrupción» (sonrojo y miradas al suelo en la bancada popular) y también cuando propuso un Pacto por la Viabilidad de la Generalitat
para exigir al gobierno central el pago de la deuda histórica que aun tiene
pendiente con la Comunitat Valenciana.
Puig anunció que se «emprenderán acciones legales» ante el gobierno en España
antes de que acabe el año –gobierne quien gobierne– porque la Comunitat «está exhausta de ofrendar
nuevas glorias a España», declaración a la que la españolista Carolina Punset
respondió diciendo que «de decir que se está exhausto de ofrendar nuevas
glorias a España, al 'España nos roba' hay sólo un paso».
Como siempre, será el tiempo quien
ponga las cosas en su sitio, y nos informe de que proyectos se quedan en
intenciones y que objetivos alcanzados convierten en realidad las promesas
electorales que hoy ilusionan a una comunidad harta de engaños, prepotencia,
corrupción y de amiguismos del alma. De momento, el PP ya no gobierna en la Comunitat Valenciana y Ciudadanos ha
dejado bien claro quien es y donde se ubica.
Alberto Soler Montagud
Médico y escritor
Médico y escritor