lunes, 27 de junio de 2011

UN HOMBRE TOCADO POR LA MALA SUERTE


ROY ORBISON

(1936 - 1988)

Si ha habido un hombre tocado por la mala suerte en la historia del rock, ese sin duda ha sido Roy Orbison, un cantante y compositor dotado de una espléndida voz que, de haber tenido un físico mas agraciado probablemente lo hubiera escogido la mítica discográfica Sun Records para un gran lanzamiento que finalmente recayó en un tal Elvis Aaron Presley.

El talento de Roy Orbison se vio oscurecido por una serie de tristes y sucesivas circunstancias (muerte de su esposa Claudette en un accidente de carretera, fallecimiento de sus hijos de 13 y 8 años en el incendio de su casa de Tennessee, dificultades de su visión que le impedían soportan la luz de los focos en los escenarios, etc.) que interrumpieron su carrera intermitentemente durante amplios períodos de tiempo.

Procedente de una familia humilde, Roy Orbison grabó por primera vez en solitario (antes formó varios grupos) lo que sería su primer éxito Ooby Dooby (1955). Luego pasó los siguientes años componiendo con escasa repercusión hasta que en 1960 grabó Only The Lonely y comenzó a disfrutar de una serie de éxitos en cadena durante los siguientes cinco años: Cryin, It's Over, Oh, Pretty Woman

A continuación siguió un largo parón en su carrera debido a sus mencionadas circunstancias personales, y solo llegó a grabar un álbum durante la primera mitad de los setenta hasta que en 1976 volvió a grabar y mas tarde, al siguiente año, conseguir un éxito en las listas Country con un dúo interpretado con Emmylou Harris.

En 1985, la suerte llamó a la puerta de Orbison cuando una de sus viejas canciones, Oh, Pretty Woman, apareció en la película del mismo título y descubrió al cantante para las nuevas generaciones, una circunstancia que le incitó a regrabar sus viejos éxitos en un estupendo LP titulado In Dreams (1986).

Poco después sucedería algo muy importante para Orbison cuando fue llamado por Bob Dylan, Tom Petty, George Harrison y Jeff Lynne para formar “The Travelling Wilburys”, un super quinteto que alcanzó un éxito rápido y devolvió el optimismo y la ilusión a Roy Orbison así como unas cotas de popularidad que ni siquiera soñaba conseguir de nuevo.

Sin embargo, la mala suerte volvió a cebarse con Roy Orbison cuando en todo el esplendor y reconocimiento que le acompañó en su breve etapa con los Travellings (solo llegó a grabar un disco con ellos, y de hecho el grupo se disolvió tras grabar uno más) fueron mas que efímeros al sobrevenir su repentino fallecimiento en 1988.

miércoles, 15 de junio de 2011

DE PRONTO ME SIENTO TAMBIÉN INDIGNADO




Aunque siempre se haya dicho que en política se tiende a crear extraños compañeros de cama, el pacto de Asturias que aparece en el titular de esta crónica se me antoja como el paradigma de un desengaño con tintes de estafa en la que una panda de aprovechados se dedican a vender al mejor postor la confianza que alguien les otorgó a golpe de ilusiones plasmadas en un voto.

Dejo constancia que en éste articulo ejerceré mi derecho de renuncia a analizar el enfrentamiento a cara de perro entre Álvarez Cascos y el PP asturiano. Igualmente, me aguantaré las ganas de escudriñar los íntimos argumentos y las profundas convicciones ideológicas de la izquierda socialista obrera asturiana que de pronto quiere demostrar, junto con los populares, que ambos partidos son capaces de "pactar" cuando lo que está en juego es algo, para ellos, mucho mas importante que la crisis que azota a millones de familias españolas: el poder.


Por respeto a la coyuntura que nos toca malvivir y a la tensa situación que hoy cuestiona a nuestra clase política, me importa bien poco el motivo por el que populares y socialistas asturianos estén comportándose como si fueran dos hermanos pródigos que hubieran bebido de las mismas ubres ideológicas. Soy consciente de que tal vez nos hallemos ante un momento histórico y que, probablemente, el hermanamiento del puño y de la rosa con la gaviota asturiana sea una acertada estrategia política, sin embargo no me siento con fuerzas mas que para informar al lector de cómo me saca de mis casillas el choriceo ideológico que presiento ante la estafa de que la dos formaciones políticas mayoritarias de este bendito país dejen de pronto de jugar a la guerra y comportarse como fueran niños en un patio del colegio donde la culpa de todo la tiene Zapatero, y tú mas.

Que gran paradoja que, mientras en el parlamento, se muestren incapaces de consensuar en buscar soluciones a la crisis que atravesamos, les sea tan fácil ponerse de acuerdo en algo tan trivial como es conservar el poder.


Me dan ganas de coger esa tienda de campaña que ni siquiera poseo y hacer eso que nunca he hecho como es pasar unas cuantas noches durmiendo al raso con una loneta como techo sobre el cual presienta un cielo estrellado que me transmita la ilusión y la esperanza que ahora no vislumbro simple y llanamente porque también yo me siento indignado.



Alberto Soler Montagud


jueves, 9 de junio de 2011

EL TRASTORNO BIPOLAR DE ROBERT SCHUMANN

El 8 de junio de 1810 nacía en Zwickau (Alemania) Robert Schumann, uno de los músicos más célebres del romanticismo en cuya obra , como en su vida, quedó reflejado el espíritu romántico que combina el dramatismo y alegría a través de unas obras donde ambos sentimientos se alternan cíclica y desconcertantemente (como ocurre en los trastornos bipolares) y tanto la complejidad dramática como la mas sencilla alegría se manifiestan a través de ciclos vinculados a un intenso y manifiesto lirismo.

LA ENFERMEDAD MENTAL DE SCHUMAN

Tras varios intentos de suicidio. Schuman murió finalmente en un manicomio apenas acababa de cumplir los cuarenta y seis años. Como con tantos otros genios sucedió a lo largo de la historia, Robert Schumann sufría algo que en su época eran considerados ataques de locura y que hasta no hace mucho hemos llamado psicosis maniaco-depresiva, una enfermedad que hoy conocemos con el nombre de trastorno bipolar.

La inmensa mayoría de las obras de Schumann fueron compuestas durante sus fases maniacas y es curioso comprobar como al trasladar a un gráfico su producción musical así como la evolución de su enfermedad (conocida tanto por sus cartas personales como por las fechas de sus ingresos manicomiales) no encontramos con dos trazados superponibles tal y como puede apreciarse en la gráfica en la que el número de ingresos y la densidad de su producción coinciden significativamente.

PROBABLEMENTE, EN LA ACTUALIDAD, SCHUMAN HABRÍA LLEVADO UNA VIDA CASI NORMAL

Si Robert Schumann hubiera vivido en nuestros días, con la variedad y la eficacia de los fármacos que disponemos en la psiquiatría moderna, es muy probable que la calidad de vida del compositor se hubiera acercado mas a la de una persona normal que no a los límites de la locura que tantas veces rebasó por la mala evolución de un proceso que estigmatizó su existencia.

UNA AUDICIÓN Y UN PAR DE PELÍCULAS A MODO DE HOMENAJE

Como homenaje a Schumann recomiendo al lector que escuche cualquiera de sus sinfonías. O tal vez todas, pues tan solo son cuatro y apenas si dura media hora cada una de ellas.

Personalmente, mientras escribo esta reseña estoy escuchando la Primera Sinfonía(“Primavera”) en una curiosa versión interpretada por la Leipzig Gewandhaus Orchestra dirtigida por Riccardo Chailly, y si digo curiosa es porque la partitura de esta grabación se corresponde con la re-orquestación que en su momento hizo Gustav Mahler de la integral sinfónica de Schumann . Como podrá comprobar el lector, mimahlermanía parece inevitable y a veces hasta innecesesaria unque puedo asegurar que ha sido totalmente casual y aleatorio que escogiera precisamente esta integral de Schuman y no otra.

Igualmente recomiendo dos peliculas biograficas dedicadas con mayor o menor acierto (en general ambas son mas que aceptables) a la vida de Robert Schumann: SINFONIA DE PRIMAVERA (Peter Schamoni) y PASIÓN INMORTAL (Clarence Brown).

Alberto Soler Montagud