miércoles, 26 de junio de 2013

A veces pienso que... "CONTRA FRANCO VIVÍAMOS MEJOR"









Me llama la atención que, pese a estar todos tan hartos, la ciudadanía no llega a canalizar adecuadamente su malestar con protestas que lleguen a ser efectivas. Desde las charlas de barra de bar a las manifestaciones ciudadanas pasando por todo tipo de plataformas de intercambio de opiniones, se censura la corrupción de la clase política, la estafa llamada crisis, los recortes que masacran el estado de bienestar, la ineficacia del gobierno, la apatía e impotencia de la oposición. Hasta se ha perdido el respeto a la otrora intocable monarquía y se pita y abuchea a sus miembros en los actos públicos a los que, serios y circunspectos, asisten.




Es necesaria una nueva clase política

Sin embargo, resulta llamativo que además de las quejas ciudadanas (estériles de momento) y las puestas en escena de los creadores de opinión que pululan en las tertulias radiofónicas y televisivas, la clase política (en la que casi nadie confía) parezca hacer caso omiso y se mantenga en sus trece cuanto mas imperiosa es la necesidad de que gente nueva, preparada y decente ocupe los cargos donde bregan dos castas de políticos, los que han hecho de la cosa pública un modus vivendi y los que se adhieren en perpetuidad al poder convirtiendo la política en una oligárquica gerontocracia.

Dejaré claro de antemano que mi interés al escribir este artículo es denunciar la necesidad de que surjan líderes políticos que aporten savia nueva, esperanza y credibilidad. Y también, que sus propios partidos no les pongan trabas para que abandonen ese segundo plano donde los mantienen relegados.


Bárcenas es el “puto amo”

Vaya por delante, como primera premisa, que no aguanto ni en pintura a Mariano Rajoy, un inepto, pusilánime y titubeante personaje que dice gobernar cuando en realidad, sólo se mantendrá en la presidencia mientras Luis Bárcenas calle lo mucho que sabe.

Porque, seamos claros, el señor Bárcenas es una bomba de relojería y resulta indigno que un tipo de su calaña entre y salga de su domicilio con la impunidad y prepotencia mafiosa con que cada día lo vemos en los informativos, sereno, arrogante, pagado de si mismo y, sobre todo, sin miedo a nada ni a nadie.

Pero lo más indecente es que en sus manos esté la estabilidad socio-político-económica del país donde pagamos nuestros impuestos y cuyo futuro inmediato depende de lo que este tipo sabe y con escarnio mantiene a buen recaudo.


El rodillo del PP, como Dios, es omnipotente.

Siguiendo con las premisas, manifiesto también mi repulsa porque, al amparo de una mayoría absoluta, el gobierno popular esté acabando con el estado de bienestar de un país en el que, paradójicamente, en 2012, mientras la pobreza se disparaba. el número de millonarios aumentó en un 5,4%, entendiendo como tal a aquellas personas cuyos activos financieros son de al menos un millón de dólares (equivalentes a 0,74 millones de euros).

También en el ámbito ideológico, sanciono el empecinamiento de los populares en retroceder, en algunos aspectos, a las esencias del nacionalcatolicismo mas rancio y aspirar a que un país aconfesional y con vocación laica como hemos llegado a ser, se convierta en un refugio de meapilas nostálgicos de una patria donde la moral que impone  el clero se pasee de nuevo bajo palio sonrosado de una luz crepuscular por las calles y plazas de todaslas ciudades y pueblos de la piel de toro.


La presidenta del PP vasco lee la cartilla a su partido

En este contexto de podredumbre institucional, aplaudo que la militante del PP, Arantza Quiroga, la nueva presidenta del Partido Popular del País Vasco, en su primer acto público en Madrid, y en presencia de un lelo Mariano Rajoy, cargara contra quienes, en la etapa de Aznar, “estaban en política para otra cosa" mientras en Euskadi, los militantes populares asistían a los plenos con el miedo metido en el cuerpo y con "las piernas temblando" por culpa del terrorismo.

También aplaudo que la nueva presidenta de los populares vascos considerara "vomitiva" la corrupción y todo aquello relacionado con el caso Bárcenas y dijera que "los militantes del PP están asqueados".

Desde mi posicionamiento de izquierdas, suscribo las palabras de Arantza Quiroga y manifiesto mi deseo de que se atrevan a dar cara los disidentes que forman parte de la derecha decente (hay muchísimos políticos decentes en el PP) y que, como Arantza, sean críticos y digan lo que piensan y hasta ahora han callado, quien sabe si  por disciplina o tal vez por miedo y coacciones.


Los políticos que el país necesita

Pero no sólo es en la derecha donde hacen falta líderes de nueva hechura. Todo el espectro político, tanto en el gobierno como en cualquiera de los partidos de la oposición, necesita una renovación llevada a cabo por hombres y mujeres limpios de sospecha, maleables a los nuevos tiempos y a las nuevas necesidades, que antepongan siempre el interés colectivo al individual y que no estén apolillados por el paso del tiempo.

Necesitamos que emerjan políticos que digan lo mismo que todos pensamos y que piensen del mismo modo en que los ciudadanos expresamos lo que sentimos.

Necesitamos políticos que hablen como habla el pueblo, sin esgrimir absurdos eufemismos como armas arrojadizas y al mismo tiempo como argumentos de fulera defensa con que justificar sus felonías.

Necesitamos líderes a quienes les duela justo allí donde se infligen las heridas a los sectores más desfavorecidos de la sociedad (ancianos, dependientes, enfermos, parados...) y las sientan como propias porque sean empáticos y estén en contacto con la realidad.

Necesitamos representantes políticos a quienes ningún grupo de necios (empresarios, banca, poder religioso…) moldee con una pasta especial para hacerlos distintos al resto de los mortales, una pasta que siempre se acaba descomponiendo y que no les confiere el rango de una casta superior como creen tener quienes sólo son unos egocentristas fatuos y engreídos.


Conclusiones

Como conclusión a las premisas expuestas, concluyo que los principales responsables de la situación de degradación de nuestro panorama político son quienes, con su abstención (llegado el momento de votar) perpetúan el bipartidismo que propicia una ley electoral a tal efecto diseñada, y permiten la paradoja de que la suma de quienes se abstienen, más los votos en blanco y los nulos, den como resultado la misma cantidad de votos que han conferido al PP su mayoría absoluta.

Consideremos que seguirán habiendo políticos moldeados con esa pasta tan proclive a la putrefacción, mientras la ciudadanía lo consienta, se les permita seguir en sus escaño y se les vote incluso siendo presuntos delincuentes y/o estando imputados por delitos que se oponen a la ética que debería definir a un servidor público.



Colofón

A veces tengo la sensación de encontrarme en una nueva dictadura disfrazada de democracia parlamentaria, y me planteo si tal vez contra Franco vivíamos mejor como comentaba con sarcasmo mi buen amigo y periodista Rafael Prats. Y puede que ese viejo zorro del periodismo, que tanto ha conocido y tanto le queda por contar, llevara buena parte de razón habida cuenta de que en la dictadura luchábamos con ilusión por conseguir unos derechos que finalmente obtuvimos, mientras que ahora, en plena democracia, con desesperanza, nos toca de nuevo luchar para que esos derechos no se nos arrebaten. Maldita paradoja la que nos ha traído el supuesto progreso que ha permitido que este año haya España un 5,4% más de millonarios que el anterior.


Alberto Soler Montagud

jueves, 20 de junio de 2013

El 14-Z, un DNI con ínfulas de casta y propensión al misterio







El misterio que envuelve a un singular documento nacional de identidad conocido en los mentideros como el ‘14 Z’, así como las confusiones, erratas, yerros o quien sabe si mentiras cuyo uso ha propiciado, es un tema que se les está yendo de las manos, tanto al ministerio de Hacienda como al Gobierno de la nación. Como muestra un botón, pues no hay mas que ver como el chulesco Montoro titubeaba hace dos días al justificar unos errores que provocaban hilaridad por su falta de credibilidad y, lo que es peor, la posibilidad de que en verdad nada supiera el ministro de Hacienda de un tema del que nadie le haya informado todavía.


Conforme el affaire 14-Z  va adquiriendo una envergadura propia de los asuntos calificados como “materia reservada", se impone la necesidad de una comparecencia de Mariano Rajoy en mangas de camisa, con cara de estar fatigado aunque muy seguro de lo que hace; en una sala con muchos monitores donde enloquecidos técnicos trabajen día y noche tecleando y manejando ratones como en los prologómenos de un lanzamiento espacial. Tal vez no estaría de mas que un meditabundo Iker Jiménez apareciera fugazmente, como quien no quiere, divagando por la sala de control mientras una voz en off informa que el presidente le ha requerido como asesor personal.


Lo tangible y lo intangible

Vayamos a los hechos que son tangibles, o al menos lo están siendo hasta el momento presente. 
El ministro Montoro ha hablado de errores, pero no ha aclarado nada al respecto.
¿Cuales son esos errores? 
¿Tal vez la concomitancia de que varios registradores de la propiedad, sin conocerse entre si, hayan diligenciado de un modo simultáneo unas ventas de inmuebles, todas falsas por haber sido cursadas utilizando el DNI de la infanta Cristina? 
¿Cómo explicar un fallo colectivo tanto o más improbable como que Belén Esteban reciba el premio Nobel de cultura, entre otras cosas porque es un premio que no existe?  



Pero más allá de lo tangible, surge una pregunta crucial, misteriosa y hasta peligrosa: ¿Y si no hubiera ningún error sino sólo un desliz al quedar al descubierto ciertas estrategias y tratamientos especiales para con una familia que, por ahora, conviene siga siendo intocable?


Consecuencias del  'affaire 14-Z'

Sea como fuere, surgen dos graves consecuencias a partir de este affaire 14-Z: la primera es que las tragaderas de los ciudadanos empiezan a atascarse en medio de una situación de recortes y de unos impuestos insoportables; y la segunda, que Hacienda pierde credibilidad y fiabilidad conforme se percibe que –como la justicia– puede que no sea igual para todos.
Porque, si se medita reflexiva y razonadamente, es fácil llegar a dos conclusiones, a saber cual más peligrosa: o bien la Agencia Tributaria manipula a su antojo los datos, con intrascendente futilidad y con una inoperancia contraria a su ostentación de rigor, o bien, en el affaire 14-Z se ha actuado por inconfensables y perversos motivos que, por un descuido –o quien sabe si por sabotaje– han trascendido a la opinión pública.


La bola de nieve

Y claro, tal y como está el patio, la propensión al chismorreo, que es inherente a nuestra idiosincrasia, ha desatado una sarta de bulos que se convierten en bolas; pero no bolas de trola o de mentira sino de bola de nieve que avanza hacia abajo por la ladera de los despropósitos y que crece con el cúmulo de las especulaciones que en su acometida promueve.


Colofón

Hoy por hoy, pensar todavía es gratis, y especular aun no es pecado, ni tampoco delito, siempre y cuando se haga al amparo de la fantasía, el sarcasmo y con una buena dosis de vocablos tipo presunto, hipotético o supuesto precediendo a cada elucubración de quienes están hasta los mismísimos de todo en medio de un circo pestilente donde, no lo olvidemos, por haber, hubo hasta elefantes por mucho perdón que por ellos se pidiera a posteriori.


Punto y final

Antes del preceptivo punto y final, citaré unas declaraciones del portavoz del sindicato de los Técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, quien en unas declaraciones a Europa Press, ha manifestado que que aunque siempre se puedan cometer errores, trece errores, con notarios y con registradores distintos implicados es muy extraño e inaudito: "Errores siempre se pueden cometer, pero trece veces es muy fuerte y que trece notarios distintos se confundan con un DNI y, además, con el mismo DNI, es muy extraño", dijo textualmente el portavoz en cuestión.  



Alberto Soler Montagud


viernes, 14 de junio de 2013

¿Seguir votando al PP es masoquismo, insensatez, resignación o sólo un suicidio?








Al margen de una crisis mal gestionada que los populares aun achacan a la herencia recibida, la situación se ha vuelto insostenible por una falta de ética y de valores donde cimentar la esperanzas de un futuro en democracia y con un estado de bienestar accesible para todos.

El último capítulo del tinglado de la antigua farsa que actualmente padecemos, es mas bien un sainete que empezó con unas "fotocopias de las fotocopias de unas fotocopias" publicadas por El País a finales de enero del año en curso y en las que, manuscritas, aparecían las presuntas y envenenadas contabilidades del PP que en su día anotara Luis Bárcenas, y cuya investigación puso al descubierto un reparto de sobres y de sobresueldos que afectarían a casi todos políticos de la cúpula del partido. 
Del mismo modo, un grupo de empresarios benefactores, podrían verse afectados por el contenido de los famosos papeles; los primeros –los políticos– por percibir  presuntas y regulares entregas de dinero en efectivo y los segundos –los mecenas– por sus donativos al PP a través de un complejo entramado que pondría en tela de juicio la legalidad de la financiación del partido.

Esto explica que el insustancial Mariano Rajoy lleve meses desayunando con el miedo metido en el cuerpo y sin atreverse a leer los periódicos (cada día hay una mala nueva) en medio de un caos donde nadie reconoce culpa alguna y todo se explica (crisis, corruptelas, escándalos…) con un argot de eufemismos que hacen del arameo una lengua fácil de entender para el más lerdo y en el aprendizaje de idiomas.



A modo de resumen

Como es tanto lo que ha ocurrido en menos de medio año, será bueno que refresquemos la memoria recordando que el rocambolesco embrollo que ahora azota al PP comenzó el último día de enero de 2013, cuando Génova tembló con la publicación de los papeles de Bárcenas, según los cuales los dirigentes del PP (entre ellos Cospedal y Rajoy) habrían percibido sobresueldos


Aznar también recibe

El País golpeó de nuevo y le atribuyó a Aznar "supuestas conductas y decisiones ilegales en la gestión económica del PP", a lo que el expresidente reaccionó contraatacando y, quien sabe si temiendo lo que podría publicarse en relación a la principesca y premonitoriamente gürteliana boda de su hija. Como respuesta, Aznar demandó a El País al sentirse vulnerado en su derecho al honor.


Cospedal y Soraya defienden a Rajoy

Pasaban los días y Cospedal insistía en que el presidente del Gobierno (mudo hasta entonces) estaba “muy tranquilo" ante el llamado 'caso Bárcenas' y trabaja "para sacar España hacia adelante".

También Soraya Sáenz de Santamaría, defendió (estamos aun en febrero) la "conducta ejemplar" de Rajoy al asegurar que "siempre ha dado ejemplo" a sus subordinados.


Rajoy habla al fin

Rajoy se decidió a hablar ante el Comité Nacional de su partido y dijo que perdía dinero por estar en la política, pues como registrador de la propiedad se estaría forrando. También calificó de falacia los sobresueldos y habló  de 'manos negras' interesadas en destruir al Gobierno. "Nunca he recibido ni he repartido dinero negro; es falso" dijo Rajoy entonces.


Bárcenas, el innombrable

Nadie en el Comité Ejecutivo se atrevía a pronunciar el nombre de Luis Bárcenas, aunque todos hablaban de querellarse contra “los que hacen daño y se ríen del partido". 

Mas que prudencia, lo que se palpaba en el ambiente popular era miedo al extesorero de quien, de pronto, se supo que aun disponía de un despacho en Génova 13, pese a estar imputado en el caso Gürtel.

Igualmente se conoció que Jesús Sepúlveda, imputado también en la misma trama (el mismo señor que cuando llevaba un Jaguar a casa, su mujer no se enteraba) seguía trabajando para el Partido Popular, y cobrando.


Finiquito simulado

Cospedal, enérgica y muy en su sitio, se atusó la peineta y negó con rotundidad que hubiera contabilidades en B en su partido. Ridiculizó  las "fotocopias de fotocopias de unos papeles apócrifos" y, finalmente, fue ella misma quien se puso en ridículo al hacer una parodia de Groucho Marx y  de Cantinflas hibridados con Mariano Ozores cuando explicó en que consistía la  'indemnizacion en diferido y simulado' que el PP habría pactado con Luis Bárcenas.


Caligrafía simulada

El culebrón se enredó aun más cuando el extesorero deformó su letra para engañar –sin éxito– a los peritos calígrafos y denunció (chulo él) al abogado del partido, Alberto Durán, por abrir sin su consentimiento su despacho de Génova 13 –despacho que oficialmente no existía– y robarle dos ordenadores.


Gonzalez Pons lo niega todo

Entrado ya el mes de María, un pausado y afectado (en varios sentidos) Esteban González Pons, en una entrevista para la COPE, aseguró que en el PP "no hay sobresueldos" sino solo "los salarios de quienes, además de trabajar en el partido, son cargos públicos”. Decía, boquita de piñón, que los llamados papeles de Bárcenas “son falsos y no tienen credibilidad" mientras que las cuentas del partido “son transparentes, auditadas y de las que se puede responder con la cabeza alta".



El pisito de Gonzáles Pons

Siendo que los despropósitos más recientes que componen este culebrón almodovariano están frescos en la memoria de todos, será bueno que hagamos un alto y reflexionemos sobre las recientes declaraciones de Antonio Hernando, secretario de Política Autonómica del PSOE:

"El PP no puede seguir mirando hacia otro lado cuando estamos ante el mayor caso de corrupción y financiación ilegal de un partido".

Y es cierto, pues conforme la justicia va descubriendo más y más trapos sucios, surgen nuevas excusas de quienes primero negaron, luego callaron y ahora no paran de decir tonterías como que “los sobresueldos son normales y legales cuando un político está mal pagado como sucede en España” o justifican las pagas dobles para que un diputado no residente en Mardrid pueda dormir en una cama decente y no bajo un puente: “esa ayuda no son dietas sino que es una indemnización, y que no es para vivienda sino para el gasto propio del ejercicio de cargo de diputado".

Viene esto a colación de que González Pons, además de percibir dos sueldos públicos (el de diputado y el que le paga el partido) cobra un plus de 1.800 euros mensuales por parte del Congreso como dietas de alojamiento mientras su partido le paga el alquiler del piso que utiliza en Madrid y que además, es cobrado una empresa que está siendo investigada por el caso  Gürtel.



Varias preguntas y una reflexión con las claves para una solución sensata

¿Cuántas más prebendas habrá que los políticos –de uno y otros colores– estarán disfrutando y que pagaremos sin saberlo? 

¿Cómo creer en unos políticos que castigan con recortes a la ciudadanos mientras el lujo que les rodea nada sabe de austeridades y sacrificios?

¿Qué piensan ahora quienes votaron al PP en las últimas elecciones generales? ¿Acaso en que siempre habrá pobres y ricos, que es algo inevitable y que son los ricos quienes deben gobernar para que ofrezcan trabajo a los desclasados?

¿A nadie se le ocurre pensar que Grecia y Portugal representan las barbas peladas de unos vecinos con quienes se experimentó (el FMI reconoce ahora que se equivocó en sus previsiones) y ahora somos nosotros quienes ponemos a remojar las nuestras, por inercia y porque estamos acostumbrándonos al castigo?


Unas cuantas cifras

Del resultado electoral de las elecciones generales al Congreso de los Diputados 20-N de 2011 se deducen unas interesantes conclusiones que hasta un niño de primaria vería enseguida:

Votos contabilizados: 24.590.557
Abstenciones: 9.710.775
Votos nulos: 317.886
Votos en blanco: 333.095

Votos al PP: 10.830.693
Abstenciones, nulos y en blanco: 10.361.756


Es decir, de un total de 34.952.313 ciudadanos con derecho al voto, 10.830.693 votaron al PP (confiriéndole mayoría parlamentaria), casi la misma cantidad que quienes se abstuvieron, votaron nulo o depositaron su voto en blanco .

Actualmente, una encuesta de Metroscopia otorga de nuevo la victoria a los populares, aunque lo hace con una considerable merma en la intención de voto a dicho partido que queda reducida a 8.112.582.


Colofón

¿Se ha parado alguien a pensar que somos mayoría quienes estamos en contra de la actual coyuntura y de las medidas que se aplican para salir de esa falsa crisis –en realidad una estafa–?

¿Se ha parado alguien a pensar que PP y PSOE harán todo lo que tengan en sus manos para mantener un bipartidismo que les conviene, tanto si están en el gobierno como en la oposición, con tal de alternarse cada ocho años en la poltrona?

¿Se ha parado alguien a pensar que el 20-N de 2011 la abstención fue casi tan mayoritaria como el numero de votos que confirió mayoría absoluta a los populares?

¿Se ha parado alguien a pensar que además de los dos grandes partidos, hay otras opciones?



Alberto Soler Montagud






jueves, 6 de junio de 2013

¿Son los corruptos unos psicópatas?






Viernes 7 de junio 2013 a las 17:30 horas
Casa del Libro
Ruzafa, 11 Valencia
Presentación de la antología de relatos cortos
GOLPE A LA CORRUPCIÓN



Con motivo de la inminente presentación de una antología de relatos cortos sobre la corrupción en la que participo como coautor y, por deferencia de mi editor, también como prologuista, pienso en ella –la corrupción– como una mezcolanza de dislates en la que pervertir, depravar, sobornar y dañar, conforman un modus operandi muy proclive a manifestarse en los ámbitos políticos, empresariales y financieros, aunque también se exprese en otros tan dispares como son el religioso, lingüístico, académico, los medios de comunicación e incluso algunos tan insólitos como el informático (¿quién no ha oído hablar de los archivos corruptos que tanto mal hacen al software de  un ordenador?), siempre con un denominador común: los individuos corruptos tienden abiertamente a abusar de su poder para obtener beneficios personales en perjuicio del interés colectivo.


¿Que es la corrupción?

Definir la corrupción puede ser relativamente sencillo, si se la contempla como una transgresión intencionada de las normas con la finalidad de obtener beneficios privados. Esto sucede a través de sobornos a cargos públicos (por ejemplo, conseguir contratos o poder edificar donde antes era imposible), fraude fiscal, evasión ilegal de divisas, impago de impuestos, contabilidades en “b” a expensas de dinero opaco al fisco y un sin fin de tejemanejes que desconocen los límites que impone la ética mas elemental.


Acostumbrarse a la corrupción

Conforme la corrupción va extendiendo sus tentáculos en los organismos públicos, la tendencia sociológica de la población es la de aceptarla como algo ‘normalizado’ e inherente a la idiosincrasia de ciertos grupos de poder. La consecuencia a nivel individual se plasma en una desensibilización de la ciudadanía a ser solidaria y contributivas conforme se siente engañada por los políticos y el estado al percibir la aparente impunidad que  se le confiere a quienes delinquen a gran escala.
La consecuencia es una falta de conciencia y una desmotivación social para pagar impuestos, al interiorizarse en cada contribuyente la percepción de que defraudar puede ser lícito y aceptable.


Factores que propician la corrupción

Hay factores que propician tanto la corrupción como la indulgencia social hacia la misma como, por ejemplo, la identificación del éxito con el dinero.
Otro factor sería la prevalencia de la moral heterónoma sobre la moral autónoma, es decir, la proclividad a cumplir las leyes sólo por miedo al castigo pero no por un respeto interiorizado a las mismas.
Influye también como predisponerte la falta de conciencia por parte de la población de que los bienes públicos que aseguran el bienestar social, no surge por generación espontánea sino a través del pago de los preceptivos impuestos.
Si a todo esto añadimos que, en ocasiones, la justicia la dictan los mismos político corruptos, la sensación de que sus actos quedarán impunes al castigo es desalentadora y promueve la resignación del ciudadano y su predisposición a delinquir tal cual hacen los dirigentes. 



Perfil psicológico del corrupto

Desde una perspectiva psicopatológica, el corrupto es un individuo que, sistemáticamente, ignora al “otro” y  prescinde de los valores éticos, morales y cívicos que garantizan la equidad en la convivencia.
Su modus operandi responde únicamente a pulsiones encaminadas a satisfacer su ego y sólo llegan a frenar sus impulsos (y a respetar las normas) por temor a las sanciones, represalias.
Otra singularidad del corrupto es su irresponsable sensación de invulnerabilidad, una representación mental que les hace creer que sus fechorías pasarán desapercibidas y nunca serán juzgados ni condenadas. Al creerse inmunes e invencibles, los corruptos descartan las consecuencias negativas de sus actuaciones y esto les lleva a ser temerarios, jactarse de sus actividades ilícitas y mantenerse en sus puestos por su patológica negativa a reconocer jamás sus delitos por muy palmarias que sean las pruebas que los inculpan.
Psicopatológicamente, podemos englobar a los corruptos en dos grandes grupos: el corrupto narcisita (están convencidos de que son superiores, necesitan ser admirados y carecen de empatía para conectar emocionalmente con los demás), y el corrupto antisocial (sienten necesidad de mostrar superioridad, son manipuladores, violan sistemáticamente los derechos del otro y son propensos a actos delictivos).


¿El corrupto es un psicópata?

Una vez expuestas las singularidades que definen la corrupción y conocidos los rasgos que perfilan al individuo corrupto, llama poderosamente la atención que son muchas las características que éstos comparten con los psicópatas.
Definamos previamente a los psicópatas como unos individuos depravados moralmente con una deficiencia en el control de sus emociones e impulsos, nula adaptación a las normas éticas y sociales, tendencia a la violencia planificada, inteligencia y carencia de emociones y carencia de ansiedad y por tanto de temor (hay quien compara a los psicópatas con un hermoso coche deportivo de alta velocidad con frenos defectuosos).


¿Qué hacer para acabar con la corrupción en política y/o la impunidad del político corrupto?

1-Revisar los conceptos y valores que rigen en nuestro organigrama social. La corrupción es consecuencia de una relajación en el cumplimiento de las normas, un crisis de valores y una regresión en la estructura social.

2-Ser exigentes con los partidos y con los políticos que muestren tibieza ante casos de corrupción en sus filas y rechazar la tendencia partidista de proteger a los propios militantes cuando recaen sobre ellos indicios de corrupción.

3-Revisar exhaustivamente el sistema de financiación de los partidos políticos y hacer controles financieros encomendados a comisiones objetivas e imparciales independientes del gobierno.

4-Propiciar una mayor independencia judicial y una justicia más rápida.

5-Modificar la ley electoral dirigida a confeccionar listas abiertas que penalicen a lo presuntos corrupto, e incluso instaurar el voto negativo, un voto que no suma sino que resta a quien lo recibe y que, sin duda, reduciría el absentismo.

6-Una mayor transparencia como elemento imprescindible en una sociedad que , como la nuestra, necesita erradicar la plaga de la corrupción que afecta a reyes y villanos, gobernantes y gobernados, hombres de Dios y hombres dejados de la mano de Dios,  todo en medio de en un tinglado donde nadie dimite ni reconoce su culpa; donde presuntos implicados e imputados siguen ocupando sus escaños por muy contundentes que sean los indicios que sobre ellos recaen y –lo que es muy alarmante– al amparo de sus respectivos partidos que se sienten atados de pies y manos para cesarles por miedo a las consecuencias.


Colofón

Asistimos impasivos a una farsa en la que los políticos y los dirigentes corruptos mienten y se contradicen por sistema; carecen de vergüenza y de escrúpulos en sus comparecencias y actuaciones; se muestran fríos, serenos y mesurados cuanto más graves son las situaciones en que se ven implicados; faltan el respeto a quienes les votan y les hacen creer que empatizan con sus necesidades cuando, en realidad, sólo buscan satisfacer sus pulsiones de poder.

Si consideramos que los rasgos descritos en este colofón se dan tanto en los corruptos como en el perfil psicológico de los psicópata, cada cual debería sacar sus propias conclusiones y obrar en consecuencia.

Alberto Soler Montagud