miércoles, 26 de septiembre de 2012

MAJESTAD, CÁLLESE O MÁRCHESE; POR ESE ORDEN




Nueva imagen de la web de la 
Casa Real




Transcurrida una semana desde la publicación de una carta con la que la Zarzuela ha dado inicio una serie de discursos que irá colgando en su web, he vuelto a leer el texto del monarca (o de quien se lo escribiera, con muy poca fortuna por cierto) y tras analizarlo con detenimiento aun me han parecido benévolas las muchas críticas y palos que el mismo ha recibido.

Puede tener un pase que al rey le guste tutear a cualquiera con quien hable (dicen que es un gesto muy borbón y campechano). También que el monarca trate como súbditos a unos ciudadanos de pleno derecho. Pero de ahí a que los considere como unos tontainas hay solo un paso cuando con sus prédicas llega a insultar la inteligencia de quienes le mantienen, tanto a él como a su numerosa familia


Arruinar el estado de bienestar

En su carta, empieza el rey diciendo que debido a la crisis deberíamos interiorizar “que sólo superaremos las dificultades actuales actuando unidos y remando a la vez […] en un momento decisivo para asegurar o arruinar el bienestar que tanto nos ha costado alcanzar”.

Al parecer, el autor de estos párrafos se equivocó por completo porque unidos, lo que se dice unidos, solo lo están -por la desesperada situación que comparten- los ciudadanos de esa mayoría que sufre recortes brutales y ha perdido poder adquisitivo, puestos de trabajo, posibilidad de acceder a ellos y una merma en los derechos sociales inherentes a ese estado de bienestar que el rey menciona en su carta. Y por si fuera poco, a estos diezmados españolitos se les acusa de haber vivido “por encima de sus posibilidades” cuando lo cierto es que son solo las clases dirigentes, los ricos y algunos mantenidos quienes se han regodeado en un tutiplén de opulencia que ni en sueños conocerán las clases medias que les votan, les enriquecen o estoicamente los soportan.





Como cualquier familia media española, 
los príncipes disponen de varios sofás en su jardín



Como en Ben-Hur, rememos juntos

Al releer el párrafo donde dice “… remando a la vez”,  una asociación de ideas, que tal vez Freud podría explicar, me ha evocado la imagen de una legión de remeros sacados de las listas del INEM que, como en la película Ben-Hur, bregaban sin tregua para que el yate Fortuna surcara las aguas a motor parado para ahorrar dinero en combustible al erario público.

Seamos serios y haga usted el favor de responderme, señor monarca ¿Considera que su hijo y su nuera están remando codo con codo con los matrimonios de su edad y con las familias españolas medias mientras se exhiben en unas fotos que recuerdan a los reportajes gráficos que en los años 60 y 70 publicaba la revista HOLA mostrando a la familia real persa con el Sha y la princesa Soraya alardeando de lujos orientales mientras su pueblo vivía en la miseria?

¿No se da usted cuenta, majestad, de que son precisamente Felipe y Leticia, entre otros, quienes viven por encima de las posibilidades de los españoles que los mantienen?


Con Cataluña hemos topado

Sigo leyendo la carta y me encuentro con un párrafo donde al rey le preocupa que “nuestro modelo de convivencia” esté amenazado por quienes “escudriñan” en sus “esencias” en unos momentos de crisis en los que no se debe dividir fuerzas, alentar disensiones, perseguir quimeras ni ahondar heridas”.

Seamos claros, don Juan Carlos, y llamemos al pan, pan y al vino, vino. Es evidente que quien le haya escrito los entrecomillados anteriores no quiere mas que advertir al pueblo catalán de que no hurgue en las esencias de su pasado como excusa reivindicativa de su independencia.

Pero como éste es un tema que ya traté en un artículo hace muy pocos días, me limitaré a hacerle dos sencillas preguntas: 


¿Por qué ha dejado usted de ser un monarca neutral y ese imparcial árbitro de la democracia que siempre dijo se, y ahora se declara ‘partidario de un equipo’ cuando debería ser más que prudente que nunca dadas las bajas horas que atraviesa la institución que representa? 

¿Qué clarividencia le asiste al considerar a la independencia de Cataluña como una quimera cuando este es un término que alude a ilusiones y fantasías imposibles?

Sepa, don Juan Carlos, que no amenazan a España quienes escudriñan en sus esencias sino quienes se oponen al derecho democrático de los pueblos a decidir su futuro y hasta su independencia.


Una sociedad sana y viva
Habla también el rey en su carta de la necesidad de recuperar “los valores de las mejores etapas de nuestra historia” y “en particular de nuestra Transición Democrática y a continuación, recurre a unos tópicos muy manidos como “el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético, el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general…”, unos valores que considera definitorios de “una sociedad sana y viva”

¿De qué valores nos habla, don Juan Carlos?

Es desconcertante que en una carta que va dirigida a más de cuarenta millones de españoles, que en su inmensa y más vulnerable mayoría sufre los estragos de una crisis, el rey no sea más explícito ni exija el cumplimiento de los valores que proclama (ética, sacrificio de los intereses particulares…) a quienes más los quebrantan (representantes del ámbito financiero, empresarial, especulativo, político…) y que son, además, los culpables de la debacle económica que sufrimos.

Aunque, bien pensado, tal vez la Corona quiera ser consecuente al saber que no puede erigirse como ejemplo de unos valores que urdangarineselefantes y otros desatinos varios le han hecho perder muchos puntos de aceptación popular por su comportamiento antiético.

En base a ello, lo verdaderamente desconcertante sería entonces no la actitud del rey sino por qué los más débiles aguantan una dramática situación, pese a saberse engañados por una estafa que los poderes fácticos llaman crisis, y también ultrajados en sus derechos en medio de una sociedad que ha dejado de ser sana por la podredumbre de quienes imponen austeridad y sacrificio mientras viven en la mas provocativa y obscena opulencia.

Colofón

De cierto os digo que, de seguir esto como va, la nuestra está condenada a ser una sociedad muerta.



Alberto Soler Montagud

martes, 25 de septiembre de 2012

STAND BY ME (Ben E. King) - Lo que siempre quisiste saber de la historia de una canción, y nunca te atreviste a preguntar







Ben E. King

Benjamin Earl Nelson (1938), mas conocido como Ben E. King, hizo sus pinitos musicales en el coro de su iglesia de Harlem para luego, siendo ya adolescente, fundar con cuatro amigos un grupo de Doo Wop al que llamaron “The Four B’s”.

Con casi veinte años, King se unió a The Five Crowns”, un quinteto que había alcanzado cierto éxito y con quienes actuó en el prestigioso Apollo Theater de la ciudad de Nueva York, uno de los más famosos clubes de la época y casi exclusivamente dedicado a intérpretes afroamericanos.

Mientras esto acontencía, arrasaba en todas sus actuaciones un conjunto de soul y Doo Wop fundado en 1953 por Clyde McPhatter quien a su vez provenía de The Dominoes. El grupo en cuestión no era otro mas que “The Drifters”, una formación que sufrió varios altibajos de popularidad como consecuencia de sucesivos cambios de cantante y una serie de litigios legales por el dominio del nombre que hicieron que “The Drifters” cayera en el olvido hasta que hasta que en 1959 reaparecieron con Ben E. King como voz principal. Aunque la permanencia de King en el grupo fuera fugaz (sólo puso voz a diez canciones, todas ellos grandes éxitos) su aportación les catapultó de nuevo a la altura de su etapa con el vocalista fundador Clyde McPhatter.


Historia de “Stand by me”

Cierto día, Ben E. King se encontraba trabajando con Jerry Leiber y Mike Stoller en una canción que habían adaptado a partir de un tema gospel de 1955 popularizado por The Staples Singers. Se trataba de un típico blues spiritual de esclavos recolectores de algodón al que imprimieron un sonido más contemporáneo. En realidad, King no tenía intención de que este tema se convirtiera en un gran éxito sino mas bien que fuera una canción de "relleno" en algún disco.

De hecho Ben E. King llegó a olvidarse de “Stand by me” hasta que en una sesión de grabación, el productor le planteó la necesidad urgente de contar con un tema nuevo. Ni corto ni perezoso, King se sentó al piano, interpretó "Stand by me" y el productor, impresionado por la calidad y el ‘gancho’ del tema, hizo regresar a los músicos que acababan de marcharse, y juntos improvisaron un arreglo en el que destacó un bajo contínuo al que añadieron la sencilla percusión de un güiro (un instrumento de madera ranurada que se raspa con una baqueta y que se puede apreciar en el video que acompaña a este artículo) y también el clin de un triángulo.

Ese mismo día quedó grabada la maqueta base y poco después se le añadió una sección de cuerdas con lo que la canción quedó lista para lanzarse como un single que, en 1961 y en muy pocas semanas, llegó a lo más alto de las listas.








Estructura musical de la canción

La principal característica que identifica a “Stand by me” es un ostinato  (forma musical basada en la repetición constante de un fragmento musical) que llevan al unísono el bajo, el güiro y el triángulo a los que antes hacíamos mención.

Una vez se escucha, este ostinato hace reconocible la canción ya para siempre. Resulta curioso que esa misma base esté presente como fondo durante todo el tema, tanto en las estrofas como en los estribillos, sin que resulte monótono sino mas bien confiriéndole al conjunto una unidad homogénea.

La voz del cantante, desgarrada a veces, comienza con frases cortas en un registro medio que poco a poco va subiendo hasta llegar al estribillo donde alcanza un clima expectante que no defrauda en su consecución. 

Complementa el trabajo un arropamiento de orquestal y un coro que a partir de la segunda estrofa contribuyen a crear un fondo sonoro de notas largas con una romántica y pegadiza melodía puente que da paso a la parte final donde los violines cobran un mayor protagonismo; tanto es así que cuando entra de nuevo la voz de King en la coda, las cuerdas reproducen la misma melodía del ostinato que el bajo ha ido repitiendo desde el principio, eso sí, varias octavas por encima y fundiéndose cuerdas y bajo en un acuerdo final que conduce  a un clímax emotivamente conclusivo.


Otras versiones

Reseñemos que aunque son incontables las versiones que han sido grabadas de Stand by me” (John Lennon, Elvis Presley, Ottis Reding, Adriano Celentano, Tracy Chapman e incluso el gran boxeador de todos los tiempos Muhammad Alí entre otros) ninguna versión ha alcanzado la fama de la original.






Tras la grabación de Ben E. King, “Stand by me” volvió a ser número uno con la versión grabada para el álbum Rock´n´Roll de John Lennon publicado en 1975. 

También en 1986, Stand by me” fue de nuevo top-hit gracias al film del mismo nombre ("Cuenta conmigo", de Rob Reiner), basado en una historia corta de Stephen King cuya banda sonora contaba con una selección de temas de los años 50 y 60.









STAND BY ME

WHEN THE NIGHT HAS COME
AND THE LAND IS DARK
AND THE MOON IS THE ONLY LIGHT WE SEE
NO I WON´T BE AFRAID
NO I WON´T BE AFRAID
JUST AS LONG AS YOU STAND, STAND BY ME

AND DARLING, DARLING STAND BY ME
OH, NOW, NOW, STAND BY ME
STAND BY ME, STAND BY ME

IF THE SKY THAT WE LOOK UPON
SHOULD TUMBLE AND FALL
AND THE MOUNTAIN
SHOULD CRUMBLE TO THE SEA

I WON´T CRY, I WON´T CRY
NO I WON´T SHED A TEAR
JUST AS LONG AS YOU STAND, STAND BY ME

AND DARLING, DARLING STAND BY ME
OH, STAND BY ME
STAND BY ME, STAND BY ME,
STAND BY ME

WHENEVER YOU´RE IN TROUBLE
WON´T YOU STAND BY ME
OH, NOW, NOW, STAND BY ME
OH, STAND BY ME, STAND BY ME,
STAND BY ME

DARLING, DARLING STAND BY ME
STAND BY ME
OH STAND BY ME, STAND BY ME,
STAND BY ME




QUEDATE CONMIGO

CUANDO CAE LA NOCHE
Y LA TIERRA ESTÁ OSCURA
Y LA LUNA ES LA ÚNICA LUZ QUE VEMOS
NO TENDRÉ MIEDO
NO TENDRÉ MIEDO
SIEMPRE Y CUANDO CUENTES, CUENTES CONMIGO

Y CARIÑO, CARIÑO, QUEDATE CONMIGO
OH, AHORA, AHORA QUEDATE CONMIGO
QUEDATE CONMIGO, QUEDATE CONMIGO

SI EL CIELO QUE VEMOS ENCIMA
SE DESMORONASE Y CAYESE
Y LA MONTAÑA
SE DERRUMBASE SOBRE EL MAR

NO LLORARÉ, NO LLORARÉ
NO, NO DERRAMARÉ NI UNA LÁGRIMA
SIEMPRE Y CUANDO CUENTES, CUENTES CONMIGO

Y CARIÑO, CARIÑO, QUEDATE CONMIGO
OH, QUEDATE CONMIGO
QUEDATE CONMIGO, QUEDATE CONMIGO,
QUEDATE CONMIGO

CUANDO TENGAS ALGUNA PREOCUPACIÓN
¿NO CONTARÁS CONMIGO?
OH, AHORA, AHORA QUEDATE CONMIGO
OH, QUEDATE CONMIGO, QUEDATE CONMIGO,
QUEDATE CONMIGO

CARIÑO, CARIÑO, QUEDATE CONMIGO
QUEDATE CONMIGO
OH, QUEDATE CONMIGO, QUEDATE CONMIGO,
QUEDATE CONMIGO



viernes, 21 de septiembre de 2012

¿ALGARABÍAS, QUIMERAS…? NO, SOLO INDEPENDENCIA






Las ansias independentistas que Cataluña reivindicó en la Diada del pasado 11-S han conseguido no solo que a Rajoy le crezcan (aun más) los enanos sino que el rey tenga de nuevo un tropezón, esta vez por culpa de una carta que alguien le escribió y que él monarca firmó antes de ser colgada en la web de la Casa Real. Entre quimeras, galgos y podencos, en su misiva, Juan Carlos apeló una vez más al espíritu de la Transición al tiempo que recurría a unos manidos clichés como “el trabajo, el esfuerzo, el mérito, la generosidad, el diálogo, el imperativo ético y el sacrificio de los intereses particulares en aras del interés general…".  O sea, más de lo mismo por parte de una institución que atraviesa sus más bajas horas y que con este mensaje, más que calmar ha avivado las ansias independentistas de un pueblo que en un alto porcentaje rechaza una españolía impuesta.


El ‘problema’ catalán


Sería un error minimizar, y aun más negar, la evidencia del 'problema catalán' habida cuenta de la magnitud del deseo plasmado en unas estadísticas favorables a la segregación de España en un 46%-51% según distintos sondeos. 

Aunque muchos opinen que la actual reivindicación es una más de las que el gobierno catalán suele plantear al Estado español, en esta ocasión parece ir más en serio. Ya de entrada, el encuentro entre Rajoy y Mas no culminó con una escena de sofá , ni el presidente de España confesó “parlar català en la intimitat” ni el catalán acabó cediendo en alguna de sus demandas como en ocasiones anteriores hicieran sus predecesores.


Crisis económica, una buena excusa

La crisis económica es un caldo de cultivo que ha soliviantado a muchos catalanes que aun no habían mostrado su malestar por estar dentro de España, a la fuerza. 


Existe el agravante de que muchos creen que manifestarse a favor de la independencia equivale a protestar contra la crisis y que ésta no existiría si Cataluña fuera un país independiente. Un craso error que no han desmentido quienes deberían haberlo hecho.

Así planteado hay que contemplar tres problemas que coexisten en un mismo escenario: El primero es la crisis económica que azota tanto a Cataluña como al resto del Estado español; el segundo el pacto fiscal que la Generalitat le exige a España; y en tercer lugar tendríamos por fin la independencia que masivamente se rteivindicó en la Diada del pasado 11-S.


Mas y Rajoy: dos presidentes y dos destinos.

Desde la celebración de la Diada  hasta la víspera de la entrevista entre Mas y Rajoy en la Moncloa, el ambiente se caldeó en Cataluña no solo por el millón y medio (o seiscientos mil, que para el caso es lo mismo) de manifestantes que acudieron a la celebración de la fiesta oficial catalana sino porque el presidente del gobierno español la infravaloró llamándola “algarabía” y el rey censuró el independentismo tildándolo de “quimera”.

Fue en ese contexto que Artur Mas acudió a Madrid con un deseo manifiesto: que Rajoy considerara la propuesta de un pacto fiscal para Cataluña “como una solución y no como un problema". Recordemos que con este pacto fiscal, Cataluña aspira a tener su propia Agencia Tributaria  para recaudar y gestionar todos los tributos e invertir los papeles que actualmente desempeñan la Generalitat y el Estado.






Rajoy rechaza el 'pacto fiscal' propuesto por Mas
Tras dos horas de infructuosa negociación, el presidente catalán salió decepcionado de su reunión con Mariano Rajoy y en la rueda de prensa que siguió a la cita, dijo que “el tema del pacto fiscal no ha ido bien, nada bien” porque Rajoy había descartado cualquier “margen de negociación”. 

Artur Mas añadió que quedaba a la espera de "una reflexión serena y positiva" por parte de todos los partidos del Parlamento catalán en una sesión a celebrar  el martes siguiente a su desencuentro con Rajoy. También dijo el presidente catalán que, tras dicha sesión, "habría que adoptar decisiones", algo que muchos interpretaron como un pre-anuncio de elecciones anticipadas en Cataluña.
Llama la atención que en ningún momento de su alocución (ignoro si lo haría en privado con Rajoy) Artur Mas pronunciara la palabra ‘independencia’, tal vez como muestra de que, en principio, se conformaba con resolver el problema fiscal que según sus tesis perjudica a Cataluña en comparación con otras autonomías .

Por su parte, el Gobierno de España se limitó a ofrecer un comunicado en el que priorizó la salida de la crisis por encima un debate autonómico y se mostró contrario al pacto fiscal por considerarlo incompatible con la Constitución.

¿Es posible la independencia de Cataluña?

A esta pregunta cabría responder con tres cuestiones:

1. La conveniencia, o no, de exigir, precisamente ahora, la independencia, utilizar la crisis como coartada y generar expectativas de que la secesión de Cataluña ayudaría a resolverla.

2. La posibilidad, o no, de que Cataluña se segregue de España sin incumplir lo que dicta la Constitución.

3. El derecho, o no, que asiste al pueblo catalán para decidir su autogobierno mediante un referéndum vinculante e independiente de lo que opine el resto de España.

Así planteado, si nos atenemos a lo que dice Constitución, solo se contempla  la existencia del pueblo español sin posibilidad de que una fracción o nacionalidad  se erija como país independiente.

Es decir, en España no existe un marco legal que permita hacer lo que sucede en otros países como Canadá o Gran Bretaña, donde es posible convocar un referéndum para que Quebec o Escocia decidan su independencia. Ni es posible un referéndum a nivel estatal ni tampoco a nivel autonómico. Nuestras leyes son tan claras y restrictivas en este sentido que claman al cielo pidiendo un aggiornamento. 

Cambiar la Constitución n0 debe ser contemplado como un 'misión casi imposible'. Recordemos que en agosto de 2011, PP y PSOE pactaron una rápida reforma de la Carta Magna para establecer un límite máximo en el endeudamiento del Estado en función del PIB y de la previsiones macroeconómicas para cada año.



Reforma constitucional

Visto lo expuesto, la primera condición para que Cataluña (el País vasco o cualquier otra fracción o nacionalidad española) consiguieran la secesión del resto del Estado, debería pasar por una reforma previa constitucional así como contar con una predisposición favorable por parte del Estado español que no debería interferir en los trámites del proceso de independencia.

Creer que solo un referéndum bastaría para conseguir la segregación de Cataluña del resto de España, o difundir esta creencia, equivaldría tanto a engañarse como a engañar. 

Llevar a cabo la segregación sería un proceso arduo (que no imposible) y predestinado a muchos años de negociaciones. Sin embargo, la sola puesta en marcha del mismo (la sola voluntad de negociar puesta de manifiesto por parte del gobierno central) colmaría muchas ansias y calmaría muchos ánimos de quienes hoy se oponen a ser españoles por imposición.


Segregación no es sinónimo de ruptura

Tal vez una revisión, y una reforma a fondo, del actual sistema de autonomías fuera un buen principio para cambiar la relación entre cada una de ellas y la administración central. En cualquier caso, sería imprescindible una mejor predisposición  negociadora por ambas partes.

La negativa tajante de Rajoy a la propuesta del pacto fiscal planteada por Artur Mas ha sido un error de estrategia que equivale a cerrar los ojos ante un problema que está ahí, delante de sus narices, delante de las narices de todo el pueblo español y soportado por las espaldas de un pueblo, el catalán, que en un elevado porcentaje quiere independizarse de España.

Consideremos que 'segregación' y 'ruptura' no tiene por qué ser sinónimos. Ejemplos tenemos, y muchos, en países como Alemania, EEUU o Suiza.


La integridad de la patria

Es preocupante que se hayan alzado voces vehementes y con rancias añoranzas que al amparo del artículo 8 de la Constitución (que cita al ejército como garante de la integridad de la patria) insinúan implacables soluciones que casi nadie desea. 

Tengamos en cuenta que las reivindicaciones del pueblo catalán están siendo  pacíficas, civilizadas y democráticas, pero consideremos también que si utilizara la fuerza para garantizar la unidad territorial española (en base al mencionado artículo 8 de la Constitución), las consecuencias podrían ser imprevisibles.


Colofón

No atender a lo que Cataluña demanda a España, así como ignorar el independentismo, no resuelve el 'problema catalán' sino mas bien acrecienta  el sentimiento nacionalista de quienes quieren la segregación.

Ignoro cual sería el resultado de un referéndum en el que los catalanes votaran por su independencia, pero defiendo el derecho a que se celebre y tengo bien claro que acataría lo que el pueblo catalán decidiera y exigiría que se ejecutara en base a la legislación, incluso modificándola si esta no posibilitara el trámite.




Alberto Soler Montagud