lunes, 27 de febrero de 2012

VIOLENCIA POLICIAL Y SÍNDROME AGUDO DE ESTRÉS





He reflexionado sobre lo que tal vez pensaran, y hasta sintieran, muchos de los policías que reprimían con desmesurada contundencia la manifestación estudiantil del lunes 20 de febrero en Valencia y he concluido que al encontrarse en una situación de estrés agudo (para el que deberían estar muy bien adiestrados) y, probablemente, al sentirse bajo el influjo de dos estímulos contradictorios y opuestos (lo que “me ordenan” mis superiores, versus lo que me dicta “mi conciencia”), muchos pudieron sufrir un “trastorno transitorio” que desatara un primitivismo tan atávico como inherente a la condición mas irracional del ser humano, algo que en lo cotidiano se controla y se reprime en base a las normas sociales y que va íntimamente ligado a los mecanismos que regulan el estrés y modula el instinto de supervivencia.


Las “armas” de los “enemigos”

No deberíamos olvidar que los policías (a quienes no estoy defendiendo ni justificando sino solo analizo su comportamiento) recibieron aquél día órdenes del máximo responsable policial de la ciudad y éste a su vez de la Delegada de Gobierno.

Tampoco tendríamos que obviar que algo tan simple como “ocupar” una calle y obstruir el tráfico sucede con frecuencia en fiestas callejeras como las fallas valencianas o en celebraciones deportivas, casi siempre sin disponer de un permiso de la autoridad competente, y si se tiene, extralimitándose asiduamente de la zona donde debería acotarse el esparcimiento. Sin embargo, en estos casos de bullicio jocoso y no reivindicativo, la policía no carga contra las multitudes sino mas bien despeja pacíficamente las calles sin golpear con porras ni disparar pelotas de goma contra unos “enemigos” que, en estos casos, no esgrimen mas “armas” que los cucuruchos de buñuelos que van comiendo, o las típicas pancartas con las que animan a su equipo de fútbol e incluso algunas bocinas de aire.

Tampoco en la manifestación estudiantil del pasado 20 de febrero, las armas del "enemigo" fueron mas allá de un ímpetu inherente a la adolescencia, unos inofensivos libros de texto, tal vez "un poco de frío" acopiado en aulas sin calefacción y "un mucho de rabia" al ver como la administración de la Generalitat Valenciana ha despilfarrado durante años en fastos superfluos mientras ahora, arruinada, no puede hacer frente a las necesidades sociales mas básicas.


Sin represión, no hay violencia

Tengamos en cuenta que al día siguiente de la violenta carga de los antidisturbios, se produjeron nuevas manifestaciones “no autorizadas” en Valencia (esta vez para protestar por la brutalidad policial) en las que no hubo violencia por parte de nadie porque la Delegación de Gobierno no dio luz verde para que se actuara con la misma contundencia que el día anterior.


Reivindicar sin violencia y sin sometimiento.

Consideremos que acatar con sumisión hechos como los sucedidos aquél infausto día equivaldría a retroceder en el túnel del tiempo, y resignarse en silencio autorizaría a quien ostenta el poder a abusar del mismo tantas veces como quisiera.

La ciudadanía es soberana y está en su derecho de manifestar su opinión, pero no olvidemos que también también tiene la obligación de hacerlo pacíficamente y sin permitir que infiltrados ajenos a sus demandas se aprovechen su indignación para desvirtuar sus reivindicaciones y restar fuerza moral a la prebenda que les asiste a la hora de exigir sus derechos.

A poco que se reflexione se llega a la conclusión de que el esfuerzo debería ser bidireccional y no exclusivo de los manifestantes. Quienes gobiernan, y en cuyas manos está evitar que “la razón de la fuerza” reprima con violencia la “la razón del mas débil”, tienen la obligación de actuar con el mismo talante pacífico que exigen a la ciudadanía. Y si así no fuera, porque no se sabe o porque no se quiere controlar adecuadamente la situación, no solo las consecuencias serán imprevisibles sino también, tendrán como responsables a quienes no pongan los medios para evitarlas.

Alberto Soler Montagud


sábado, 25 de febrero de 2012

EL DIARIO "PÚBLICO" DESAPARECE DE LOS KIOSCOS




Cuatro años y medio después de su nacimiento, hoy sábado 25 de febrero miles de simbólicas pinzas vacías en los expositores de prensa de los kioscos de todo el territorio nacional han dado fe del cierre del diario Público, entre otras causas, debido a la crisis publicitaria y a la imposibilidad de obtener una vía de financiación que evitara el concurso de acreedores al que no ha tenido mas remedio que acogerse la empresa editora del periódico.


La prensa española lamenta el cierre de Público

Si bien es previsible que Público siga informando a través de su edición digital, toda la prensa española (con una vergonzosa excepción al menos) ha coincidido en lamentar la desaparición de un diario plural, progresista y combativo, caracterizado, entre otras singularices, por su ausencia de editoriales y su negativa a incluir anuncios de prostitución para “no ser cómplices de esa forma de esclavitud" según manifestó en su día el primer director de Público, un joven Ignacio Escolar que entonces contaba poco mas de treinta años.

Un portavoz de la Asociación de la Prensa de Madrid ha manifestado su pesar por este "triste capítulo y la tremenda sangría que está sufriendo la profesión, con una enorme pérdida de puestos de trabajo de periodistas en los últimos años".


"La Gaceta" celebra el cierre de Público

Pero no todas las cabeceras de la prensa española se han mostrado afligidas por la desaparición de Público, pues el diario La Gaceta, del grupo Intereconomía, se ha regocijado con un deplorable artículo firmado por un periodista cuyo nombre no merece ser reseñado y que con el titular: “Hasta nunca Público”, ha dado muestras del talante que exhibe este grupo de derecha extrema, su mal gusto así como también su falta de ética, estética profesional y corporativa.

Consideremos que si Público hubiera entrado en el juego de servir a un grupo concreto (aunque Público tiene una línea muy definida, nunca ha ejercido portavocías), a un determinado partido político y, no digamos, si su ímpetu combativo hubiera estado orientado a la derecha en vez de a una izquierda independiente, es casi seguro que no le habría faltado el dinero de quienes ostentan táctica y fácticamente el poder económico y/o empresarial, y que la suspensión de pagos nunca hubiera llegado a producirse.

Algo muy distinto a lo que debe suceder en el sectario diario La Gaceta que, con una tirada y un número de lectores muy por debajo de Público (e incluso por debajo de muchos diarios de difusión local como El Heraldo de Aragón, Diario de Navarra, El Diario Vasco, La Voz de Galicia, etc.) sigue y seguirá presente en los kioscos mientras permanezca al dictado y servicio de un sector socioeconómico sea capaz de sostenerlo directa o indirectamente.

Colofón

Aunque cierren un periódico como Público en su edición de papel y aunque quiebre como empresa por falta de recursos económicos, hay que confiar en que sus periodistas y todos quienes han hecho posible su existencia durante estos mas de cuatro años sigan ahí, dispuestos a ofrecernos su trabajo desde la edición digital.

A Público muerto Público.es puesto.

Alberto Soler Montagud

viernes, 24 de febrero de 2012

¿SON IGUALES TODOS LOS ESPAÑOLES ANTE LA JUSTICIA COMO DICE EL REY?




Acabo de escuchar en la SER que el juez decano de Palma de Mallorca ha informado que "con carácter excepcional y por motivos de seguridad sugeridos por la Jefatura Superior de Policía de Baleares”, mañana 25 de febrero, Iñaki Urdangarin entrará en coche a los juzgados y no a pie como es habitual en tantos presuntos chorizos cuando acuden a declarar como imputados.

Aunque desde la Zarzuela se niegue haber pedido trato de favor alguno para el yernísimo está claro que, del Rey abajo ninguno en la Casa Real querría escuchar insultos ni que un grupo de exaltados lanzaran huevos podridos a un miembro de la Familia Real, con todas las connotaciones y extrapolaciones que este agravio permitiría que hicieran quienes defienden una jefatura de Estado refrendada por las urnas y no por méritos genéticos, sucesorios y, para mayor delito, discriminatorios con la condición femenina.

Tal vez lo único bueno de esta medida sea que las arcas públicas van a ahorrarse las horas extraordinarias de mas de cien policías que se mantendrían apostados en un sin fin de lugares estratégicos para defender a un individuo que, presuntamente, ha dilapidado ya bastante del dinero de todos.

Por cierto, siendo que son millones los euros que la Comunidad Valenciana ha invertido en las empresas de este “figura”, me gustaría saber, sólo por curiosidad, que porcentaje del Palacete de Pedralbes me correspondería a mí como contribuyente. Es mas que nada por si algún día paso cerca da la unifamiliar en cuestión (yo voy mucho por Barcelona, sobre todo de trabajo y a Congresos Psiquiátricos), me da un apretón así de golpe y decido ejercer el derecho usufructuario que tal vez me asista para hacer mis necesidades en un lavabo de sangre azul. Creo que en el fondo me haría ilusión, lo confieso.

En cualquier caso, y sea cual sea el color de vuestra sangre, os deseo a tod@s, buenas noches y buena suerte.


19:20 horas del 24 de febrero de 2012

Alberto Soler Montagud

jueves, 16 de febrero de 2012

LA INFANTA CRISTINA QUIERE LLEVAR UNA “VIDA NORMAL”







Aunque la señora de Urdangarin esté sufriendo una incómoda presión mediática, sus primeras declaraciones tras conocerse las presuntas actividades delictivas de su marido en el Instituto Noós no han podido ser mas desafortunadas. Llama la atención que la hija de un rey reclame “llevar una vida normal” (algo bastante difícil y nunca antes reivindicado por la Infanta Cristina mientras todo era de color de rosa y la prensa no se atrevía a traspasar ciertos límites) y afirme que no se puede “vivir así” mientras millones de ciudadanos afectados por la crisis reivindican justo lo mismo (su deseo de "no vivir así" como viven) aunque por razones bastante distintas.



Declaraciones de la Infanta

Al ser abordada por una reportera televisiva en un supermercado de Washington, la esposa de Iñaki Urdangarin hizo sus primeras declaraciones en relación a la investigación a que ha sido sometido el duque de Palma por un presunto uso irregular de fondos a través del Instituto Nóos:

"Estamos intentando llevar una vida normal y ustedes no nos dejan, ése es el problema que tenemos"

"Lo que quiero es que me dejen vivir tranquila"

"¿Usted cree que se puede vivir así?"

"No, no, no lo entienden".




Algunos consejos para no “vivir así” de mal

Tal vez si Iñaki Urdangarin fuera un trabajador “normal” y ostentara un cargo adecuado a su formación y no a sus méritos como consorte.

Tal vez si Cristina de Borbón trabajara en el mismo banco donde trabaja pero ocupando un puesto acorde a su preparación profesional, un puesto que le correspondiera por derecho y justicia y no por ser hija de quien es.

Tal vez si la misma mujer que ahora dice que “no se puede vivir así” tuviera un horario de ocho horas en La Caixa, renunciara a las prebendas inherentes a su condición de Infanta y accediera a vivir con su marido e hijos en un piso “normal” de 90 o 100 metros cuadrados como tantos otros mortales y no en un palacete, ahora en Barcelona o mañana en Washington si hay que salir de España discretamente.

Tal vez si se cumplieran los condicionantes expuesto en los párrafos anteriores, la ansiada vida “normal” de la esposa de Iñaki Urdangarin se haría realidad y probablemente no sufriría tantas "molestias" por parte de la prensa.


Nadie lo entiende

Es muy probable que la Infanta tenga razón cuando afirma que nadie “entiende” la situación que su familia atraviesa. También muy probable que la inmensa mayoría de los españoles ni lo entiendan ni falta que les haga entenderlo, por la misma razón que a la familia Urdangarin no les debe quitar el sueño las condiciones en que sobreviven a la crisis millones de familias españolas que nunca conocerán ni de lejos un tren de vida como el que ellos acostumbran a llevar.


Los ricos también lloran

Todo es cuestión de prioridades y también de coyunturas, pues aunque un juicio previo o paralelo no sea lo deseable en base a la presunción de inocencia, la opinión pública juzga ya a Iñaki Urdangarin porque está sensibilizada y le resulta duro admitir que a unos se les pidan “sacrificios” mientras otros nadan en una "palmaria" opulencia.

Y si "los ricos también lloran", como rezaba un exitoso culebrón mexicano, y a la familia Urdangarin le toca ahora llorar después de haber reído desde la riqueza y quien sabe si desde un inconsciente (por lo de subliminal) sentimiento de impunidad e inmunidad, nada importa que el populacho “entienda” o no su sufrimiento cuando lo único que la gente normal desea es salir de la crisis, superar el día a día y tener la certeza de que la justicia otorgará cada individuo el tratamiento que "realmente" merezca: benevolencia para los inocentes y mano dura para los culpables.


Alberto Soler Montagud

martes, 14 de febrero de 2012

SEGÚN RODRIGO RATO, LOS POLÍTICOS ESPAÑOLES ESTÁN MAL PAGADOS





A finales de la pasada semana el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, en unas desafortunadas declaraciones, dijo que los salarios de los políticos españoles "no están a la altura de sus responsabilidades” y que “esto no es bueno para la atracción de los talentos” porque “aunque el ejercicio público no sea una función lucrativa, hay ciertos límites”.


Declaraciones inoportunas de un banquero con sueldo millonario

Vamos a ver señor Rato, por supuesto que hay “ciertos límites”, pero estos límites son los que separan lo tolerable de lo intolerable y lo oportuno de lo inoportuno, mas aun cuando en plena crisis y con mas de cinco millones de españoles en paro, alguien como usted se atreve a decir que “ganan poco dinero” los políticos que se sientan en los escaños de las cámaras parlamentarias estatales o autonómicas, las diputaciones, los ayuntamientos y tantos otros que ocupan cargos y poltronas a cambio de un sueldo seguro y mucho mas alto que el salario mínimo interprofesional.

Aunque esté en su derecho de dar su opinión sobre el sueldo de quienes se dedican al noble arte de gobernar, con la que está cayendo bueno sería que se la hubiera guardado hasta que las aguas de la crisis y del desempleo vuelvan a unos cauces mas llevaderos por todos. Considere que no está el patio para ponerle los dientes largos a nadie ni para irritar a las personas decentes, y menos por parte de alguien que como usted percibe 2.340.000 euros de salario base anual, una astronómica cifra que deja claro por qué a estas alturas de su carrera política ha preferido ser banquero y no un ministro “mal pagado”.


Falta de sensibilidad

Con sus palabras, señor presidente de Bankia, ha hecho usted ostentación de una falta de sensibilidad que le aleja de una realidad que sin duda no le afecta. Al menos no como a la inmensa mayoría.

Pero, hagamos un pequeño esfuerzo por poner las cosas en su sitio señor Rato. ¿Cuando usted defiende que los políticos cobren unas retribuciones que sean “acordes con la responsabilidad" de su trabajo, quiere decir que, por ejemplo, un médico de la Comunidad Valenciana (a quienes se les ha reducido en un 50% el complemento de la Carrera Profesional en sus nóminas) no es un profesional con “responsabilidad suficiente" ni merece que se le pague por su trabajo lo que hasta ahora percibía, por mucho que, ni de lejos, se aproximara al sueldo de sus colegas europeos?

¿Acaso cree usted, señor Rato, que los policías o los bomberos no tienen una “responsabilidad” tan digna como los políticos en sus respectivos trabajos? ¿Son merecedores estos servidores públicos de ser paganos de la crisis (junto a otros funcionarios y millones de contribuyentes) y de que se les recorte un mileurista sueldo cuando, entre otras cosas, se juegan la vida en su trabajo?

Soy consciente de que sus declaraciones me llevan a un límite que roza la demagogia, pero no puedo evitar preguntarle si es usted de los que piensan que ser funcionario es un lujo intolerable en los tiempos de crisis que vivimos.


Despido barato para políticos ineptos

Mientras Rodrigo Rato defiende unos sueldos altos para la clase política, bueno sería que reflexionara antes de hablar y se planteara un “despido barato” para quienes nos gobiernan cuando éstos demuestren ineptitud en su gestión o incluso cuando se aferren a sus cargos aunque estén imputados por presuntos delitos.

Señor Rato, el horno no está para bollos y usted lo sabe. Es por ello que en vez de perder el tiempo buscando “talentos” a quienes pagar unos desorbitados sueldos “adecuados a sus responsabilidades” debería mostrarse mas sensible por los trabajadores que sufren las consecuencias de la poco talentosa gestión de muchos políticos. Le estoy hablando de unos trabajadores que también tienen sus “responsabilidades” aunque, ni de lejos, cobren un sueldo adecuado a ellas, un sueldo que ahora se les reduce por las medidas de recortes aplicados para compensar los errores de tantos “talentos” como los que usted defiende.

Mal momento ha escogido usted, señor exministro, para hacer reivindicaciones salariales tan elitistas y no creo que sean bien acogidas sus palabras, ni siquiera por quienes el 20-N votaron al partido al que usted pertenece.


¿Se siente usted bien pagado, señor Rato?

Ya como despedida (y que conste que no soy yo quien ha sacado a colación el tema del sueldo de los políticos) quisiera saber si considera usted que la presidenta Cospedal es una política mal pagada. Es sólo una muestra de mi curiosidad por conocer donde se encuentra el listón de su límite entre lo que debería ser un sueldo aceptable y uno inaceptable para pagar a un político. No vea segundas intenciones ni ironía alguna en la cuestión que le planteo, pues de hecho ni siquiera pienso preguntarle si se considera bien pagado con su sueldo anual de casi dos millones y medio de euros como presidente de Bankia.


Alberto Soler Montagud.

miércoles, 1 de febrero de 2012

WERT LEGISLA CONTRA "LA MALA EDUCACION" SOCIALISTA





El ministro de Cultura y Educación, José Ignacio Wert, ha anunciado la desaparición de Educación para la Ciudadanía, una asignatura que ha criticado reiterada y severamente el ultracatolicismo y que, según el señor Wert “ha estado acompañada por la polémica desde su nacimiento y ha creado una seria división en la sociedad y el mundo educativo". Es una afirmación cierta desde el momento en que los populares y los sectores mas ultras del catolicismo y la derecha mediática han demonizado esta disciplina tildándola de "adoctrinamiento ideológico de izquierdas". Recordemos que el gobierno de Francisco Camps recurrió al enloquecido proyecto de impartir Educación para la Ciudadanía en inglés (con profesor y traductor simultáneo) mientras los alumnos recibían sus clases de religión católica en un claro e inteligible castellano.


Educación Cívica y Constitucional

A cambio de la Educación para la Ciudadanía, el titular de Educación ha propuesto una nueva asignatura (Educación Cívica y Constitucional) destinada a formar a los alumnos como “ciudadanos libres y responsables con capacidad de ser sujetos activos”.

En una entrevista realizada hoy 1 de febrero de 2012 por Carles Francino en la Cadena Ser, José Ignacio Wert ha calificado a Educación para la Ciudadanía como un paradigma de sectarismo ideológico al que era necesario extirpar sus componentes de adoctrinamiento aunque eso sí, respetando (menos mal) las esencias ideológicas que nos definen como una sociedad que contempla los derechos de cada uno de sus componentes sin distinción de ideología, creencia religiosa, raza, condición sexual o cualquier otro rasgo susceptible de ser utilizado como sesgo excluyente o discriminatorio. Por supuesto, el señor Wert no ha empleado estas palabras, pues aunque la derecha, como partido del pueblo, se haya convertido en "muy social”, los labios de sus políticos aun no están preparados para lanzar proclamas tan contundentes. Pero todo se andará, sobre todo cuando se acerquen nuevas elecciones.


Que no nos adoctrine la izquierda, que lo haga el clero.

Es decir, el ministro Wert quiere luchar contra las ideologías impuestas por la izquierda y liberar a los alumnos del “adoctrinamiento” implantado por la perversa Educación para la Ciudadanía. Pero en realidad, no nos engañemos, José Ignacio Wert actúa al dictado de una ideología, la suya, de derechas y, lo que es peor, al servicio de la moral de una religión especializada en “adoctrinar” e “imponer” como es la Católica.

Para reafirmarse en sus tesis, José Ignacio Wert, a lo largo de su entrevista en la SER, ha puesto un falso ejemplo de “adoctrinamiento” citando ciertas frases de un libro (Educación para la Ciudadanía. Democracia, capitalismo y Estado de derecho) que nunca se ha utilizado como material de texto en dicha asignatura. Es mas, en la presentación del libro, sus propios autores afirmaron haberlo escrito como “un ensayo que contraataca a tamaña farsa” (en referencia a la asignatura introducida por el Gobierno socialista). Una de dos, o el señor Wert ha acudido mal asesorado a la entrevista de Francino o lo ha hecho con la perversa idea de convencer a la audiencia con falsos argumentos.


Adiós ciudadanía, adiós.

Aunque Wert haya asegurado que en Educación Cívica y Constitucional se contemplarán los nuevos y diferentes modelos de familia, lo cierto es que aun no sabemos que ocurrirá ni como van a transmitir a nuestros hijos los logros sociales que han transformado a España en una sociedad moderna y puntera en derechos e igualdad de muchos sectores minoritarios que hasta ahora eran ignorados cuando no marginados.


Legislar bailando la yenka.

Es inadmisible que ciertas leyes sean como una pelota de tenis que salta de un lado al otro de la red (izquierda, izquierda, derecha, derecha… como el baile de la yenka) según sea quien ostente el poder y quien legisle en cada momento.

Quedan pendientes de legislar demasiados temas de una envergadura tal que no justifica que la leyes que los regulan oscilen como un péndulo al ritmo de la alternancia del poder. Ya no solo se trata de la educación sino, por ejemplo, del marco legal que debería regular de un modo estable situaciones como el aborto o la muerte digna, dos materias en las que la bioética de casi todos los países (España mas que otros) sufre la intromisión de condicionamientos morales y religiosos influenciados por los usos y costumbres cuando ningún grupo ideológico o religión debería ostentar el poder de decidir donde está el "bien" y donde el "mal".


Pacto de Estado

Se impone que en determinadas materias y en situaciones como las anteriormente expuestos (aborto, muerte digna, adopción, modelos familiares…) no se dependa de la arbitrariedad de sucesivos cambios gobierno. Y me temo que arbitrariedades y cambios vamos a tener, y muchos, con el gobierno de Rajoy.

De una vez por toda debería primar el “principio de justicia” y el “principio de ética” sobre cualquier “ideología política” o cualquier “moral religiosa” impuestas por credos o idearios.


Colofón

Solo legislando con un consenso en forma de “Pacto de Estado” se evitaría que un cambio de color en el gobierno de la nación deslegisle lo previamente legislado y relegisle lo que otros luego derrogarán.

Es imperativo que el gobierno y la oposición se sienten a legislar juntos y que lleguen a acuerdos en los que ambos cedan y ambos aporten soluciones, a partes iguales, en materias tales como educación, el aborto, la muerte digna y tantos otros cuyos marco legal debería respetarse durante el plazo de tiempo que previamente se estipulase.

Alberto Soler Montagud