domingo, 25 de marzo de 2012

CAMPS SE MUESTRA MEGALÓMANO Y NARCISISTA EN TELVA




Tras leer la entrevista que César Suárez le ha hecho a Francisco Camps ("El hombre más perseguido de España") para la revista Telva, he descubierto en su contenido un apetecible material para escribir un thriller psicológico en la línea de Stephen King. Una historia de la que ya conocemos el planteamiento y parte del nudo pero cuyo desenlace aun puede depararnos sobrecogedoras y hasta terroríficas sorpresas.


Negación de la realidad: ¿síntoma o estrategia?

A mediados de 2010 escribí un artículo en el que valoré, desde una perspectiva psicológica, las reacciones del entonces presidente valenciano Francisco Camps ante las acusaciones que sufrió en por su presunta implicación en el caso Gürtel. Me llamó la atención entonces su desorbitada negación de la realidad, un rasgo, por cierto, bastante común entre la clase política y del que no hace mucho escribí largo y tendido refiriéndome al ex presidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Expuse en aquél artículo cómo algunos políticos llegan a utilizar mentiras como catalizadores que les permiten sintonizar la percepción subjetiva de lo que “creen” (“su” realidad) e incluso “hacen creer” a los demás. En aquella época, el señor Camps se prodigaba con una serie de declaraciones, muchas de las cuales se han incorporado a la antología de las locuciones políticas mas estrafalarias ("No me preocupa nada. Soy como Juan sin miedo, porque nada temo").

Pero si en 2010 el president Camps exhibía un talante exultante, tranquilo y afectadamente moderado, en la entrevista que acaba de conceder a la revista Telva ha puesto de manifiesto una actitud arrogante, sin arrepentimientos, con una desmedida seguridad en sí mismo y una eufórica y hasta desafiante energía con la que, al parecer, podría retomar su carrera política.


Unas declaraciones sin desperdicio

En Telva, el ex presidente asegura no haber cometido nunca "ningún pecado" y dice no arrepentirse “de nada” porque "lo único que he hecho ha sido ganar elecciones […] y durante el invierno nuclear del gobierno de Zapatero (sic), hacer que Valencia alumbrara el camino del futuro de España".

Ajeno a la realidad de los malos indicativos económicos, los despilfarros en megaproyectos y las tramas de corrupción que se han evidenciado en la comunidad que él presidió, Camps asegura que "ahora que se ha puesto de moda la austeridad […] esa ha sido siempre mi bandera, porque austeridad es hacer hospitales, colegios, depuradoras, aeropuertos...".

En relación al vacío que no hace mucho le hizo la cúpula nacional de su partido, cuando todo pintaba mal para su futuro político, Camps manifiesta que “en todo momento” se sintió arropado y que las supuestas presiones del PP para que dimitiera no eran mas que “pura literatura”.

En un momento estelar de la entrevista, Francisco Camps desafía la sensatez y las estadísticas, a partes iguales, al asegurar que nueve de cada diez personas que trabajan para la Generalitat son o médicos o profesores. Y quedan los bomberos y la policía (sic)”. Una frase que, incluso en su contexto, se debe coger con pinzas para entenderla desde una óptica racional y sensata o simplemente para encontrarle algún sentido.

Mas adelante, despunta en Camps un megalómano arrebato de autoconfianza cuando dice estar “más preparado que nunca para ser presidente de la Generalitat Valenciana o del Gobierno”, para luego añadir: “Fui concejal del Ayuntamiento de Valencia y arreglé el tráfico en la ciudad. Y mire, aquí ya no existen los atascos". No contento, Camps añade que empezó “ordenando el tráfico y terminé dirigiendo todo el escenario, que es lo bonito, lo que a mí me gusta. Y es que, al final, mi bagaje es impresionante...”.

Son unas declaraciones que no necesitan ser comentadas, porque, además de ser preocupantes, hablan por si solas.


Megalomanía, narcisismo e histrionismo

En base a estas disparatadas revelaciones (y a muchas otras del pasado) así como a las singulares actitudes que han puesto en evidencia a este político desde febrero de 2009, tal parece que Camps haya rebasado los límites que separan la moderación del histrionismo y la modestia del narcisismo.

Consideremos que el comportamiento histriónico se caracteriza por una tendencia a la auto-dramatización, teatralidad y expresión emocional exagerada; predisposición a la efusividad y a considerar las relaciones como más íntimamente amistosas de lo que en realidad son y propensión a actuar de un modo teatral.

Por otro lado, el comportamiento narcisista se ajusta a un patrón de grandiosidad asociado a una necesidad de admiración que lleva implícitos rasgos de enaltecimiento, auto-importancia, proclividad a ejecutar fantasías de éxito o poder e inclinación a creerse “especial”, admirado y querido por los demás.


El por qué de las declaraciones a Telva

Apenas conocerse la entrevista concedida por Camps a Telva, muchos analistas políticos, así como fuentes próximas al PP, se han apresurado a especular con una estrategia del ex presidente autonómico para exigirle a Mariano Rajoy un cargo de responsabilidad como compensación a su exculpación en el “caso de los trajes” y, tal vez, una llamada de atención a Alberto Fabra anunciándole su deseo de regresar a la presidencia de Generalitat.

También se ha teorizado con que Camps amenace con crear un partido de corte regionalista tal y como Álvarez Cascos hizo en el Principado de Asturias, una maniobra que sin duda dividiría el voto a la derecha valenciana y haría peligrar la mayoría absoluta del PP.

Sin embargo, y esta es la opinión personal de quien escribe este artículo, es muy probable que ninguna de estas especulaciones sean ciertas y que no haya mas estrategia por parte de Camps que unos fuegos de artificio disparados en plena euforia de una entrevista que sin duda deseaba y ha exaltado un ego ya de por si enardecido tras su recién estrenado estatus de “no culpable”.


Colofón

Siendo que no hay una sentencia firme y considerando que el granero de los votos valencianos ha cubierto con creces las necesidades de Mariano Rajoy para los próximos cuatro años, no parece probable que el Presidente de Gobierno piense en Camps para ningún puesto de relevancia, al menos de momento y hasta que se enfríen las declaraciones, aun vivas en la memoria de todos, en las que Rajoy apoyó incondicionalmente a un Molt Honorable President cuando atravesaba sus peores momentos.


Alberto Soler Montagud

Médico y Escritor

domingo, 18 de marzo de 2012

EN NOVIEMBRE SE LES VOTÓ Y EN LAS FALLAS SE LES CRITICA... ¿ALGUIEN LO ENTIENDE?






A lo largo de la historia la fiesta de las fallas se ha caracterizado por una reivindicativa crítica social que en algunos momentos históricos de la dictadura franquista fue el único modo en que los valencianos podían manifestar su reprobación ante las arbitrariedades de unos gobernantes e instituciones entonces intocables. Las fallas eran una válvula de escape que cada mes de marzo, con el beneplácito de una censura que hacía la vista gorda, promovía las sonrisas de quienes interpretaban lo que los ninots insinuaban y lo que entre líneas sugerían los sencillos versos explicativos de cada efímero monumento antes de que el fuego los convirtiera en cenizas.

El meninfotismo valenciano

Si bien siempre he conseguido sintonizar, y hasta entablar una cómplice connivencia, con ese espíritu fallero (mitad humorístico, mitad denuncia) con el que muchos valencianos celebran la llegada del equinoccio de primavera, este año me ha resultado difícil asumir una característica idiosincrática (mas bien un rasgo) que se identifica y hasta define la valencianía y que, en la coyuntura socioeconómica actual, me avergüenza mas que nunca. Me refiero al “meninfotismo”, un término intraducible al castellano que podríamos definir como un “dejémoslo estar…”, “no vale la pena…”, “aguantemos y ya está…”, “total para qué…”.

Lo que critican las fallas de 2012

La resignación que indefectiblemente se asocia con el meninfotisme valenciano me ha hecho reflexionar, y hasta sentirme mal, estas fallas de 2012 al comprobar como el arte y la sátira que otros años me hacían sonreír, en esta ocasión me han embargado de una incómoda indignación.

Como cada año, en las fallas se ha conjugado una crítica al caricaturizar múltiples aspectos de nuestra vida social y política. Este año, en un porcentaje muy elevado, los jocosos vituperios surgidos de la inspiración de los artistas falleros han tenido como objetivo una severa reprobación a personajes como Francisco Camps, Carlos Fabra, Rita Barberá y tantos implicados e imputados de todos conocidos por su relación (presunta o no) con las tramas de corrupción política.

También ha sido monotemático un general reproche a la crisis, las circunstancias que nos han conducido a esta deplorable situación, sus responsables y sus principales perjudicados (las clases trabajadoras) mientras las grandes fortunas acabarán siendo beneficiadas o al menos incrementando su patrimonios al poder comprar inmuebles a precio de saldo a unos desesperados vendedores asfixiados por el crac.

Las fallas se hacen eco de los recortes

Como noticia de última hora, y como consecuencia de los recortes (es admirable la capacidad de los artistas para, en muy poco tiempo, modificar el “guión” de una falla y adaptarlo a la mas palpitante actualidad), proliferan por todas las calles y esquinas de la ciudad decenas de ninots representando a un amenazante Rajoy que, tijeras en mano, conmina con dejar en la ruina a los contribuyentes en general y a los funcionarios en particular.

Antes reíamos, ahora lloramos

Otros años, críticas de esta índole, así como también otras que aun no he mencionado como las alusivas a la manipulación informativa de Canal 9, los derroches y opulencias de una administración autonómica que ha dejado en quiebra a la Comunidad Valenciana, las acusaciones de financiación irregular del partido que ostenta el poder, los casos de prevaricación y un triste y largo etcétera, me habrían hecho sonreír.

Pero hoy, en plenas fiestas falleras de 2012 y a menos de tres meses de la últimas elecciones generales, no puedo menos que considerar improcedentes las jocosas manifestaciones de las masas adocenadas que ríen con ganas las críticas a sus gobernantes mientras se deleitan con los sugestivos monumentos que engalanan la ciudad Valencia.

Por qué los censuráis si hace poco les votasteis

Ante tanta desfachatez y tantas caras risueñas que comen buñuelos y miran con admiración a uno y otro lado sin dejar de sonreír, no puedo evitar preguntarme: si tanta gracia les hace que las fallas critiquen a los políticos valencianos, si tan corruptos los consideran, si tan salvajes y censurables les parecen las medidas de los recortes ¿podría alguien explicarme porque la mayoría de los valencianos lleva tantos años votando al PP? ¿por qué se premia a la corrupción en las urnas? ¿porqué se indignan y asustan de Mariano Rajoy y sus enormes tijeras quienes hace menos de tres meses le otorgaron una mayoría absoluta para que hiciara lo que quisiera con la ayuda de los poderes fácticos que apoyan a su partido?

No diré nada mas.

Buenas fallas y buena suerte.


Alberto Soler Montagud

viernes, 16 de marzo de 2012

HAY HERENCIAS QUE PASAN FACTURA



(Viñeta publicada en El Mundo 16-03-12)


Que no Sr. Rajoy, que no todos sus males son consecuencia de la nefasta herencia que le dejaron tanto el insulso Zapatero como los malvados socialistas.
Hay muchas mas herencias, se lo aseguro.
Hágame usted caso.

Hay herencias envenenadas, legadas por "amigos del alma".
Herencias que le será difícil (y con sus luces, tal vez imposible) administrar.
Herencias "choriceras" (con secuelas hasta de sangre azul y palmaria) que cavan profundos agujeros que conducen directo al infierno a través de un amplio y voraz cráter llamado crisis que obliga a quienes mandan (y no crea que son ustedes, no sea iluso) a mostrarse agresivos en la invasiva y sangrante cirugía de los recortes.


MAMÁ, QUIERO SER PRESIDENTE

Mire usted señor Rajoy, me consta que le hacía ilusión, y mucha, ser el mandamás del PP y también el presidente de España (una, grande y libre). Pero por lo que pueda ser, y en prevención de lo que esté por llegar, le recomendaría que se dedicara a disfrutar plenamente de sus años de gloria siendo que tal vez ésta sea su única y última legislatura.

Como si fuera un radiante y ufano emperador, dedíquese a contemplar esta nueva Hispania que hoy es suya. Mírela, altivo, a la grupa de una enorme y blanca gaviota mientras sobrevuela el inmenso y azul cielo patrio. Y no haga nada mas.
No es necesario.
Pues Alemania, Francia y los poderes tácticos nacionales van a ocuparse de todo. De hecho lo están haciendo. Incluso antes de que usted fuera el flamante presidente que ahora es.


UN FUTURO ASEGURADO

Y en lo concerniente a su futuro a medio y largo plazo, quiero que esté tranquilo don Mariano.
No se me altere por favor.
Y sobre todo, no se preocupe por y para nada.

Como dice el Eclesiastés: "Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora".

Cada cosa, pues, a su tiempo señor Rajoy, y así, cuando las urnas decidan "despacharlo" de la Moncloa, tenga la tranquilidad de que trabajo, lo que se dice trabajo (o sea, pasta gansa de sobra sin tener que hacer demasiados esfuerzos), nunca le va a faltar.

No le será necesario vestirse de gris en cuerpo y alma. Nada de ser un triste "Registrador de la Propiedad", porque, sinceramente, entre nosotros: ¿se atrevería a trabajar como funcionario después de como está sangrando su partido a los empleados públicos? ¿A que no don Mariano?

Pero, insisto en que no pase apuros, pues estoy seguro de que alguien tiene pensado para usted un cargo, y hasta un despacho que le aguarda en la planta noble de alguna de las empresas (quien sabe si hasta un banco) que presiden esos millonarios a los que tan bien les está sentando la crisis y que tanto miman esas severas (al menos para la chusma) medidas económicas como la reforma laboral.


CONSEJO FINAL A RAJOY

En relación a la viñeta que ilustra y ameniza estas reflexiones, por las marcas que se aprecian, presuntamente dejadas por unos descomunales pelucos, en la depilada muñeca del occiso, intuyo que la mano del muerto que intenta arrastrar a Rajoy bajo tierra es la de Ricardo Costa.

En cualquier caso, sea Costa o sea quien sea quien yazca en esa tumba "gürteliana", le recomendaría al señor Presidente de Gobierno que suba cuanto antes a la grupa de su gaviota y salga del Camposanto tan rápido como le sea posible y bien agarrado al cuello de su ave plumífera oficial.

De nada y a mandar don Mariano. Hoy por ti y mañana por ti también.

Alberto Soler Montagud

lunes, 5 de marzo de 2012

SENADO, GASTO ARMAMENTÍSTICO, DIPUTACIONES Y RECORTES




Imaginemos que, mientras persista la situación de emergencia que ha impuesto la actual crisis, el Senado desapareciera, tal cual lo conocemos, y los senadores fueran sustituidos por un equipo de “políticos jubilados” que, a modo de "Consejo de Expertos Senior", mantuviera en activo una Cámara que según algunos expertos es tan prescindible como innecesaria.

Es muy probable que fuera suficiente con uno, o a lo sumo dos, "senadores senior" por cada Comunidad Autónoma, aunque podría ampliarse la representatividad otorgando un senador por provincia a fin de contentar a los mas reticentes.

Es ilustrativo conocer el dato de que en el Senado de los EEUU hay solo dos miembros por cada estado, es decir un total de 100 senadores, lo que equivale a uno por cada tres millones de americanos, mientras que en el Senado español nos representan 266 senadores, lo que equivale a uno por cada ciento setenta mil habitantes. Son cifras que hablan por si solas.

El sueldo de los nuevos senadores

Sería deseable seríaque cada componente del nuevo Senado no percibieran mas remuneración que la que ya cobra por su pensión como ex-político.

Convendría que esta modificación de la Cámara Alta se mantuviera hasta que se normalizara la situación económica, o incluso se mantuviera de modo permanente si no se demostraba un menoscabo en las funciones del Senado y se evidenciaba un considerable ahorro en despachos, sueldos de altos cargos y cargos intermedios, secretarios y secretarias, coches oficiales, dietas y demás dispendios cuyo mantenimiento parece hoy superfluo mientras se cuestiona la utilidad del Senado y la ciudadanía soporta unos recortes que ya repercuten en sus necesidades básicas.

Sacrificios para todos

Cuando se le está pidiendo al pueblo muchos y grandes sacrificios, bueno sería que quienes nos gobiernan (y quienes gobernaron y ahora están en la reserva) sorprendieran a la ciudadanía con un gesto noble y altruista como sería su ofrecimiento como eméritos que aportaran su experiencia a un "nuevo Senado".

A los reticentes habría que argumentarles que no es justo que mientras nuestra nación atraviesa una situación excepcional (en la que todo parece a punto de irse al traste) no se tomen medidas valientes y también excepcionales como la reforma del Senado. Esto solo para empezar, porque, sin duda se podrían hacer muchas mas cosas.

Gasto armamentístico

Otra de las interesantes medidas que muchos apuntan (no como consecuencia de la crisis, sino desde hace muchos años) es una reducción del gasto armamentístico como la que hace pocas semanas planteó el presidente Obama en su país al proponer un recorte de un veinte por ciento en el capítulo de defensa. Resulta incomprensible que con nuestra tasa de desempleo, el desmoronamiento de la clase media y los recortes que se están aplicando a partidas tan delicadas como sanidad y educación, aun ningún gobernante (de este gobierno ni del anterior) se haya atrevido a decir: "aquí no se compra un solo fusil hasta que la situación económica no mejore".


Diputaciones Provinciales

Otros organismos oficiales cuya desaparición no ocasionaría mas que un alivio para las arcas del Estado, serían las caducas y decadentes Diputaciones Provinciales que, en la actual España de las Autonomías. carecen de sentido. No hay mas que comprobar como las Comunidades Autónomas uniprovinciales, que carecen de diputaciones, tienen asegurados los servicios básicos en todos sus pueblos y aldeas por minúsculos y recónditos que éstos sean.

Colofón

Parece obvio que estas y otras medidas suavizarían el peso económico, impositivo y tributario que hoy recae sobre los ciudadanos. Sin embargo, y aunque la experiencia demuestre que aplicar el sentido común es sencillo y resolutivo en la resolución de situaciones complicadas, esa misma experiencia nos dice que el sentido común es, en ocasiones, el menos común los sentidos.

Alberto Soler Montagud