jueves, 27 de diciembre de 2012

CARTA ABIERTA A IGNACIO GONZÁLEZ, PRESIDENTE DE LA COMUNIDAD DE MADRID






Señor González, entiendo que esté usted nervioso debido a las legales y legítimas huelgas que llevan a cabo estos días los trabajadores de televisión autonómica madrileña, los profesionales de la Sanidad y los trabajadores del Metro de Madrid. Entiendo que le resulte duro llevar a sus espaldas el peso que la señora Aguirre, inteligentemente y con muy buena visión de futuro, decidió que no recayera sobre las suyas al optar por una oportuna renuncia. Pero lo que no puedo entender, compartir ni tolerar es que, desbordado por la situación, diga que "es hora de quien tenga competencia regule las huelgas, sobre todo las del sector público, porque se está abusando de este derecho de manera insolidaria e injusta". ¿Qué desfachatez es esta?
Hoy miércoles 26 de diciembre de 2012 les ha pedido los profesionales de la sanidad madrileña que "no jueguen" con la salud de los ciudadanos y les ha recordado que "no se puede utilizar a los pacientes ni a los enfermos para reivindicaciones laborales, por muy legítimas que estas sean". Por mi parte, y del mismo modo, quisiera recordarle, señor Gonzáles, que es el partido al que usted pertenece el que no debería “jugar” con la salud de los madrileños ni “utilizar” a su antojo a los pacientes y enfermos que les votaron y a quienes engañaron con unas promesas electorales que son incapaces de cumplir al amparo de una herencia recibida con la que quieren tapar su incompetencia y que, a estas alturas y tras un año de gobierno deberían estar ya resueltas y descontadas, máxime cuando las peores ‘herencias’ que el señor Rajoy recibió procedían de comunidades autónomas gobernadas por ustedes durante el zapaterismo.
Dice usted, señor presidente que "los madrileños tienen derecho a ser atendidos por los profesionales sanitarios porque pagan sus impuestos" y que “no se debe utilizar los servicios públicos de salud para reivindicaciones particulares, sindicales o profesionales a costa de los ciudadanos", pero no tiene la honradez de reconocer que las urgencias se están atendiendo debidamente durante la huelga ni tampoco dice nada de los derechos de un colectivo –el sanitario– al que su gobierno está sumiendo en una precariedad de condiciones de trabajo, cercenando además sus derechos y recortándoles salvajemente las retribuciones hasta dejarlas muy por debajo de las responsabilidades que tienen que asumir.
Le parece a usted mal que quienes están ejerciendo su derecho a la huelga “utilicen los servicios públicos de salud para reivindicaciones particulares, sindicales o profesionales” pero calla ante el hecho de que su partido “utilice” instituciones las Cortes Españolas o los Parlamentos Autonómicos para llevar a cabo una enloquecida campaña de privatizaciones de lo público.
Dice, señor González, que la huelga en la sanidad madrileña se basa en argumentos "absolutamente falsos" porque la Comunidad no piensa “privatizar, ni vender, ni quitar prestaciones a los ciudadanos ni a exigir que se cobre por los servicios" cuando es algo que ya se está haciendo y es más que evidente que detrás de unas inocentes ‘externalizaciones’ de servicios se esconde una campaña de acoso y derribo de la sanidad pública cuyos beneficiarios finales serán las compañías y las mutuas que acaben haciéndose cargo de la salud de los españoles si nadie con dos dedos de frente y tres dedos de sensibilidad moral y social lo impide.
No contento con tanto despropósito, señor González, se atreve usted a exigir que “se regule el derecho a la huelga porque los sindicatos están abusando de ella”. Sin embargo, los hechos demuestran que los únicos que “abusan” son quienes, al amparo de una mayoría absoluta descaradamente prepotente, quieren instaurar un modelo neoliberal, privatizar todo lo que se les ponga por delante, acabar con cualquier estado de bienestar que no pueda pagarse y re-pagarse, y al mismo tiempo tener la desfachatez de decir que están haciendo una política del pueblo y para el pueblo.

Si me admite un consejo, señor Gonzáles, creo que debería hacérselo ver porque, tal y como plantea la situación y el modo en que está abordando el conflicto de las huelgas, con todo mi respeto se lo digo,  anda usted equivocado si cree que va a salir fresco y lozano del atolladero en que la señora Aguirre le metió al designarle su sucesor. Eso si que es una ‘herencia’ y lo demás tonterías.

Alberto Soler Montagud

miércoles, 26 de diciembre de 2012

FOTO DEL AÑO: ¿POR QUIEN DOBLAN LAS CAMPANAS, SEÑOR RATO?







Como siempre que acaba un año, los medios muestran cierta proclividad a los balances así como a destacar los acontecimientos más impactantes o escoger al personaje, la foto, la canción, el libro o la frase del año por poner algunos ejemplos. Viene esto a colación de una fotografía que, a lo largo de 2012, ha aparecido en incontables ocasiones tanto en prensa como en televisión. Se trata de una imagen que habla por si sola y que reúne méritos suficientes para ser considerada como la foto del año 2012 aunque, curiosamente, no se tomara ese año sino el 20 de julio de 2011, el mismo día en que Bankia salió a bolsa.


Radiografía de un coloso derrumbado
En la instantánea en cuestión podemos ver aun sonriente y triunfador Rodrigo Rato tañendo una campana cuyo sonido marcó la salida a Bolsa de la entidad bancaria que entonces dirigía: Bankia.
Se trata del mismo Rato que fue vicepresidente segundo del Gobierno (1996-2003) que auspició la reforma de la Ley del Suelo de 1998 y que tomó medidas que insuflaron la burbuja inmobiliaria que años después nos estallaría a todos, en la cara y en los bolsillos.
El mismo Rato que en 2004 accedió al cargo de Director Gerente del FMI y que en 2007 dimitió (por motivos aun no aclarados) sin llegar a verse involucrado en la quiebra de Lehman Brothers y el consiguiente comienzo de la primera crisis económica; una hábil y cobarde huída sin haber tomado medidas para prevenir la debacle.
El mismo Rato a quien la revista económica Bloomberg designó como el quinto peor CEO de 2012 por su incompetente actuación al frente de Bankia.
El mismo Rato, ya imputado, que hace unos días ha declarado en la Audiencia Nacional para dar su versión de la salida a bolsa de Bankia en julio de 2011, su intempestiva retirada como director de la misma en mayo de 2012 y para responder de las circunstancias que desencadenaron la nacionalización de la entidad financiera, ante las que el señor Rato negó cualquier tipo de responsabilidad y ha culpabilizado tanto a Zapatero como a Rajoy y al Banco de España.

¿Por qué precisamente ésta como foto del año?
La foto en cuestión, además de mostrar a un hombre derrochando satisfacción y orgullo por los cuatro costados, pone rostro a tantos y tantos políticos, banqueros, empresarios, sindicalistas y vaya usted a saber cuanta fauna más de individuos ambiciosos y sedientos de poder a quienes nada importa el estado de bienestar, la libertad y los derechos de los ciudadanos, así como tampoco la justicia y la igualdad siempre y cuando se antepongan a sus propios intereses.

No es mi intención denunciar al señor Rato como portador de los valores negativos antes enunciados, Dios me libre. Como tampoco lo es afirmar que todos los políticos, banqueros y empresarios sean tan proclives al egoísmo social y antepongan sus beneficios personales al bienestar colectivo. Ni mucho menos. Tan solo intento transmitir lo que muchas veces he sentido al contemplar esta foto y como me ha hecho evocar el recuerdo de esos individuos que aman el poder por encima de todas las cosas y utilizan a las personas para obtener de ellas cualquier tipo de beneficio.


Perfil del triunfador ambicioso y pérfido

Hay una serie de hombres y mujeres que desde el mundo de la política, las finanzas y la empresa, controlan al resto de la humanidad interpretando unos papeles que los hace deseables como líderes cuando, en realidad, son seres deleznables que solo buscan enriquecer su ego y su bolsillo.

Son individuos que constantemente actúan, mienten y fingen una sensibilidad que les es ajena. Maestros en el arte de la manipulación, usan a los demás como unos objetos que solo les sirven para obtener poder.

Aman tanto la supremacía que, una vez la alcanzan, es difícil hacer que se desprendan de ella. Tanto es así que, para mantener el poder, llegan a promover grandes desastres (económicos o políticos) para luego erigirse como salvadores. Por ello sus nombres se asocian tantas veces, directa o indirectamente, a crisis económica o bélicas a lo largo de la historia de la humanidad.

Tan obsesionados están por el mando y las riquezas que no soportan la frustración cuando algún plan se sale de sus esquemas. Es entonces cuando llegan a cometer errores y actos de negligencia que niegan con empecinamiento aunque sus manejos queden en evidencia para quienes confiaron en ellos.


Conclusión

Insisto en que no es mi intención considerar al señor Rato como representante del club de personajes ambiciosos y pérfidos cuyo perfil acabo de describir. Y en todo caso, no me correspondería a mi juzgarlo sino, mas bien a su conciencia y a quienes dictaminen si ha cometido algún delito que sea merecedor de castigo.






Sin embargo, sí que quiero resaltar el valor fotográfico de una imagen (mi propuesta como foto del año 2012) como transmisora de un mensaje de euforia, tal vez fingida, durante la presentación de un proyecto que, como Bankia, nació muerto y para mas inri se decidió que cotizara en bolsa cuando nada valía.

Resaltar también el doloroso contraste entre los perjudicados de una terrible crisis económica y la opulencia en la que están instalados quienes la ocasionaron, enriqueciéndose incluso como consecuencia de la misma.

Resaltar la terrible y eterna dualidad entre la riqueza y la pobreza  (y también la opresión y la sumisión) que inexorablemente se asocia la historia de la humanidad, así como la bipolaridad de esos individuos cuyas biografías circulan por un tobogán de ascensiones y caídas, euforias y depresiones, en las que los beneficios de las primeras son siempre personales mientras que las consecuencias de las segundas, siempre van en detrimento del bienestar colectivo.


Colofón

Dijo Platón, que sólo deberíamos permitir que nos gobernaran quienes no tienen anhelos de poder. Una utopía con la que me despido hasta 2013, deseando a todos un feliz presente y futuro.

lunes, 17 de diciembre de 2012

RUBALCABA, TOMÁS GÓMEZ... Y DIOS DIRÁ





En la última reunión Consejo Territorial del PSOE  del pasado 15 de diciembre, el máximo representante de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, le pidió a Alfredo Pérez Rubalcaba que fuera “generoso” y cediera el testigo “a personas nuevas con ideas nuevas” como clara reivindicación de unas inminentes primarias y un congreso extraordinario. La totalidad de los barones socialistas calificó esta propuesta de “extemporánea” (y en privado, de “extravagante, dañina para el partido y ridícula") y por su parte, Rubalcaba dijo sentirse el "secretario general de todos los socialistas" y apostar por unas primarias a celebrar entre las europeas de 2014 y las autonómicas de 2015. Al ser preguntado sobre si pensaba concurrir a las mismas y repetir como candidato en las generales de 2015, Rubalcaba respondió con un "Dios dirá" que ha dado pie a múltiples y disparatadas interpretaciones.

¿Es Rubalcaba solo ‘pasado’ y no futuro?

En clara sintonía con el desprestigio que afecta a la clase política española, el PSOE no inspira confianza a millones de electores que no le votarán hasta que no emerja desde las bases un líder que marque un punto y aparte en las directrices del partido.

Tirando de hemeroteca, un barómetro previo al 20 de noviembre de 2011 informaba de que las bases del PSOE preferían como cabeza de lista a Eduardo Madina (21%) seguido de Carme Chacón y Tomás Gómez (ambos con un 20%) y en un porcentaje algo inferior Patxi López (18%). Eran unos resultados que se alejaban de la disyuntiva del entonces binomio ‘Rubalcaba versus Chacón’ y anticipaban la alternativa actual en la que Rubalcaba es vistos por muchos como un obstáculo para la regeneración y, a su vez, desean un nuevo líder que, como sucediera con el Felipe Gonzáles de la transición, represente el futuro y transmita ilusión y esperanza.


Urge un cambio a la izquierda

Habida cuenta de lo que la derecha ha hecho durante el último año, nuestra vilipendiada nación necesita un cambio hacia la  izquierda como único modo de frenar una enloquecida eclosión de privatizaciones (que promete beneficiarán a los pudientes inversores y no a la ciudadanía) y una pérdida progresiva del estado de bienestar de quienes antes eran clase media y hoy atraviesan el umbral de la pobreza.

Pero no es solo el gobierno quien necesita virar a la izquierda. Si el PSOE aspira a hacer algo positivo por mejorar la situación económica del país y recuperar la ilusión de sus votantes, debería experimentar una renovación ideológica que le aleje del centrismo y le reconvierta en el partido de izquierdas que las bases y las circunstancias reclaman.


Tomás Gómez y el rey desnudo de la fábula

En este contexto, solo Tomás Gómez, al menos por ahora, ha sido capaz de decir (pero no el único en pensarlo) que el rey está desnudo, aunque todo el pueblo lo sepa y no se atreva a decirlo como en el famoso cuento de Hans Christian Andersen.

Con estas reflexiones, solo intento analizar unos hechos y no postular a favor de Tomás Gómez como alternativa para un cambio, al menos por ahora, sino mas bien enfatizar en la necesidad de ese cambio. Tiempo habrá después para ser más explícito al mostrar mis preferencias.

Me remito pues a los hechos 
y, aunque no haya transcurrido un año desde el Congreso Federal de Sevilla, considero que la situación económica del país, el declive del partido socialista y la necesidad de savia nueva y fresca, no aconsejan mantener hasta 2015 una situación que empeorará si se opta por el inmovilismo.


Conjugar en futuro y no en pretérito

Para muchos, Rubalcaba se está haciendo invisible y guarda un  silencio  demasiado 'prudente' ante el modo de gobernar del PP, tanto que podría sugerir complicidad o pasividad a la espera de un desgaste de los populares como ellos hicieran con Zapatero.

Personalmente, no admito la hipótesis de que el PSOE comulgue con el modus operandi del PP ni tampoco que sea tan inoperante como algunos nos quieren hacer ver. Sin embargo, me reafirmo en la percepción de que algo  está fallando cuando más necesario es contar con un PSOE unido y combativo que acabe con la connivencia entre el poder financiero y el gobierno popular  y su interesada política beneficiosa para pocos y ruinosa para casi todos.  

Urge que el PSOE se reorganice en profundidad. Se impone un cambio que, sin ser improvisado, no se demore hasta dentro de tres años. Un cambio diseñado minuciosamente, sin demagogias, sin 'ventajistas' que busquen ganancias en aguas revueltas y con líderes que sepan cuando ha llegado el momento de cerrar una etapa y ceder el testigo a personas nuevas con ideas nuevas tal y como Tomás Gómez le pidió a Rubalcaba convirtiéndose en portavoz del clamor de un amplio sector de las bases del partido.

El PSOE necesita un líder carismático que contribuya al renacimiento y a la renovación del partido. Un líder que sea capaz de recuperar las ilusiones perdidas. Un líder que sepa conjugar en futuro los verbos que desde hace  mucho se están formulando en tiempos pretéritos. Un líder, preferiblemente nacido alrededor de 197o y, sobre todo, que emerja desde el anhelo de cambio de quienes, tengan o no carnet del partido, quieran sentir de nuevo el deseo de votar socialista. 


Alberto Soler Montagud

https://twitter.com/TitanSoler

martes, 11 de diciembre de 2012

HAY PSICÓPATAS EN LA POLÍTICA, LA BANCA Y EL MUNDO EMPRESARIAL







Los psicópatas son individuos patológicamente satisfechos consigo mismos y con una ambición sin límites que les lanza en busca  de riqueza y poder sin importarles los perjuicios que puedan ocasionar con su desprecio hacia las propiedades y los  sentimientos de los demás mientras ellos no sienten culpa o remordimiento alguno.

Aunque es corriente identificar a los psicópatas con los asesinos en serie,  la inmensa mayoría de los psicópatas nunca matan (al menos directamente) ni están recluidos en la cárcel o en instituciones psiquiátricas ya que viven integrados en la sociedad sin despertar sospechas sobre su condición; interpretan un papel de individuos encantadores, inteligentes y seductores y fingen una empatía que no sienten mientras ejercen su poder a costa de infligir daño a los demás.


Sistema capitalista y psicópatas

El rasgo distintivo de los psicópatas es no sentir nada por los demás, pero saber fingirlo. Y por desgracia, el sistema capitalista en el que vivimos inmersos, tiende a recompensar a estos seres perversos con poder y dinero a permitirles pasar desapercibidos bajo un aura emprendedora de falsa empatía que les catapulta al éxito en ámbitos como la banca, el mundo empresarial y también en la política.

Así planteado, los psicópatas más peligrosos no serían los ‘serial killers’ que aparecen en las películas y en las series de televisión como ‘Dexter’ sino otro tipo de ‘asesinos’ inteligentes y triunfadores a quienes les encanta desenvolverse en la política y en los negocios. Muchos de ellos son protagonistas de grandes escándalos financieros que han sido ­–y siguen siendo– noticia en nuestra podrida sociedad y que sin duda el lector tendrá ahora en su mente.

Psicópatas de cuello blanco
Psicópatas de cuello blanco son quienes desde, sus cargos políticos, se enriquecen a costa del dinero público y también aquellos que desde bancos y empresas engañan y roban, sin escrúpulos ni remordimientos, a miles de pequeños ahorradores a los que llegan a incitar al suicidio tras arruinarlos o  desahuciarlos de sus vivienda.
A estos psicópatas les encanta encandilar a las masas, vociferar en mítines, pontificar normas éticas (que ellos incumplen) en tertulias televisivas y lanzar vacuos y pomposos discursos en los consejos de administración de las empresas que presiden.
Son seres perversos que muestran una pasmosa serenidad en sus actuaciones. 
Seductores y divertidos en sus relaciones sociales, nunca aburren, contagian dinamismo y actúan impulsivamente, a ráfagas, siempre en su propio interés y sin pensar a largo plazo en las consecuencias de sus irreflexivas actuaciones.

Los políticos psicópatas
Políticos psicópatas son unos presuntos servidores públicos que trabajan única y exclusivamente para sí mismos, a pesar de que digan lo contrario y se aferran patológicamente al poder, tanto que les cuesta delegar y les es casi imposible dimitir cuando son descubiertos en una ilegalidad.

A diferencia de un político normal (que suele saber cuando le llega el momento de abandonar su cargo), los políticos psicópatas repiten en su puesto tantas veces como les es posible. Les gusta rodearse de aduladores y colaboradores mediocres y maleables y son propensos a insultar a sus rivales así como a buscar –cuando no crear– conflictos para erigirse en mesiánicos salvadores.

El político psicópata carece de esa habilidad emocional llamada empatía —la capacidad de saber ponerse en el en lugar de los demás— pero finge poseerla. 

Vive en la creencia de que todo (personas incluidas) tiene que estar a su servicio, pierde los papeles si se frustran sus planes y es justo entonces cuando puede cometer errores de los que nunca llega a  aprender.

Los políticos psicópatas y los ‘serial killer’ que mencionábamos al principio comparten en sus perfiles psicológicos rasgos de anteposición del fin a los medios, incapacidad para el arrepentimiento y el remordimiento, arrogancia y propensión a tomar de sin margen para la reflexión o la duda.

Los libros de historia están llenos de políticos que se ajustan a estas características (Stalin, Hitler, Pinochet, Somoza…) y nos informan de que en ciertos momento de crisis social, política y económica como los que actualmente atravesamos, es posible que algunos políticos psicópatas con un alto grado de perversidad, aprovechen las aguas revueltas para intentar acceder al poder después de que otros psicópatas, de menor relevancia (pero idéntico modus operandi), les hayan allanado el terreno desde la banca, el mundo empresarial y, como no, también desde la política.


Hay que mantenerse alerta ya que el mejor modo de acabar con estos monstruos es aprender a no elegirlos, pues una vez acceden al poder suele ocurrir que solo un psicópata de su talla o una guerra consiguen hacerles frente.


Alberto Soler Montagud

https://twitter.com/TitanSoler