lunes, 17 de diciembre de 2012

RUBALCABA, TOMÁS GÓMEZ... Y DIOS DIRÁ





En la última reunión Consejo Territorial del PSOE  del pasado 15 de diciembre, el máximo representante de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, le pidió a Alfredo Pérez Rubalcaba que fuera “generoso” y cediera el testigo “a personas nuevas con ideas nuevas” como clara reivindicación de unas inminentes primarias y un congreso extraordinario. La totalidad de los barones socialistas calificó esta propuesta de “extemporánea” (y en privado, de “extravagante, dañina para el partido y ridícula") y por su parte, Rubalcaba dijo sentirse el "secretario general de todos los socialistas" y apostar por unas primarias a celebrar entre las europeas de 2014 y las autonómicas de 2015. Al ser preguntado sobre si pensaba concurrir a las mismas y repetir como candidato en las generales de 2015, Rubalcaba respondió con un "Dios dirá" que ha dado pie a múltiples y disparatadas interpretaciones.

¿Es Rubalcaba solo ‘pasado’ y no futuro?

En clara sintonía con el desprestigio que afecta a la clase política española, el PSOE no inspira confianza a millones de electores que no le votarán hasta que no emerja desde las bases un líder que marque un punto y aparte en las directrices del partido.

Tirando de hemeroteca, un barómetro previo al 20 de noviembre de 2011 informaba de que las bases del PSOE preferían como cabeza de lista a Eduardo Madina (21%) seguido de Carme Chacón y Tomás Gómez (ambos con un 20%) y en un porcentaje algo inferior Patxi López (18%). Eran unos resultados que se alejaban de la disyuntiva del entonces binomio ‘Rubalcaba versus Chacón’ y anticipaban la alternativa actual en la que Rubalcaba es vistos por muchos como un obstáculo para la regeneración y, a su vez, desean un nuevo líder que, como sucediera con el Felipe Gonzáles de la transición, represente el futuro y transmita ilusión y esperanza.


Urge un cambio a la izquierda

Habida cuenta de lo que la derecha ha hecho durante el último año, nuestra vilipendiada nación necesita un cambio hacia la  izquierda como único modo de frenar una enloquecida eclosión de privatizaciones (que promete beneficiarán a los pudientes inversores y no a la ciudadanía) y una pérdida progresiva del estado de bienestar de quienes antes eran clase media y hoy atraviesan el umbral de la pobreza.

Pero no es solo el gobierno quien necesita virar a la izquierda. Si el PSOE aspira a hacer algo positivo por mejorar la situación económica del país y recuperar la ilusión de sus votantes, debería experimentar una renovación ideológica que le aleje del centrismo y le reconvierta en el partido de izquierdas que las bases y las circunstancias reclaman.


Tomás Gómez y el rey desnudo de la fábula

En este contexto, solo Tomás Gómez, al menos por ahora, ha sido capaz de decir (pero no el único en pensarlo) que el rey está desnudo, aunque todo el pueblo lo sepa y no se atreva a decirlo como en el famoso cuento de Hans Christian Andersen.

Con estas reflexiones, solo intento analizar unos hechos y no postular a favor de Tomás Gómez como alternativa para un cambio, al menos por ahora, sino mas bien enfatizar en la necesidad de ese cambio. Tiempo habrá después para ser más explícito al mostrar mis preferencias.

Me remito pues a los hechos 
y, aunque no haya transcurrido un año desde el Congreso Federal de Sevilla, considero que la situación económica del país, el declive del partido socialista y la necesidad de savia nueva y fresca, no aconsejan mantener hasta 2015 una situación que empeorará si se opta por el inmovilismo.


Conjugar en futuro y no en pretérito

Para muchos, Rubalcaba se está haciendo invisible y guarda un  silencio  demasiado 'prudente' ante el modo de gobernar del PP, tanto que podría sugerir complicidad o pasividad a la espera de un desgaste de los populares como ellos hicieran con Zapatero.

Personalmente, no admito la hipótesis de que el PSOE comulgue con el modus operandi del PP ni tampoco que sea tan inoperante como algunos nos quieren hacer ver. Sin embargo, me reafirmo en la percepción de que algo  está fallando cuando más necesario es contar con un PSOE unido y combativo que acabe con la connivencia entre el poder financiero y el gobierno popular  y su interesada política beneficiosa para pocos y ruinosa para casi todos.  

Urge que el PSOE se reorganice en profundidad. Se impone un cambio que, sin ser improvisado, no se demore hasta dentro de tres años. Un cambio diseñado minuciosamente, sin demagogias, sin 'ventajistas' que busquen ganancias en aguas revueltas y con líderes que sepan cuando ha llegado el momento de cerrar una etapa y ceder el testigo a personas nuevas con ideas nuevas tal y como Tomás Gómez le pidió a Rubalcaba convirtiéndose en portavoz del clamor de un amplio sector de las bases del partido.

El PSOE necesita un líder carismático que contribuya al renacimiento y a la renovación del partido. Un líder que sea capaz de recuperar las ilusiones perdidas. Un líder que sepa conjugar en futuro los verbos que desde hace  mucho se están formulando en tiempos pretéritos. Un líder, preferiblemente nacido alrededor de 197o y, sobre todo, que emerja desde el anhelo de cambio de quienes, tengan o no carnet del partido, quieran sentir de nuevo el deseo de votar socialista. 


Alberto Soler Montagud

https://twitter.com/TitanSoler

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