jueves, 26 de febrero de 2009

EL POEMA DEL TITÁN



Reproduzco un poema que aparece en la novela "El legado de un Titán" a fin de que aquellos lectores más avezados logren descubrir una serie de detalles asombrosamente coincidentes con ciertos datos biográficos del compositor Gustav Mahler.

En una próxima entrada de LA INFINITA ESPIRAL intentaré esclarecer el "enigma".



EL POEMA DEL TITÁN

(Poema alemán del siglo XVI)


I.

Tú que creaste un Titán
Cuando iniciaste el viaje y la fuerza aun te impulsaba,
Yaces bajo una fría y pesada losa
Y tus huesos no son más que un desordenado amasijo
Que conforma un triste recuerdo de lo que en tu vida fuiste

II.

Tú que encumbraste tu alma y la elevaste
a la cima de tu inspiración.
Tú que sentiste el temor de sentirte eclipsado por su poder
Y en plena flor de su vida la anulaste.
Ahora, cuando no eres mas que un amasijo de huesos
Que bajo una fría y pesada losa se funden con la tierra,
Buscas desesperadamente a tu alma desde el infierno de tu eterna soledad.
Y la encuentras en cada uno de tus días
Pues ella está cerca, muy cerca de ti.

III.

Tu alma yace donde el sol se oculta cada tarde,
Allí donde el día ve nacer a la noche.
Pero sabes que ya no te pertenece.
Ahora que solo eres un amasijo de huesos
Que bajo una fría y pesada losa
Aguardan en vano la llegada de una ansiada Resurección.

IV.

Porque justo entre el lugar donde se pudren tus huesos
Y donde tu venerada alma reposa,
Justo en la mitad del camino que une vuestras dos moradas
Hallarás la respuesta que hará brotar la luz de entre las densas tinieblas que hoy componen
la macabra sinfonía de tus dudas.
Allí, en la mitad del camino entre tu alma y tus huesos, aguarda paciente esa ansiada recompensa
Que solo llegará a poseer su digno merecedor.
Aquél capaz de encontrarla.

V.

No esperes en vano resurgir alguno.
Solo cuando escuches el llanto de los niños muertos
Y puedas unir tu voz al disonante coro de los mil titanes,
Solo entonces, comprenderás a aquellos que hoy recuerdan tus gestas y aun ensalzan tus miserias.
Aquellos que hoy reviven y completan lo que jamás culminaste.

VI.

Ahora, cuando yaces bajo una pesada y fría losa,
Ahora que tus huesos no son mas que un desordenado y putrefacto amasijo,
Ahora que te has convertido en un solitario recuerdo de lo que en tu vida fuiste,
Ahora que ya no eres

LA INFINITA ESPIRAL


Casi sin saber lo que es un blog me atrevo a deslizar las yemas de los dedos sobre el teclado de mi portátil en lo que considero un arriesgado intento de dejar plasmados alguno de mis pensamientos.

Ignoro, al menos por ahora, si esta primera entrada que publico será o no la única que escriba.

¿Por que lo hago entonces?

Sencillamente porque he sentido como la infinita espiral de mis pensamientos me ha lanzado en caída libre al vacío de una necesidad, tal vez tan fugaz como efímera, que me incita a escribir y compartir. Tal y como ahora estoy haciendo cuando me invade un repentino deseo de reflexionar acerca de algunas de mis pasiones y expresar mi inquietud por aquellos temas que me absorben tanto como me atrapan dándome tanto placer como dudas me generan: la música de Gustav Mahler, la religión, el arte como herramienta al servicio de la mente, la muerte como destino inexorable y estación de término de un trayecto jalonado de paradas que marcan y cincelan nuestra existencia enriqueciéndola en experiencia y madurez.

Pero hoy no hablaré de ninguno de estos temas.

Tan solo quiero dejar constancia del nacimiento de LA INFINITA ESPIRAL.

Solo e
l tiempo nos dirá si hay continuidad con nuevas publicaciones.