miércoles, 15 de junio de 2011

DE PRONTO ME SIENTO TAMBIÉN INDIGNADO




Aunque siempre se haya dicho que en política se tiende a crear extraños compañeros de cama, el pacto de Asturias que aparece en el titular de esta crónica se me antoja como el paradigma de un desengaño con tintes de estafa en la que una panda de aprovechados se dedican a vender al mejor postor la confianza que alguien les otorgó a golpe de ilusiones plasmadas en un voto.

Dejo constancia que en éste articulo ejerceré mi derecho de renuncia a analizar el enfrentamiento a cara de perro entre Álvarez Cascos y el PP asturiano. Igualmente, me aguantaré las ganas de escudriñar los íntimos argumentos y las profundas convicciones ideológicas de la izquierda socialista obrera asturiana que de pronto quiere demostrar, junto con los populares, que ambos partidos son capaces de "pactar" cuando lo que está en juego es algo, para ellos, mucho mas importante que la crisis que azota a millones de familias españolas: el poder.


Por respeto a la coyuntura que nos toca malvivir y a la tensa situación que hoy cuestiona a nuestra clase política, me importa bien poco el motivo por el que populares y socialistas asturianos estén comportándose como si fueran dos hermanos pródigos que hubieran bebido de las mismas ubres ideológicas. Soy consciente de que tal vez nos hallemos ante un momento histórico y que, probablemente, el hermanamiento del puño y de la rosa con la gaviota asturiana sea una acertada estrategia política, sin embargo no me siento con fuerzas mas que para informar al lector de cómo me saca de mis casillas el choriceo ideológico que presiento ante la estafa de que la dos formaciones políticas mayoritarias de este bendito país dejen de pronto de jugar a la guerra y comportarse como fueran niños en un patio del colegio donde la culpa de todo la tiene Zapatero, y tú mas.

Que gran paradoja que, mientras en el parlamento, se muestren incapaces de consensuar en buscar soluciones a la crisis que atravesamos, les sea tan fácil ponerse de acuerdo en algo tan trivial como es conservar el poder.


Me dan ganas de coger esa tienda de campaña que ni siquiera poseo y hacer eso que nunca he hecho como es pasar unas cuantas noches durmiendo al raso con una loneta como techo sobre el cual presienta un cielo estrellado que me transmita la ilusión y la esperanza que ahora no vislumbro simple y llanamente porque también yo me siento indignado.



Alberto Soler Montagud


1 comentario:

  1. "Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias mas que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá, afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada." AYN RAND (1950)

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