VIDEO
María Dolores de Cospedal, jurista española, abogada del Estado, Presidenta
de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha y Secretaria General del
partido Popular, marcó el lunes 25 de febrero de 2013 un antes y un después en la historia del derecho laboral español al introducir
una nueva figura –presuntamente legal– para rescindir contratos entre empresas
y trabajadores. Se trata de la "indemnización en diferido" también
conocida como “finiquito simulado”.
Llama la atención que la señora
de Cospedal, al dar a conocer esta figura jurídica, farfullara en vez de
hablar, y lo hiciera con una inseguridad dubitativa que contrastaba con su
habitual y prepotente altivez. No hay mas que ver el video que lo demuestra.
Sin duda fue una apreciación
personal pero, por su modo de utilizar un lenguaje con giros y ambages vacilantes,
la número dos del PP me hizo recordar la escena de una película de 1935 que, quien sabe si
tal vez estaba aflorando desde el subconsciente de la secretaria de los populares
como un intento desesperado por explicar algo para lo que no tenía argumentos
veraces ni creíbles.
La película en cuestión es “Una
noche en la ópera” y la escena, aquella en la que dos remedos de abogado (Groucho y Chico)
redactan un contrato con una alogia surrealista tal que en la primera cláusula
se escucha la siguiente frase, para regocijo de los espectadores:
“La parte contratante de la primera parte será
considerada como la parte contratante de la primera parte”.
Evidentemente, se trata de una frase genial que
ha pasado a la historia del cine como una muestra de que un absurdo
circunloquio (recomiendo ver la escena
completa del film) puede alcanzar cotas de humor inteligente si ha
sido escrito por un guionista como James Kevin
McGuinness e interpretado por dos actores de la talla de Groucho y Chico Marx.
Sin embargo, cuando el ejercicio
retórico de la perífrasis es utilizado como hizo la señora de Cospedal en su
intento de explicar como los
servicios jurídicos de su partido habrían finiquitado la vinculación laboral
con el que fuera su tesorero, Luís Bárcenas, pueden surgir frases como la
que sigue:
"Se pactó una indemnización en diferido en
forma efectivamente de simulación, en partes de lo que antes era una
retribución, que tenía que tener la retención a la Seguridad Social".
Podemos ver como, lo que en unos es una muestra
de cuan genial puede ser el absurdo, en la alocución de la acorralada señora
Cospedal solo hubo una sarta de incoherencias proferidas para salir de un
atolladero y –lo que es peor– meterse en otro peor al reconocer que el PP había
recurrido a la “simulación” de una relación laboral con el señor Bárcenas.
Señora Cospedal, ¿cómo se le pudo ocurrir tamaña
barbaridad?
Sin duda la Secretaria General de los populares
no tuvo en cuenta que la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden Social
considera como una infracción muy grave “incrementar indebidamente la base de
cotización del trabajador de forma que provoque un aumento en las prestaciones
que procedan, así como la simulación de la contratación laboral para la
obtención de prestaciones”.
Si estuviéramos en un país donde la
democracia no fuera entendida por muchos tan torticera e interesadamente
como a veces sucede, las declaraciones que hizo la señora de Cospedal
informando de la "indemnización en diferido" o el “finiquito
simulado”, habrían hecho que a la mañana siguiente, una Inspección
de Trabajo abriera un expediente para investigar si se inclumplió la Ley de Infracciones y Sanciones en el Orden
Social en su artículo 23.1, apartado
b.
Presiento sin embargo que no ocurrirá nada ni habrá repercusiones aunque, presuntamente,
las ilegalidades cometidas sean muchas y aparentemente graves.
¿Alguien se apuesta algo a que aquí
no va a pasar nada?
Alberto Soler
Montagud
No hay comentarios:
Publicar un comentario