Los populares exhibieron una falta de ética y de gusto
estético por guardar las formas
que invitaba a apagar la luz y
salir de allí cuanto antes.
“Nulla estetica sine etica, ergo apaga y vámonos” (no hay estética sin ética, así que apaga y vámonos) es una frase que el catedrático de Estética de la Universidad de Barcelona, José María Valverde, escribió en la pizarra de un aula a mediados de los sesenta en solidaridad con un grupo de profesores expulsados de sus cátedras (entre ellos Tierno Galván, López Aranguren y García Calvo) por su oposición al régimen franquista. Estas palabras del profesor Valverde acudieron a mi mente mientras escuchaba como Mariano Rajoy anunciaba los ajustes más duros de la democracia en medio de una incomprensible euforia por parte de los diputados populares quienes, como grotescos palmeros activados por el resorte de su crueldad, jaleaban y aplaudían, pidiendo “mas sangre” conforme el presidente anunciaba nuevos y más duros recortes. Una exhibición de falta de ética y de gusto estético por guardar las formas que invitaba a apagar la luz y marcharse de allí cuanto antes.
Irrespetuosa euforia en el hemiciclo
Y mientras el señor Rajoy seguía leyendo sin
inmutarse, permanecí frente al televisor, serio y respetuoso (como deberían
haber estado los jaraneros diputados populares
que le aplaudían), sin entender la alegría de esa pandilla
de insensatos que exhibían una exaltación irrespetuosa con la dramática
situación que se esta gestando para millones de españoles.
Me llamó especialmente la atención escuchar gritos
entusiastas y hasta sádicos al anunciarse la supresión de la paga extra de
Navidad para casi tres millones de trabajadores públicos. Pero lo mas grave fue
el grito que presuntamente profirió la hija de Carlos Fabra, la diputada Andrea Fabra, un triunfal "que se jodan” pronunciado con saña cuando el presidente anunció la reducción de la prestación por desempleo a partir del sexto mes de paro.
Y mientras tanto, Mariano Rajoy, en lugar de exigir
silencio y respeto a los folloneros de su díscola bancada (algo que tampoco
hizo quien presidía la sesión), siguió leyendo imperturbable el manual que
alguien le había traducido del alemán o tal vez del belga.
¡Que se jodan! (los parados)
(Andrea Fabra)
No hay estética sin ética
Ética es sinónimo de decencia,
honestidad y justicia, por tanto podemos concluir que nada ético hubo en los escaños populares del Congreso cuando un júbilo
desmedido puso al descubierto el prepotente placer de unos diputados en pleno
uso de su mayoría absoluta conseguida con mentiras y falsas esperanzas. Y es que, claro, si no hay una ética que la
respalde, no puede haber estética, en el lenguaje verbal ni en el corporal, de
quienes imponen, porque sí, unas medidas que a su vez les han sido impuestas.
Me pregunté a qué
estaría jugando esa panda de sinvergüenzas que llaman “línea de crédito” a
un rescate o “afloración de activos ocultos” a una amnistía
fiscal. Y también me planteé si sería maldad o solo estrategia lo que les
impelía a abusar de rebuscados eufemismos para hacernos creer que lo negro es
blanco y hasta que los burros vuelan. Pero aun no he encontrado una explicación
válida a mis dudas, tal vez porque los caminos que siguen quienes se mantienen lejos de un comportamiento ético, son inescrutables.
Montoro, la amnistía fiscal y el IVA
Un día antes de que Rajoy anunciara las medidas que
le habían impuesto desde Bruselas, el ministro Montoro calentó el ambiente con unas vergonzosas
declaraciones con las que quiso explicar por qué iba a subir el IVA: "Si pagaran el IVA
quienes lo tienen que pagar no habría que subirlo tanto”. Y luego añadió,
desafiante: ¿Es necesario que lo
diga más claro?".
No se trata ya lo que dijera el ministro (una
insensatez por cierto) sino del modo chulesco con que mostró su indignidad y una vez más la falta de ética de
alguien como él que pretende amnistiar fiscalmente a los delincuentes mientras les sube los impuestos a los contribuyentes honrados en lugar de perseguir
y castigar a los que, como él dice, “no pagan el IVA que tendrían que pagar”.
No sobran funcionarios sino políticos
También la señora Cospedal tuvo su momento de
no-ética al afirmar (dos días antes de que Rajoy compareciera) que en
España sobran funcionarios y que “no es normal ni sostenible mantener a
tantos”.
Aunque está claro que la número dos de los populares solo pretendía avivar la crispación que su partido ha creado en contra de los trabajadores públicos, debería considerar que en España hay un funcionario por cada 18 habitantes,
exactamente la misma proporción que se da en Alemania donde, por cierto, nadie se ha planteado aun echar a la calle a un solo trabajador público.
¿Por qué juega tan sucio señora Cospedal?
¿Por qué no enfatiza usted en el dato de que
España es el país europeo donde más personas viven a costa de la política?
Tome nota señora secretaria general: en nuestro país mantenemos la friolera de 300.000 políticos más que en Alemania, a pesar de que ellos tienen el doble de población que nosotros.
¿No serán políticos lo que sobran en vez de médicos, bomberos policías, maestros y tantos otros trabajadores públicos?
Tome nota señora secretaria general: en nuestro país mantenemos la friolera de 300.000 políticos más que en Alemania, a pesar de que ellos tienen el doble de población que nosotros.
¿No serán políticos lo que sobran en vez de médicos, bomberos policías, maestros y tantos otros trabajadores públicos?
Rajoy “anima” a los
parados a buscar trabajo
El colmo de exhibición antiética se lo reservó Mariano
Rajoy para él solito cuando
anunció que las prestaciones por desempleo se reducirían del 60% al 50% la base
reguladora a partir del sexto mes de paro. Ya no se trata de que la medida propuesta sea dura (que lo es) sino de que todo
un presidente de gobierno la justificara diciendo que se iba a pagar menos a
los parados “para animarles a la búsqueda activa de trabajo”. ¡Por Dios, señor
Rajoy! ¿no se da usted cuenta que una afirmación como la suya equivale a decirle a un funcionario
enfermo (por ejemplo de cáncer) que si cobra un 25% menos por estar de baja
(cuando antes de los recortes se percibía el sueldo íntegro) es solo para
“animarle a que se ponga bueno más pronto”?
Gestos de decepción en los
escaños de la oposición
Confunde usted los verbos presidente, pues no es
lo mismo “buscar” trabajo que “generar” empleo ni “animar” a los parados a que busquen lo que no hay.
Lamento tanta confusión por su parte y esa nula
seguridad que trasmite y le hace tan poco de fiar. Y lo lamento porque siendo el
presidente de gobierno del país donde vivo, egoístamente me encantaría considerarlo como la persona idónea para sacarnos del agujero donde estamos.
Un consejo a Mariano
Rajoy
Señor Rajoy, considere que necesitamos que tanto el Gobierno
como la oposición (toda la oposición) creen consensos capaces de generar
confianza e ilusión en la ciudadanía.
Le pediría que contemple la situación que atraviesa
España no como el “hombre de Estado” que se empeña en ser. Cambie su chip por el de “hombre de Nación” como
acertadamente dijo Antonio Miguel Carmona en el programa Al Rojo Vivo del miércoles 11 de julio. Usted no puede ni debe permitir
que se nos exija mas de lo que podemos ofrecer. No ceda tan
pronto ante las presiones asfixiantes que Bruselas nos impone. No
permita que España sea la pagana de una crisis que no es tal sino mas bien una
gran estafa bancaria y financiera. No venda barata nuestra soberanía. Grite si
es preciso. Negocie con energía y, ya de paso, aproveche si puede la
oportunidad que tiene de pasar a la historia como el presidente que sacó a España de la crisis porque supo unir y no separó a la nación. Un presidente que
hizo nación al margen de
cualquier ideología.
Luego, más adelante, cuando las aguas vuelvan a
su cauce, ya hablaremos de lo que tengamos que hablar y matizaremos lo que
tengamos que matizar. Y si no hubiera entendimiento, las urnas
dirimirán las diferencias. Pero ahora, señor presidente, actúes como tal y estaremos a
su lado.
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