viernes, 13 de julio de 2012

LOS ‘POPULARES’ APLAUDEN SIN ÉTICA NI ESTÉTICA





Los populares exhibieron una falta de ética y de gusto 
estético por guardar las formas 
que invitaba a apagar la luz y 
salir de allí cuanto antes.





“Nulla estetica sine etica, ergo apaga y vámonos”  (no hay estética sin ética, así que apaga y vámonos) es una frase que el catedrático de Estética de la Universidad de Barcelona, José María Valverde, escribió en la pizarra de un aula a mediados de los sesenta en solidaridad con un grupo de profesores expulsados de sus cátedras (entre ellos Tierno Galván, López Aranguren y García Calvo) por su oposición al régimen franquista. Estas palabras del profesor Valverde acudieron a mi mente mientras escuchaba como Mariano Rajoy anunciaba los ajustes más duros de la democracia en medio de una incomprensible euforia por parte de los diputados populares quienes, como grotescos palmeros activados por el resorte de su crueldad,  jaleaban y aplaudían, pidiendo “mas sangre” conforme el presidente anunciaba nuevos y más duros recortes. Una exhibición de falta de ética y de gusto estético por guardar las formas que invitaba a apagar la luz y marcharse de allí cuanto antes.



Irrespetuosa euforia en el hemiciclo

Y mientras el señor Rajoy seguía leyendo sin inmutarse, permanecí frente al televisor, serio y respetuoso (como deberían haber estado los jaraneros diputados populares que le aplaudían), sin entender la alegría de esa pandilla de insensatos que exhibían una exaltación irrespetuosa con la dramática situación que se esta gestando para millones de españoles.

Me llamó especialmente la atención escuchar gritos entusiastas y hasta sádicos al anunciarse la supresión de la paga extra de Navidad para casi tres millones de trabajadores públicos. Pero lo mas grave fue el grito que presuntamente profirió la hija de Carlos Fabra, la diputada Andrea Fabra,  un triunfal "que se jodan” pronunciado con saña cuando el presidente anunció la reducción de la prestación por desempleo a partir del sexto mes de paro.

Y mientras tanto, Mariano Rajoy, en lugar de exigir silencio y respeto a los folloneros de su díscola bancada (algo que tampoco hizo quien presidía la sesión), siguió leyendo imperturbable el manual que alguien le había traducido  del alemán o tal vez  del belga. 




¡Que se jodan! (los parados)
(Andrea Fabra)



No hay estética sin ética

Ética es sinónimo de decencia, honestidad y justicia, por tanto podemos concluir que nada ético hubo en los escaños populares del Congreso cuando un júbilo desmedido puso al descubierto el prepotente placer de unos diputados en pleno uso de su mayoría absoluta conseguida con mentiras y falsas esperanzas. Y es que, claro, si no hay una ética que la respalde, no puede haber estética, en el lenguaje verbal ni en el corporal, de quienes imponen, porque sí, unas medidas que a su vez les han sido impuestas.

Me pregunté a qué estaría jugando esa panda de sinvergüenzas que llaman “línea de crédito” a un rescate  o “afloración de activos ocultos” a una amnistía fiscal. Y también me planteé si sería maldad o solo estrategia lo que les impelía a abusar de rebuscados eufemismos para hacernos creer que lo negro es blanco y hasta que los burros vuelan. Pero aun no he encontrado una explicación válida a mis dudas, tal vez porque los caminos que siguen quienes se mantienen lejos de un comportamiento ético, son inescrutables.


Montoro, la amnistía fiscal y el IVA

Un día antes de que Rajoy anunciara las medidas que le habían impuesto desde Bruselas, el ministro Montoro calentó el ambiente con unas vergonzosas declaraciones con las que quiso explicar por qué iba a subir el IVA: "Si pagaran el IVA quienes lo tienen que pagar no habría que subirlo tanto”. Y luego añadió, desafiante:  ¿Es necesario que lo diga más claro?".

No se trata ya lo que dijera el ministro (una insensatez por cierto) sino del modo chulesco con que mostró su indignidad y una vez más la falta de ética  de alguien como él que pretende amnistiar fiscalmente a los delincuentes mientras les sube los impuestos a los contribuyentes honrados en lugar de perseguir y castigar a los que, como él dice, “no pagan el IVA que tendrían que pagar”.


No sobran funcionarios sino políticos

También la señora Cospedal tuvo su momento de no-ética al afirmar (dos días antes de que Rajoy compareciera) que en España sobran funcionarios y que “no es normal ni sostenible mantener a tantos”. 

Aunque está claro que la número dos de los populares solo pretendía avivar la crispación que su partido ha creado en contra de los trabajadores públicos, debería considerar que en España hay un funcionario por cada 18 habitantes, exactamente la misma proporción que se da en Alemania donde, por cierto, nadie se ha planteado aun echar a la calle a un solo trabajador público.

¿Por qué juega tan sucio señora Cospedal?

¿Por qué no enfatiza usted en el dato de que España es el país europeo donde más personas viven a costa de la política? 
Tome nota señora secretaria general: en nuestro país mantenemos la friolera de 300.000 políticos más que en Alemania, a pesar de que ellos tienen el doble de población que nosotros. 


¿No serán políticos lo que sobran en vez de médicos, bomberos policías, maestros y tantos otros trabajadores públicos?



Rajoy “anima” a los parados a buscar trabajo

El colmo de exhibición antiética se lo reservó Mariano Rajoy  para él solito cuando anunció que las prestaciones por desempleo se reducirían del 60% al 50% la base reguladora a partir del sexto mes de paro. Ya  no se trata de que la medida propuesta sea dura (que lo es) sino de que todo un presidente de gobierno la justificara diciendo que se iba a pagar menos a los parados “para animarles a la búsqueda activa de trabajo”. ¡Por Dios, señor Rajoy! ¿no se da usted cuenta que una afirmación como la suya equivale a decirle a un funcionario enfermo (por ejemplo de cáncer) que si cobra un 25% menos por estar de baja (cuando antes de los recortes se percibía el sueldo íntegro) es solo para “animarle a que se ponga bueno más pronto”?








Gestos de decepción en los
escaños de la oposición


Confunde usted los verbos presidente, pues no es lo mismo “buscar” trabajo que “generar” empleo ni “animar” a los parados a que busquen lo que no hay.

Lamento tanta confusión por su parte y esa nula seguridad que trasmite y le hace tan poco de fiar. Y lo lamento porque siendo el presidente de gobierno del país donde vivo, egoístamente me encantaría considerarlo como la persona idónea para sacarnos del agujero donde estamos.


Un consejo a Mariano Rajoy

Señor Rajoy, considere que necesitamos que tanto el Gobierno como la oposición (toda la oposición) creen consensos capaces de generar confianza e ilusión en la ciudadanía.

Le pediría que contemple la situación que atraviesa España no como el “hombre de Estado” que se empeña en ser. Cambie su chip por el de “hombre de Nación” como acertadamente dijo Antonio Miguel Carmona en el programa Al Rojo Vivo del miércoles 11 de julio. Usted no puede ni debe permitir que se nos exija mas de lo que podemos ofrecer. No ceda tan pronto ante las presiones asfixiantes que Bruselas nos impone. No permita que España sea la pagana de una crisis que no es tal sino mas bien una gran estafa bancaria y financiera. No venda barata nuestra soberanía. Grite si es preciso. Negocie con energía y, ya de paso, aproveche si puede la oportunidad que tiene de pasar a la historia como el presidente que sacó a España de la crisis porque supo unir y no separó a la nación. Un presidente que hizo nación al margen de cualquier ideología.

Luego, más adelante, cuando las aguas vuelvan a su cauce, ya hablaremos de lo que tengamos que hablar y matizaremos lo que tengamos que matizar. Y si no hubiera entendimiento, las urnas dirimirán las diferencias. Pero ahora, señor presidente, actúes como tal y estaremos a su lado.

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