Según fuentes dignas de crédito, se ha filtrado
la información de que el sábado 14 de julio, en la cafetería vacía del
aeropuerto de Castellón de la Plana, un numeroso grupo de empresarios,
políticos y militantes del PP valenciano, se reunieron para acordar la
fundación de un partido político de corte "mas radical que el
Partido Popular" cuya presidencia se ofertaría a Carlos Fabra,
Francisco Camps o Rafael
Blasco, por este orden.
En la oficiosa asamblea se argumentó que, siendo pública y notoria la existencia de 10 diputados imputados del PP (de un total de los 55
parlamentarios que constituyen la bancada popular de las Corts Valencianes)
y “como uno de cada cinco se encuentran bajo sospecha y tarde o temprano abandonarán su cargo, nada mejor que dejen el PP cuanto antes para fundar un nuevo grupo parlamentario", dijo una rubia alcaldesa alicantina que acudió a la reunión a bordo de un
flamante Mini Cooper, presunto regalo de un íntimo amigo y
empresario con apellido de magdalena quien, previamente, había
ofrecido "todo el dinero que haga falta para financiar el nuevo
partido" que, ya de entrada, debutaría como la tercera fuerza
política de la comunidad, un hecho insólito hasta ahora a partir de un grupo
escindido.
El nombre propuesto para la nueva formación
política es NPPF (New Popular Politic Formation) ya que "este partido nace con vocación de expansión internacional"
según declaró uno de sus líderes asistente al acto, un siniestro personaje que
en todo momento llevó puestas unas gafas oscuras –pese a la penumbra de la
improvisada sala de juntas– y lució una rosa en la solapa.
Aunque esta artículo es ficción, podría ser real
a la vista de lo irreal de la realidad que cada día nos toca vivir.
Cuantitativamente es cierto que
si los 10 imputados actuales del PP formaran un partido,
éste se convertiría automáticamente en
la tercera fuerza política valenciana
la tercera fuerza política valenciana
No hay comentarios:
Publicar un comentario