sábado, 26 de marzo de 2011

UNA CANCIÓN QUE INVITA A UNA REFLEXIÓN: “MY WAY” de Frank Sinatra.

COMPARTIDO DE CLOTILDE SARRIÓ

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Todos sabemos gozar del lado soleado de la vida, pero la ‘doctrina Sinatra’ exige ser también uno mismo cuando llegan los golpes


En 1969, Frank Sinatra grabó la adaptación al inglés realizada por Paul Anka de Comme d’habitude, una canción popular francesa de la que solo quedó la melodía. Aunque el disco no fue un éxito inmediato, con el tiempo esta balada crepuscular se convirtió en la enseña del cantante y actor. El mismo Mijaíl Gorbachov, como dirigente soviético, bautizó su política de no intervencionismo en los países de la órbita comunista como la “doctrina Sinatra”.

¿Qué tiene esta pieza que ha inspirado a artistas tan dispares como Elvis Presley, Luciano Pavarotti o Sid Vicious?

Es, en esencia, una autoayuda en forma de pieza de tres minutos, ya que en su relato retrospectivo habla de tomar decisiones, de nuestra actitud frente a los éxitos y dificultades, así como del valor de seguir un camino propio.

Además de revisar el contenido de este clásico popular del siglo XX, en este artículo analizaremos en clave práctica siete momentos de la canción para que cada cual pueda vivir a su manera.

EL FINAL YA ESTÁ AQUÍ

“Lo que es capaz de matarte también puede hacerte renacer” (Boris Božic)

Cada vez que experimentamos un cambio dramático nos vemos obligados a partir de cero. Suponen momentos de gran impacto emocional, pero también son oportunidades de emprender otros rumbos que de otra manera jamás habríamos podido explorar. Algunos ejemplos de finales que llevan a nuevos principios:

• La ruptura con una pareja que no funcionaba bien crea el espacio para encontrar a alguien que sí encaje.

• Ser despedido abre la puerta a una nueva orientación profesional y a descubrir incluso la verdadera vocación.

• Un accidente o una larga enfermedad permite analizar nuestra vida, corregir errores y renacer con un nuevo proyecto.

En todo final está escrito el principio si estamos dispuestos a empezar de nuevo con un horizonte que sea nuestro, en lugar de uno prestado.

RECORRÍ TODOS LOS CAMINOS

“No importa lo negras que parezcan o sean las cosas. Levanta la mirada y mira las posibilidades: no dejes de verlas porque siempre están ahí” (Norman Vincent Peale)

Uno de los temas presentes en My way es la encrucijada de caminos que es la vida de todo ser humano. Hay desvíos, largos rodeos y senderos divergentes que nos obligan a tomar decisiones. Esto separa a las personas de perfil conformista de los emprendedores. El conferenciante y motivador Anthony Robbins asegura que las personas con éxito tienden a tomar decisiones con rapidez y tardan en retractarse de sus planteamientos, porque creen en ellos. A la inversa, las personas que fracasan suelen ser lentas en decidirse y cambian de opinión con frecuencia. Cada decisión en nuestra vida nos obliga a definirnos, por lo que incluso si el resultado no es el esperado, haber elegido por nosotros mismos nos lleva un paso más adelante en nuestra evolución personal.

PASOS MÁS LARGOS

“No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas” (Séneca)

Son pocas las personas que disfrutan embarcándose en proyectos aparentemente imposibles. El resto se aferran a mantenerse lo más alejadas posibles del riesgo.

El especialista en estrategia empresarial César Gutiérrez señala que tomar decisiones produce fatiga cerebral, ya que incluye estos tres procesos:

a) Considerar las diferentes opciones.

b) Sacrificar las ventajas de una a cambio de lo que nos ofrece la otra.

c) Transición de un estado mental evaluativo a otro decisorio.

Elegir es cansado, sobre todo cuando nos enfrentamos a decisiones radicales. Sin embargo, el inmovilismo acaba siendo más agotador incluso, ya que nos sume en la frustración de ver cómo se nos escapan trenes que podrían conducirnos a otros destinos.

AMIGO, LO DIRÉ SIN VUELTAS

“En caso de duda, cuenta la verdad” (Mark Twain)

Este momento de la canción nos habla de la importancia de expresar nuestro parecer ante los demás. Las personas que manifiestan abiertamente lo que piensan pueden encontrarse en un primer momento con algunas fricciones, pero a la larga evitan muchos conflictos.

Quienes tratan de agradar siempre y callan si no están de acuerdo, tendrán que soportar reacciones desproporcionadas cuando disientan. Esto es así porque el entorno de cada uno se acostumbra a un determinado nivel de sumisión. Por consiguiente, viviremos mucho más tranquilos si somos capaces de decir sin vueltas lo que pensamos y sentimos.

ME TOCÓ GANAR, TAMBIÉN PERDER

“La victoria y el fracaso son dos impostores y hay que recibirlos con idéntica serenidad y un saludable punto de desdén” (Rudyard Kipling)

Tomar decisiones y definirse a través de ellas implica estar expuesto a los vaivenes de la fortuna. Las personas proactivas fracasan a menudo, pero saben extraer de ello lecciones para volver a la carga con otras estrategias y objetivos, con lo que el balance final siempre es positivo. En cambio, los que temen perder se aferran a lo que tienen y son incapaces de salir de su zona de confort. Su inmovilidad les impedirá alcanzar nuevas metas.

SER FIEL A SÍ MISMO

“Hace falta valor para crecer y convertirte en lo que realmente eres” (E. E. Cummings)

Siguiendo el hilo de la balada, ser fiel a uno mismo es elegir nuestro propio camino según los planes y objetivos diseñados por cada uno. Sin embargo,nuestra capacidad de escribir nuestra historia a veces queda anulada por miedos o barreras que nos ponemos.

Según el psiquiatra Theodore Rubin, estos son algunos de los bloqueos más comunes para tomar decisiones:

1. Pérdida de contacto con los propios sentimientos. La persona está tan habituada a no escucharse que ya no sabe qué es lo que quiere.

2. Evitar problemas y ansiedad. Para no experimentar sufrimiento, muchos se anclan en la inacción y se resignan a ser espectadores de la vida.

3. Falta de confianza en sí mismo. Detrás de los que saltan constantemente de una alternativa a otra puede haber la convicción inconsciente de que ninguna opción suya es suficientemente buena.

4. Necesidad de agradar. A menudo evitamos tomar decisiones para huir de los conflictos o el rechazo.

5. Perfeccionismo. La creencia de que hay situaciones perfectas retrasa la toma de decisiones, a la espera de que se den unas condiciones ideales.

6. Temor a equivocarse. Este sentimiento de inseguridad se retroalimenta, limitando cada vez más nuestra capacidad de actuar.

7. Distorsión de la presión del tiempo. Pensar que no hay tiempo para cambios frena la toma de decisiones.

LO HICE TODO A MI MANERA

“Caer está permitido. Levantarse es obligatorio” (proverbio ruso)

Al trazar nuestro propio camino, están aseguradas las equivocaciones y derrotas, las pequeñas y grandes pérdidas. También los aciertos, los éxitos y las ganancias. Todo el mundo sabe gozar del lado soleado de la vida, pero la doctrina Sinatra exige no dejar de ser uno mismo cuando en lugar de parabienes nos llegan golpes. Si reaccionamos con rabia y resentimiento, culpando a terceras personas, estaremos negando que somos dueños de nuestros actos y, por tanto, abandonamos el mando de la situación.

Quien sabe vivir a su manera encontrará su propia vía para salir de la crisis. Solo así, cuando caiga “el último telón” del que habla la canción de Paul Ankaestaremos satisfechos con la obra de nuestra vida.


“A MI MANERA”, AL PIE DE LA LETRA

El final ya está aquí y enfrento el último telón. Amigo, lo diré sin vueltas (…). Tuve una vida satisfactoria. Recorrí todos y cada uno de los caminos. Y más, mucho más aún. Lo hice todo a mi manera… Tristezas, algunas tuve que no vale la pena comentar (…). Planeé cada etapa programada, cada cuidadoso paso en mi camino (…). Hubo momentos en que di pasos más largos que mis piernas (…). Afronté los hechos y me mantuve intacto y lo hice todo a mi manera… Amé, reí y sufrí. Me tocó ganar, también perder (…). Pues ¿qué es un hombre?, ¿qué ha logrado? Si no es fiel a sí mismo, no tiene nada. Decir las cosas que siente realmente y no las palabras del que se arrodilla. Mi historia muestra que asumí los golpes y lo hice todo a mi manera. (Paul Anka).

Fuente: Francesc Miralles a través de El País Semanal

1 comentario:

  1. Hola, he llegado aquí tras leer una reseña de tu novela "El legado de un Titán". Me ha parecido muy original e interesante el protagonismo de la música en tu obra, de manera que cada escena tenga su banda sonora. Me gusta observar la relación entre diferentes artes y la literatura, ahí tenemos el ejemplo de Rayuela y diferentes piezas de jazz, y ahora tu novela y Mahler. Enhorabuena.
    Saludos,
    Ricardo

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