CRÓNICA DE UN TRASTORNO PARANOICO DE TIPO PERSECUTORIO
En psiquiatra denominamos ”Trastorno Delirante Paranoico de tipo Persecutorio” a un proceso patológico en que el sujeto que lo padece se cree perseguido, engañado, espiado, envenenado, drogado, u obstruido en la consecución de sus metas, motivo por el cual se siente impelido a emprender acciones legales para resarciese del daño que esto le ocasiona.
El pasado jueves 10 de junio, los dispositivos de seguridad Rita Barberá, "sospecharon" de una furgoneta que realizaba "movimientos extraños" en las inmediaciones de la sede del PP mientras tenía lugar la presentación de la nueva web de la alcaldesa de Valencia.
Cuando los guardaespaldas de la edil le pidieron al conductor del vehículo "sospechoso" que se identificara, éste acreditó ser policía y estar vigilando a un “presunto grupo de radicales pro-palestinos” que podrían estar presentes en un acto que se celebraba simultáneamente (el estreno de un documental sobre Palestina) en el Jardín Botánico que se encuentra justo al lado de la sede de los populares.
A pesar de que, mas tarde, el delegado del Gobierno ratificara la versión de los policías y que, efectivamente, en el recinto del Botánico se encontraran los miembros de la productora del film, varios asistentes al evento, así como los periodistas enviados para cubrir la noticia, el PP se mantuvo en la "convicción" de que la policía les estaba "espiando" y les faltó tiempo para acudir al juzgado a presentar una denuncia por un “presunto delito de grabaciones y escuchas ilegales”.
El asunto terminó complicándose ya del todo cuando los organizadores del acto que tenía lugar en el Botánico protestaron, con toda la razón del mundo, por el hecho de que la policía les estuviera vigilando y exigieron una explicación convincente por parte del delegado del Gobierno: “¿A caso pensaban encontrar a alguien de Hamás entre los asistentes solo porque somos pro-palestinos?”
Está claro que una grave paranoia se ha instalado, desde hace ya mucho tiempo, en la mente de los populares en forma de un incontrolable delirio que les hace sentirse el objetivo de una "trama conspirativa" que “va a por ellos". Tal vez todo comenzara hace casi dos años como consecuencia de las investigaciones llevadas a cabo por el caso Gürtel, aunque son muchos quienes que creen que esta psicosis viene de mucho mas atrás.
Desde una perspectiva puramente psiquiátrica, el delirio del PP parece vertebrase des de la "convicción" de que el PSOE “les consideraría” como un objetivo a aniquilar por parte de los aparatos del Estado y en connivencia con policías y jueces.
Según los mas acérrimos defensores de esta mórbida teoría "conspirativo-paranoico-persecutoria", el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, sería el "Gran Satán" encargado de orquestar esta macabra persecución llevada a cabo por policías y fiscales al servicio del aparato del Estado.
De hecho, son muchos los políticos del PP que hace tiempo vienen "denunciando" tener sus teléfonos pinchados (Trillo, Camps, Cospedal...) y muchos mas los que defienden con uñas y dientes esta absurda y patológica teoría conspirativa.
A pesar de que la denuncia por "espionaje" se haya archivado por improcedente, el secretario general del PPCV, Antonio Clemente, ha anunciado que su partido la recurrirá al considerar improbable que los agentes "contaran con la autorización judicial pertinente" y por que, según Clemente, el ministerio del Interior habría "vulnerando la ley".
En base a lo anteriormente expuesto, es altamente probable que el secretario de los populares valencianos se encuentre seriamente afectado por el trastorno que definíamos al principio de este articulo; al menos es lo que se desprende de algunas de sus declaraciones publicadas ayer (16 de junio) por el diario Público: "el Partido Popular se siente espiado" "no es la primera vez que el Gobierno utiliza medios oficiales para extraer información". "El PSOE intenta aniquilar políticamente al PP y, para ello, no tiene reparo en utilizar a la policía y los medios del Estado" "Esto es un atentado contra la democracia".
Como podemos comprobar, el Partido Popular está bajo los efectos sintomáticos de un “trastorno delirante-persecutorio de los de libro”. Como consejo profesional me siento en la obligación de recomendar que todos aquellos que “se sientan espiados o perseguidos”, inicien cuanto antes una “terapia cognitivo conductual” dirigida por un buen psicólogo (la Terapia Gestalt también suele ser útil en estos casos) y que, por supuesto comiencen un tratamiento farmacológico prescrito y pautado por un psiquiatra.
En cualquier caso, y para aquellos afectados que sean reacios a estas medidas terapéuticas, existe también la posibilidad de que cambien de partido o incluso de que dejen la política como medio de ganarse la vida.
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