Finalmente se ha impuesto la cordura. Esta vez, el voto de un juez amigo (recodemos que Francisco Camps definió a Juan Luis de la Rúa, el juez que archivó el caso de los trajes en el TSJCV, como "más que un amigo") no ha impedido que el controvertido ‘president’ esté cada vez más cerca de sentarse en el banquillo de los acusados por aceptar regalos de la trama corrupta Gürtel.
La reapertura del caso de los trajes por el Tribunal Supremo eleva de nuevo a la categoría de imputado al cada vez menos honorable ‘president de la Generalitat Valenciana’ quien ve así su carrera política hipotecada y en manos de lo que, en su momento, dictaminará el jurado popular que le juzgue por ese “granito de arena” (total, 12.000 euros en trajes) que no es más que una nimiedad si se compara con los millones de euros que el PP y el Gobierno valenciano invirtieron en los sospechosos contratos que le ofrecieron a varias empresas de la banda que lideraba Francisco Correa.
Esta misma tarde [por hoy doce de mayo] una cohorte de incondicionales han vitoreado a Francisco Camps, con fanático entusiasmo, a su llegada a la sede del PP en la calle Quart de Valencia. Tal vez se estuvieran quemando las últimas tracas de adhesión que un pueblo, harto ya de corrupción, tenga que soportar, con más vergüenza que indignación, ya que algún día tendrá que ponerse el punto y final la prepotente hegemonía de la más inexplicable de las mayorías absolutas (¿cómo pueden estar tan ciegos tantos y tantos valencianos?) de la historia de la democracia.
Considero una verdadera lástima que esta esperada y deseada noticia, no haya gozado del protagonismo y la repercusión mediática que merecía por tener que compartir titulares con las severas (y nefastamente tardías) medidas económicas acordadas por el Gobierno que preside José Luís Rodríguez Zapatero, y con el decreto del juez Luciano Varela por el que se ordena la apertura de juicio oral contra el juez Baltasar Garzón por su actuación al investigar los crímenes del franquismo.
En cualquier caso, prefiero dejar estas dos últimas noticias en turno de espera para dedicarles, más adelante, el espacio y la exclusividad de trato que sin duda merecen.
Dedico así, íntegramente, este post a un acontecimiento que ha tenido en vilo a la ‘Comunitad Valenciana’ durante las últimas semanas, y si lo hago, es como frontal oposición al tratamiento que se ha dado a esta noticia por parte de la televisión pública valenciana que, una vez más, ha obedecido a pies juntillas a la voz de su amo. Ninguna mención en los titulares de cabecera del informativo de mediodía. Ningún apunte en el desarrollo de las principales noticias del día. Tan solo, cincuenta minutos después de diera comienzo el informativo de las dos, entre una noticia dedicada al volcán islandés y otra que hablaba del dibujante que hizo unas caricaturas de Mahoma,Canal 9 se ha dignado a incluir “26 vergonzosos segundos” para anunciar que esa misma tarde el PP valenciano se reuniría para manifestar su apoyo a Francisco Camps una vez conocida la resolución del Supremo (“¿de que resolución estarán hablando?”,se habrán preguntado los pobres infelices que hayan aguantado hasta el final el sesgado y tendencioso informativo)
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