Aunque la práctica de la dimisión nunca ha sido (salvo honrosas y contadas excepciones) moneda de uso corriente entre la clase política española, gracias a un catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universitat de València, Román de la Calle, hemos conocido que la ética de la dimisión es la mejor respuesta frente a una antidemocrática censura como la que hemos vivido en Valencia estos días.
El ya ex-director del MuVIM dimitió de su cargo, el pasado lunes 8 de marzo, al no compartir el veto de la Diputación Provincial de Valencia, a varias de las fotos (casi todas ellas relacionadas con el caso Gürtel) pertenecientes a la exposición “Fragments d´un any. Fotoperiodistes valencians 2009”. Se da la circunstancia de que la mayoría de la fotos censuradas mostraban imágenes relacionadas con el caso Gürtel.
Con su dimisión, Román de la Calle ha dado una lección de honestidad y desapego a la poltrona que ha sido aplaudida incluso desde ciertos sectores del Partido Popular, a pesar de que el presunto demócrata y diputado de su grupo, Máximo Caturla, dijera ante un perplejo Román de la Calle: “Mientras nosotros estemos aquí estas fotos no se expondrán. Cuando estén ellos, que hagan lo que quieran”.
Al parecer, los máximos responsables de la Diputación habían considerado “tendenciosas” algunas de las fotos que iban a se expuestas en el MuVIM y decidieron “quitar las de temática política, porque una cosa es la política y otra la cultura”.
Por una vez, las reacciones de los dirigentes del PP valenciano no han sido unánimes ni se han hecho esperar. Como ejemplo ilustrativo destaca la opinión expresada en Onda Cero por el presidente de la Diputación castellonense Carlos Fabra: “lo que yo habría hecho es cesar al director del museo (sic) por falta de sensibilidad” […] “Cultura y política están unidas, pero no una política que tenga un sentido negativo para una formación concreta".
En las antípodas de Fabra, Esteban González Pons ha a manifestado su respaldo a la exposición fotográfica a la vez que ha elogiado la figura de Román de la Calle a quien ha calificado de “excelente profesional”.
Aunque hace ya varias décadas que unos grandes almacenes pusieran de moda el slogan “Practique la elegancia social del regalo”, resulta obvio que ciertos regalos (léase trajes, léase Gürtel) no resultan demasiado elegantes para algunos sectores del PP que se sienten impelidos a censurar cualquier imagen (léase foto, léase exposición artística) que haga alusión a los mismos.
En cualquier caso, siempre es de agradecer que la derecha más conservadora ponga de nuevo las cosas en su sitio al manifestar sin tapujos su postura cuando es la democracia y la libertad de expresión lo que anda en juego.
Lástima que, por obra y gracia del PSOE valenciano, situaciones como la que acabamos de describir nunca lleguen a repercutir en las urnas ni modifiquen una tendencia de voto que está pidiendo a gritos un cambio desde hace ya mucho tiempo.
Muchos pensamos que no habríamos visto esas fotos si no las hubieran censurado. Ciertamente, si quieres provocar curiosidad en algo solo hay que prohibirlo (mira la obsesión que tenía Eva por probar esa manzanita).
ResponderEliminarReconozco que tiene morbo ver exhibido lo que se pretende encubrir y que haga gracia la patética “misión imposible” de aparentar dignidad donde abunda el cinismo, pero da miedo pensar que la prepotencia de algunos políticos no nos cabree con ganas; me preocupa que los corruptos vivan en constante jolgorio y la conciencia cívica se reduzca a “aquí hay tomate”; me preocupa que, finalmente, los votemos porque nos entretienen con sus cositas… y mola ver como se salen con la suya.
P.D. Oye, Alberto, no nos regañes más, que ya he colgado un comentario en el blog,
¡jo peta, que carácter!