La Primavera del Bulevar ha demostrado que la voz de los
ciudadanos puede frenar los abusos de aquellos políticos que parecen
ignorarlos cuando toman medidas que repercuten en su bienestar.
Aunque la paciencia
de la ciudadanía pueda ser inmensa, todo tiene unos límites que poco a poco se
han rebasado en el barrio burgalés de Gamonal conforme las medidas anticrisis
adoptadas por el gobierno popular han mermado el estado de bienestar, no
sólo en Burgos sino en el resto de España, con recortes que se han cebado con
los estratos sociales mas desprotegidos mientras lo ricos apenas se han
resentido.
Conforme la crisis
progresaba y el bienestar se desvanecía, eran muchos quienes se extrañaban porque
no se produjeran respuestas contundentes por parte de una sufrida ciudadanía
cuya capacidad de tolerancia se ponía a prueba día tras día con vejaciones
impositivas y fiscales y con restricciones en sus derechos después de haber
sido engañado con unas promesas electorales tan falaces como inviables.
Una retahíla de
medidas y disposiciones (recortes en sanidad y educación, merma en el poder
adquisitivo de los pensionistas, una reforma laboral que sólo beneficia a los
empresarios…) han levantado ampollas incluso en quienes votaron a los populares
en 2011 y ven como la miseria se instala en los sectores más desprotegidos mientras
los bancos siguen declarando beneficios y las grandes fortunas incrementado sus
patrimonios.
Se entiende así que
al priorizarse en Burgos la construcción de un bulevar en un barrio obrero
donde hay necesidades más perentorias, se haya desencadenado unas rotundas protestas
contra esta unilateral decisión municipal (unilateral salvo algunas sesgadas consultas)
que han conseguido paralizar –temporalmente– el proyecto y que el alcalde
convoque reuniones con todos los partidos políticos y sobre todo con los
vecinos (algo que debería haber hecho desde el principio y antes de imponer su
mayoría absoluta) para analizar la situación.
Habida cuenta de que
la voz de los ciudadanos ha conseguido frenar los abusos de los políticos que
parecen ignorarlos, lejos de defender la violencia,
lo sucedido en Burgos me hace ser optimista al no descartar que estas movilizaciones
se extiendan a otros ámbitos y demarcaciones y se conviertan en un modo habitual
de impedir las fechorías impunes de tantos políticos prepotentes que abusan del
poder que las urnas les confirió.
Así, sería
deseable que pasado un tiempo podamos escuchar y leer en los medios que las
reacciones populares que a partir de ahora puedan producirse, se las considere como
consecuencia de las movilizaciones burgalesas de enero 2014. No obstante,
habría que enfatizar en la necesidad de que las respuestas ciudadanas sean
pacificas, que las fuerzas del orden no sean represivas y que se centren en
poner a disposición judicial a los miembros de minorías vandálicas que sólo sirven
benefician a las ansias represivas de autoridades como Ana Botella que ya ha
habla de “los atentados de Burgos”
¿Se
estará gestando en Burgos una "Primavera del Bulevar" que, aunque
surgida en el frío de enero consiga que la ciudadanía se atreva a decir
"basta ya de abusos" y frene las irresponsabilidades y los caprichos
de políticos que no merecen estar en los puestos que ocupan.
Alberto
Soler Montagud
Médico
y escritor
Pues si es una revuelta ciudadana, en protesta contra las políticas del PP, me parece oportuna. Sin embargo, por higiene mental, sería mejor que los organizadores y seguidores lo explicaran de forma clara. Porque sino, algunos nos hacemos un lío. Cuando se oye a los portavoces explicarse, no se acaba de entender bien semejante follón, porque el Ayuntamiento les quiere mejorar una calle.
ResponderEliminarCon estas confusiones en la explicación de las actitudes, es con las que ocurren cosas como dar la mayoría absoluta a la derecha y, después, lamentarse de que no eliminaron el paro a la semana siguiente, de que no mejoraron la economía y de que hicieron todo lo que se dice en este artículo.