Si al llegar al final de este artículo hay lectores que
concluyen que quien lo firma ha sido presa de un trastorno mental por la
hipótesis que se propone, y que relaciona la física cuántica con la pelusilla del labio superior de dos importantes políticos españoles, les anticipo, a
quienes así piensen, que es muy probable que lleven razón.
Como
dos gotas de agua
Todo
comenzó cuando hastiado de escribir sobre la crisis y los recortes, y de aguantar a una
ministra de sanidad que no sabe hablar, se burla de la lengua de Cervantes y no se entera de que alguien aparca un Jaguar en su garaje, o un ministro de Educación –master en sociología
para mas inri- que interpreta la masificación de las aulas
como una “oportunidad para la mejor socialización de los alumnos”, andaba en
busca de inspiración para un nuevo artículo, cuando me percaté de que dos
conocidos políticos españoles guardaban entre sí un gran parecido y coincidían en
muchos rasgos que iban más allá de su físico.
Ambos tenían un inconfundible “aspecto de derechas”,
una estampa que les hacía pasar por hermanos y estaban
afiliados al PP, aunque ahí fallaron las afinidades ya que sus apellidos
descartaban cualquier tipo de parentesco.
La
reencarnación de Aznar
Movido
por la curiosidad, teoricé con la hipótesis de que si
José María Aznar hubiera fallecido (Dios no lo quiera, tan sólo fue una
conjetura) serían muchos quienes creyeran que la esencia del
ex-presidente de Gobierno se había reencarnado en el actual ministro de
Industria, el canario José Manuel Soria. Y en efecto, no hay más que
observar las fotos de ambos estadistas para llegar a tal
conclusión
Tan llamativo era el parecido entre el señor Aznar y el ministro Soria que varios conocidos comunes me confirmaron, en la intimidad, que sólo se les diferenciaba por su estatura (Aznar es más chaparro) y por ese afable acento canario que adorna al ministro, en contraste con el tonillo "texano" que adquirió el señor Ansar cuando su relación con George W. Bush era idílica.
Bigotes que son y no son
Al contemplar varias fotografías de ambos personajes, reparé en
un detalle que llamó poderosamente mi atención: los singulares bigotes que ambos dignatarios han lucido en diferentes momentos
de su biografía.
Observé que, con los ornamentos pilosos de estos dos
dirigentes, sucedía lo mismo que con ciertos misterios religiosos ya que, los
bigotes de Soria y Aznar, podían "estar y no estar” a la vez. “Ser y no ser”. Era como si en ambos personajes coexistiera la circunstancia, físicamente imposible, de "tener"
y "no tener" bigote al mismo tiempo .
La paradoja cuántica de Aznar-Soria
A propósito de este “ser y no ser” intuí de inmediato una relación entre Aznar
y Soria con la llamada “paradoja de Schrödinger”.
El gato de Schrödinger
Hago el inciso de que Erwin Schrödinger fue un físico austríaco que, en los años treinta, expuso una teoría de física cuántica, según la cual un gato introducido en una caja junto a una partícula radioactiva, podría estar vivo o muerto simultáneamente, solo en función de la intervención del observador que abriera la caja para informarse de lo que ocurría dentro.
A partir
de esta especulación física y filosófica, entendí que los bigotes de Aznar y de
Soria podrían erigirse como una nueva entelequia cuántica tan importante como la del gato de Schrödinger.
Bigotes cuánticos
Cuando, hace años, el ex-presidente de Gobierno se quitó su poblado
mostacho y lo sustituyó por una tenue sombra (¿“presencia”? ¿“ausencia
de bigote”?), sin saberlo, estaba creando una paradoja similar a la del “gato vivo-gato muerto” de Schrödinger y daba paso a una nueva quimera:“bigote
presente-bigote ausente”.
Tras
consultar bibliografía científica y en un alarde de periodismo de investigación por mi parte, he descubierto que el afamado físico francés Albert E. Moustache, ha estudiado la “trascendencia
cuántica” del bigote de Aznar y la fundamenta en la "imitación" que del
mismo (mimetismo cuántico en cadena) hacen muchos españoles de ideología conservadora (sean políticos o no), como ocurre con el ministro Soria.
Colofón
Fuentes próximas a la Fundación FAES, afirman que el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF) ha iniciado un estudio del fenómeno “bigote presente-bigote ausente”
popularizado por José María Aznar. La duda que hace años surgió en nuestro país acerca de si el ex-presidente de Gobierno se había quitado o no su característico bigote, fue el punto de partida de tan trascendente estudio.
También,
según las mismas fuentes, los responsables del Acelerador de Partículas del
CERN habrían solicitado al CITEDEF
una muestra estadísticamente significativa de diez
portadores (exclusivamente españoles y de
derechas) de este tipo de “Bigote Cuántico SPPT” (sombra pilosa poco tupida) para someterlos al acelerador
de partículas y comparar los efectos moleculares producidos con los obtenidos en
portadores de bigotes convencionales, así como con muestras poblaciones con ausencia del aditamento labial en cuestión (bigote completamente afeitado).
Agradecimiento e invitación
Es de agradecer a los lectores el interés que han demostrado por la divulgación científica, pues haber llegado hasta el final de este artículo demuestra el interés que suscita en ellos la física cuántica. Por ello, y como agradecimiento, precisamente hoy que se ha inaugurado la Feria del Libro de Madrid, me gustaría invitarles a visitar dicho recinto la tarde del próximo viernes día 1 de junio ya que, de 17,30 a 19,30, estaré firmando ejemplares de mis libros en la Caseta 41.
Alberto Soler Montagud
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