¿SE PREPARA UNA RTVE CON NO-DO Y DIARIO HABLADO?

El Consejo de Ministros del Gobierno del PP aprobó el viernes 20 de abril de 2012 un Real Decreto según el cual no será necesaria la mayoría de dos tercios del Congreso para designar al Presidente de RTVE ni tampoco para decidir quien forma parte de su Consejo de Administración que pasaría de doce a nueve miembros y se quedaría sin los representantes sindicales. Es decir, a partir de ahora, el cargo de director del Ente Público dependerá de la decisión unilateral del partido que gobierne, pues solo será necesaria una mayoría simple para su designación, con lo que votar podría convertirse en un trámite, o lo que es peor,  en un paripé.

Un Decreto Ley del PP acaba con la “Ley Zapatero de RTVE”

Con esta medida se pone fin a una ley promulgada durante el primer  Gobierno de Zapatero que aseguraba una RTVE plural y democrática y "obligaba" a que los dos partidos mayoritario (populares y socialistas entonces y también ahora) tuvieran siempre que pactar los cargos de dirección y gestión del Ente Público independientemente de quien gobernara.

Recordemos que la "ley Zapatero de RTVE" también aportaba la innovación de que en el Consejo y la Dirección del Ente Público los mandatos fueran de 6 y no de 4 años a fin de separar la gestión la radiotelevisión pública de los ciclos gubernamentales, conferir una mayor independencia a RTVE y no permitir que se convirtiera en un instrumento de propaganda del Gobierno de turno como ocurrió con la UCD, el felipismo y el aznarismo.

Preocupación de los trabajadores de RTVE

Este Decreto Ley de los populares podría cambiar tanto el panorama del Ente Público que el Consejo de Informativos de TVE ha manifestado su preocupación por esta reforma en  el modo de elegir al presidente de la corporación y así lo anunció en el telediario de mediodía del sábado 21 de abril dando muestra de la pluralidad y libertad de la cadena pública al poder informar, sin censuras, del temor a que “esté en riesgo la independencia del actual modelo”. La presidenta del Consejo de Informativos, Yolanda Sobero, ha dicho que “se debería mantener la esencia del modelo independientemente del Gobierno que esté en el poder” y ha manifestado también su miedo a que esta reforma “pudiera hacernos retroceder al abrir la puerta a una serie de cuestiones que hagan peligrar nuestra independencia [cuando] la televisión pública debería ser un servicio público y no un servicio gubernamental, que es la tentación que existirá a partir de ahora”

Miedo al cambio impuesto

Hay miedo a decirle adiós a la radio y a la televisión pública española que tantos premios internacionales han cosechado durante los últimos años y que han situado a RTVE incluso por encima de cadenas públicas tan emblemáticas como la BBC.
 Si prestamos atención a como contempla y le gusta al PP la televisión pública solo hay que prestar atención a determinadas autonomías y echarse a temblar por si la nueva RTVE se inspira en los modelos de gestión que se aplican en  Valencia o Madrid, en cuyos telediarios nunca se ofrecen noticias que perjudique la imagen y el buen nombre de los populares. Sólo un ejemplo: durante dos años, en el telediario de Canal 9, la televisión autonómica valenciana, jamás se pronunció la palabra Gürtel hasta que Francisco Camps dimitió y faltaba poco para que se sentara en el banquillo.