Personalmente siempre consideré elevadas las probabilidades de que Francisco Camps fuera declarado no culpable por un jurado popular en una Comunidad Autónoma donde poco antes había ganado unas elecciones por arrasadora mayoría absoluta. Era algo tan previsible como la expectativa de hallar mas partidarios de la pena de muerte en Texas o en Florida que en cualquier otro lugar del planeta donde no se contemple la pena capital.
Un sesgo ideológico subliminal
Como se que muchos malinterpretarán lo que acabo de exponer, intentaré responder a las críticas antes de que se me formulen. Nada me hace pensar que la decisión del jurado en cuestión se haya fundamentado en una convicción apriorística de la inocencia de Camps. En modo alguno quiero cuestionar la imparcialidad de nueve ciudadanos honestos, pero sí que quisiera advertir de un posible sesgo ideológico subliminal (no intencionado) difícil de detectar en las entrevistas previas que deciden a quien se acepta o a quien se recusa como miembro de un jurado popular.
Votar a quien se censura
Baso esta hipótesis en un curioso fenómeno que desde hace tiempo se viene observando en la Comunidad Valenciana donde, junto a un mayoritario rechazo por la mala praxis de algunos políticos conservadores (corrupción, despilfarro…), hay un apoyo incondicional en las urnas a los mismos políticos que previamente se censuran. Es algo sociológicamente inexplicable y que trae de cabeza no solo a los analistas políticos sino a toda la izquierda de este levante infeliz que se ve incapaz de levantar cabeza desde hace casi veinte años.
Auténticos profesionales en vez de un jurado popular
Una vez se hayan redactado y notificado las sentencias absolutorias de Francisco Camps y de Ricardo Costa, es mas que probable que sean recurridas ante el Tribunal Supremo tanto por el PSPV como por la Fiscalía Anticorrupción (recordemos que los hechos se juzgaron en primera instancia por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por la condición de aforados tanto de Camps como de Costa).
Si se admitiera el recurso y se celebrara un nuevo juicio, serían entonces uno auténticos profesionales y no un jurado popular quienes evaluaran las pruebas y quienes escucharan las grabaciones que tanta vergüenza ajena han producido en todos los que aspiramos a ser gobernados por hombres y mujeres honestos.
Colofón
A la vista de las disparatadas, irracionales y a veces hasta hilarantes informaciones que han salido a la luz durante el juicio contra Camps y Costa y la rotundidad con que la acusación ha desmontado uno a uno los frágiles y fácilmente refutables alegatos de la defensa de los imputados, es de prever que un nuevo juicio con profesionales y sin jurado popular llegue a unas conclusiones diametralmente opuestas a la actual absolución.
Como nada es aun definitivo y sin duda habrá un recurso, aunque la justicia sea tan lenta como a veces la venganza, un plato que se sirve frío, al final quedará todo en su lugar y se pondrá a cada cual en su sitio. Y si no, al tiempo.
Alberto Soler Montagud
Fue, con el apoyo fundamental de la izquierda española que se estableció el jurado popular puro, frente a lo que algunos defendimos en aquellos años: no establecer el jurado como primera opción, como segunda un jurado "escavinado" o, en el peor de los casos una "extraterritorialidad".
ResponderEliminarCosas, como ésta de Camps, son las que nos temíamos dada la interpretación "Hooligan" que de la política tiene buena parte de la población española
No nos importa lo que haya hecho el sr. Camps, es de los nuestros y punto! Somos la cultura del "se puede hacer si no te ven". No lo diremos en voz alta pero aprobamos que se pueda ganar con trampa. Ninguno de los "compañeros de partido" hemos oido esas repugnantes conversaciones ni tiramos colillas por la ventanilla del coche, hala.
ResponderEliminarUn saludo.
El Gaviotas.
Son los mismos que critican el "jurado popular" los que se oponen a profesionalizar CGPJ por que es quitarle la soberiania al pueblo
ResponderEliminarNo se trata de criticar el "jurado popular", ni mucho menos.
ResponderEliminarEn este artículo reflexiono sobre un posible sesgo subliminal asociado a un fenómeno sociológico en una Comunidad Autónoma donde se vota mayoritariamente al mismo partido que se censura a nivel coloquial.
Respecto al Jurado Popular, personalmente me decanto por la modalidad del Jurado Escabinado o "tribunal de escabinos" (deliberación conjunta de ciudadanos legos y profesionales de la justicia en una proporción que varía según países).
Uno termina por no entender nada, medita sobre el juicio a Garzón y a estos chorizos, cualquier persona con un poquito de sentido común así los califica. Hay que cambiar la estatua que representa a la justicia con venda en los ojos, por oltra más real con la venda medio levantada, un ojo abierto y otro a medio abrir, porque es así como la ve más de media humanidad.
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