Ante la posibilidad planteada por el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (TSJV) de un encausamiento simultáneo de donantes y receptores de presunto cohecho en el caso Gürtel, cabría la posibilidad de que dicho cohecho se considerara como “propio” y no “impropio”. Esto significaría que tanto Francisco Camps como los demás imputados podrían ser juzgados en un mismo paquete por haber facilitado contratos y concesiones a la trama Gürtel a cambio de recibir contraprestaciones en forma de sobornos lo que, desde una perspectiva legal, equivaldría a que se les pudiera imponer penas de cárcel.
La cruz de la moneda
Por fin, la moneda que daba vueltas en el aire ha caído al suelo no sin antes darle a Francisco Camps con el canto en un ojo para luego mostrar la cruz, y no la cara, con que el azar ha querido amargar la existencia a unos premiando la paciencia de otros. Llegado a este punto, varios altos cargos y militantes del PP han dejado de contener la respiración aunque es muy posible que a partir de ahora comiencen a dar muestras de asfixia.
Amigos del alma y compañeros de banquillo
Con todo esto es mas que posible que Francisco Camps tenga el honor de compartir el banquillo de los acusados con el insigne Francisco Correa, capo y principal imputado del caso Gürtel, de quien solo conocemos la imagen que él y su esposa ofrecieron el día de la boda de la hija de Aznar y la que algunos meses después metamorfoseaba patéticamente las facciones del empresario a través de las fotos de su ficha policial.
El TSJV acepta que Camps y compañía puedan ser juzgados junto a Correa y El Bigotes
Esta es la primera y principal conclusión de la decisión de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Valencia de aceptar la petición de inhibición parcial formulada por el magistrado Antonio Pedreira para que Correa, Álvaro Pérez (“El Bigotes”) y Pablo Crespo sean juzgados en Valencia dentro del mismo sumario que investiga a Camps, Ricardo Costa y otros dos imputados de menor monta y renombre. Es decir, según este planteamiento, se considera conveniente que donantes y receptores del presunto cohecho de Gürtel sean juzgados conjuntamente por considerarse que «existe una indudable conexión entre las conductas de quienes ofrecen dádivas y quienes las reciben».
Consecuencias políticas
Las consecuencias políticas de esta nueva situación de Francisco Camps (y del PP valenciano y nacional por extensión) son imprevisibles por la magnitud que podrían alcanzar si se demostrara que tanto el presidente valenciano (presuntamente honorable) como los otros tres miembros imputados de su Gobierno aceptaron dádivas de la trama Gürtel a cambio de beneficiar a la trama valenciana de Francisco Correa. Estaríamos así ante un cohecho propio que, a diferencia del impropio, conllevaría penas no solo de inhabilitación sino también de cárcel. Todo un galimatías que, como siempre, Mariano Rajoy será incapaz de resolver de un modo satisfactorio para su imagen y la del partido que supuestamente lidera.
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