NERVIOSISMO EN EL PP VALENCIANO ANTE LA PROXIMIDAD DEL 12 DE MAYO

En la sede del PP valenciano deben ir como locos poniendo cruces al calendario para tachar los días que faltan hasta que llegue el esperado 12 de mayo, una fecha que, sin duda, marcará el futuro político de Francisco Camps.

Un gran nerviosismo debe estar perturbando la paz de quienes presienten su porvenir ligado al de su presidente. Al menos, eso es lo que se deduce cuando casi una docena de líderes del PPCV (Partido Popular de la Comunidad Valenciana) salieron ayer con una desesperada defensa plasmada en sendos comunicados de apoyo incondicional a un Francisco Camps que, ahora mas que nunca, huele a cadáver político. El miedo a lo que pueda ocurrir, de cumplirse el peor de los pronósticos (que el president se siente finalmente en el banquillo y quede a merced de un jurado popular), se ha propagado entre los populares como una virulenta y contagiosa enfermedad.

Con la que esta cayendo en Valencia, es de suponer que tampoco en Génova deban estar muy tranquilos. La perspectiva de ver a un humillado y patético Camps señalado con el dedo acusador de la justicio y soportando la nada honorable indignidad de un juicio que, de llegar a celebrarse, sería en vísperas de las próximas elecciones autonómicas, debe tener al Comité Ejecutivo Nacional del PP tan angustiado o más que a los propios populares valencianos.

A pesar de que las encuestas no reflejen (incomprensiblemente) una merma de votos favorables a Francisco Camps, sería lo más adecuado y congruente que, de hacerse realidad su más temida pesadilla, el actual president dejara de ser cabeza de lista en los próximos comicios. Aunque, claro está, no debemos olvidar que todo es posible en una comunidad que funciona con las consignas de "Alicia en el País de las Maravillas", según lo que dicen y hacen sus mandatarios, y en la que nunca ocurre nada negativo ni malaventurado tal y como propagan los informativos de su nada plural televisión pública, la nefasta y panfletaria Canal 9.

También Mariano Rajoy debe andar muy de los nervios (tal vez más que ningún otro) al ver en la cuerda floja a un "amigo del alma" a quien, no hace mucho, dedicó su apoyo y defensa desde todas las posturas imaginables:

“ Creo en ti como creen la inmensa mayoría de los valencianos, y de los españoles. Por eso, siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado, me es igual. Quiero que lo oigan todos. ¡¡ Gracias Paco !! ”.

Después de lo ocurrido con Bárcenas y Jaume Matas, si Francisco Camps llegara a caer en desgracia, es imaginable que al bueno de don Mariano se le fueran las ganas de apoyar a nadie nunca más y por los siglos de los siglos.

Pero, no adelantemos acontecimientos. Sea el día doce, o sea cuando sea, confiemos por encima de todo que el paso del tiempo ponga por fin las cosas en su sitio y otorgue cordura a la mente de tantos valencianos cegados por la ilusión de una sarta de mentiras proclamadas sin vergüenza desde la impunidad que confiere una mayoría absoluta mal gestionada.