El pasado domingo, Jordi Évole ("El Follonero") entrevistó a Mariano Rajoy poniendo broche de oro al último programa de "Salvados" de la presente temporada.
Por una vez, el presentador no tuvo que burlar, micrófono en mano, a los escoltas de Rajoy para conseguir unas declaraciones del político cuando entraba o salía de un acto público o estaba a punto de introducirse en su coche oficial. En esta ocasión se trataba de una entrevista en toda la regla y Rajoy sabía perfectamente a lo que iba por conocer el provocador estilo del "Follonero" y la inusual línea de su programa.
Hasta el momento, son muchos los personajes que han superado con nota la prueba de "Salvados" (desde Bono a Barrionuevo, pasando por Gallardón, Verstrynge e incluso Zapatero) sin embargo, en la entrevista del domingo dio la impresión de que a Rajoy le costaba mostrarse con espontaneidad, pues, en todo momento se le vio tenso y excesivamente encorsetado. Ya de entrada, llamó la atención que el Follonero tuteara al político (con una naturalidad que no inducía a pensar en falta de respeto) mientras que Rajoy se dirigía al periodista siempre de usted, no como una exigencia de trato indirecta y encubierta, sino, simplemente, porque se le veía incómodo (sus muecas le delataban) al interpretar un papel que, sin duda, le perturbaba.
Cuando Évole sacó a colación el tema de Francisco Camps y sus famosos trajes, el político salió del paso como pudo repitiendo la consigna habitual de los populares: “El señor Camps es una persona honrada y decente”. “Yo no me creo que una persona que adjudica miles y miles de millones todos los años se venda por tres trajes, simplemente no me lo creo”.
También resultó chocante la respuesta de Rajoy cuando el Follonero le pidió su opinión acerca de que hubiera sido "precisamente" la extrema derecha y la Falange quienes posibilitaran la inhabilitación del juez Garzón: “No sé si existe la Falange” “Yo es que no sé lo de la extrema derecha. Yo no sé si existe la Falange. Ni he sido de Falange, ni he tenido oportunidad, ni sé lo que piensan”.
Solo cuando el Jordi Évole cambió de tema y habló de fútbol, Rajoy comenzó a mostrarse con más naturalidad y, posiblemente, de un modo más próximo a como deba ser en realidad cuando consiga aparcar sus problemas.
Finalizada la entrevista, entrevistador y entrevistado se levantaron de sus respectivos taburetes mientras la cámara les seguía grabando. Fue precisamente entonces cuando pudimos ver a un Mariano Rajoy relajado y libre de muecas que, por primera vez, tuteaba al "Follonero" y hasta llegó a soltar un taco cuando se refirió a los meses sabáticos de Jordi Évole hasta su vuelta en septiembre: "Joder Jordi, cuatro meses de vacaciones..."
¿Que le ocurre Mariano Rajoy? ¿Qué es lo que le preocupa? ¿Qué le impide ser más natural y espontáneo? ¿Cual de los Mariano Rajoy de "Salvados" es el auténtico y, sobre todo, cual de ellos será el que veamos si algún día llega a ser presidente de gobierno
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