OPOSICIÓN COMO CONTRADICCIÓN

LAS CONTRADICCIONES DEL PP

El Partido Popular ha tildado de antidemocráticas las recientes manifestaciones a favor del juez Garzón y en defensa del derecho a enterrar dignamente a las víctimas del franquismo, llamando "radicales" (una consigna que repiten con insistencia Goebbelsiana) a quienes las promueven y participan en ellas.

González Pons ha declarado que “tolera” la legalidad de la ultraderechista Falange (al contrario que sucede en muchos países europeos con otros partidos fascistas) por el mismo motivo que, como demócrata, se muestra “permisivo” con la presencia de la extrema izquierda en nuestro panorama político.

Llama la atención que sea precisamente la misma derecha que en su día manipuló a las victimas del terrorismo y se manifestó en contra de causas que aun estaban pendientes de resolución judicial (recordemos sus paranoicas declaraciones así como la enloquecida defensa de la teoría conspirativa en los atentados del 11-M o la reciente recogida de firmas contra el Estatut catalán cuando el Tribunal Constitucional aun no se ha pronunciado) quien ahora descalifique por antidemocráticas y anticonstitucionales las manifestaciones del pasado fin de semana, acusando a la izquierda de radicalismo y coacción a la justicia. ¿Acaso no es coacción lo que ellos han hecho hasta ahora?

A la vista de la siguiente definición que encontramos en el diccionario de la RAE, el PP debe estar haciendo una excelente oposición cuando ha convertido precisamente la "contradicción" en el modus operandi que define su trabajo.

5. Oposición.

Contradicción o resistencia a lo que alguien hace o dice.