martes, 16 de febrero de 2010

TEREZIN. UNA MACABRA MUESTRA DEL HORROR NAZI



Entrada al Campo de Terezin



Una pesadilla blanca
de chimeneas quemando sangre
para hijos de Judea
con rara estrella y rostro de hambre *


Terezin (Theresienstadt) es un pueblo fortificado (construido a finales del siglo XVIII por el emperador José II en honor a su madre María Teresa) situado a poco más de 60 Km. al norte de Praga y tristemente conocido por albergar un campo de concentración durante la II Guerra Mundial levantado sobre la fortaleza grande (guetho judío) y la fortaleza pequeña (campo de concentración propiamente dicho) de la antigua edificación militar alrededor de la cual surgió el núcleo urbano que aun hoy perdura.

A pesar de que la fortaleza nunca tuvo una función específica como campo de exterminio sí que sirvió de prisión para más de 150.000 judíos de los cuales, 33.ooo murieron como consecuencia del hacinamiento y las precarias condiciones de vida y otros 88.000 tras ser trasladados a los aunténticos campos de aniquilación.

Tras el fin de la contienda, la fortaleza se destinó para usos militares hasta que en 1996 fue abandonada.
Hoy en día está abierta al público como muestra del holocausto y museo en memoria de la víctimas.
Anexo a la fortaleza se encuentra un cementerio donde reposan los restos de los cadáveres que no pudieron ser identificados.


Cementerio de Terezin



HISTORIA DE TEREZIN

La macabra propaganda nazi exhibió Theresienstadt como una colonia judía modélica en la que se confinaba "provisionalmente" a judíos que habían destacado por su calidad como artistas (muchos de ellos eran músicos muy conocidos a nivel internacional y con una resonancia que debía quedar a salvaguarda de las actuaciones genocidas del III Reich), "un lugar donde los ancianos judíos alemanes podían retirarse con tranquilidad a disfrutar de la última etapa de sus vidas".



Llegada de judíos a Terezin


Se llegó a rodar una película con el título Der Führer schenjt den Juden eine Stadt (El "Führer" regala una ciudad a los judíos") que ensalzaba las excepcionales condiciones de vida en un lugar que, en realidad, no era más que un "campo de paso" o "antesala de la muerte" donde se fraguaban los traslados masivos a los verdaderos campos de exterminio.


Fotograma de Der Führer schenjt den Juden eine Stadt


La hipocresía nazi permitió que en 1944 visitara Terezin una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja. Para tal evento, los nazis adecentaron el campo e instalaron a los deportados (muchos de los cuales fueron asesinados tras la visita) en un "campo familiar" donde tenían previsto exhibirlos si la delegación manifestaba su interés por verlos.

La farsa de Theresienstadt, dirigida a desmentir la existencia de los verdaderos campos de exterminio, incluía múltiples actividades de tipo cultural tales como la representación de una ópera infantil (Brundibár) del compositor checo Hans Krása en la que participaron presos niños que luego fueron deportados a Auschwitz.


Terezin de los niños jugar
con la muerte común
mientras pintaban el cielo azul,
mientras soñaban con corretear,
mientras creían aun en el mar,
y los llevaban a caminar para no regresar *


Si bien Terezin no fue el más horrible de los campos nazis, sí que ostentó el dudoso honor de ser una de las mayores muestras de la hipócrita desvergüenza nacionalsocialista.

La ciudad de Terezin estaba "gobernada" por un Consejo Judío, poseía un banco con su moneda propia, cafés, tiendas..., y sobre todo orquestas. Muchas orquestas.


Una de las orquestas de Terezin


Todo un decorado huero que se activaba cuando se recibía la visita de alguna delegación internacional (a quienes estaba vetado el derecho de visitar los campos con cámaras de gas ). En estas ocasiones especiales, se obligaba a los judíos a interpretar el papel de felices habitantes en una feliz ciudad.



BRUNDIBÁR




Brundibár es el título de una ópera basada en una canción popular checa a la que Hans Krasá (músico cuya obra recibió claras influencias de Gustav Mahler) puso música para que fuera interpretada por diez niños solistas y un coro infantil.

Krása no pudo asistir al estreno de su obra (en un orfanato judío en 1942) por encontrarse confinado en el campo de Terezin donde más tarde se le encargaría dirigir las actividades musicales de la "Administración de actividadaes de tiempo libre".

Meses después irían a parar tambien allí tanto el director de la ópera como los niños del orfanato y tantos otros que permanecieron en el Guetho de Terezin antes de ser deportados a los campos de exterminio.

En Terezin llegaron a darse más de cincuenta representaciones de Brundibár ante un público compuestos tanto por prisioneros como por sus verdugos.

Los principales protagonistas de la ópera son Aninka y Pepicek (dos niños huérfanos de padre que deben conseguir leche fresca para curar a su madre gravemente enferma) y Brundibár (un organillero ambulante que con su música cautiva a todo aquel que le escucha).


Escena final de una representación de Brundibár en Terezin


Los reclusos veían en la figura del organillero a una especie de Hitler vencido por la voluntad del bien mientras los SS solo interpretaban la obra como un divertimento infantil representado en un idioma que no entendían.

El espíritu de Brundibár encierra una alegoría a la esperanza donde la fuerza de voluntad del espíritu humano demuestra que el bien puede triunfar al convertirse en la mejor manera de luchar contra el mal.

Pero lo cierto es que muy pocos de los niños que participaron en las representaciones sobrevivieron.
Tanto los solistas como los coros tenían que ser renovados constantemente como consecuencia de las deportaciones masivas.

También Hans Krása murió allí.




EPÍLOGO



Grupo de niños judíos en Terezin


Ni siquiera la esperanza de que el arte pudiera aliviar el sufrimiento de las víctimas al hacerles creer que el bien triunfaría finalmente sobre el mal puede aun hoy calmar nuestras conciencias al evocar su recuerdo.


(*) “Terezin” (1968) Canción de Silvio Rodríguez.



DISCOGRAFIA RECOMENDADA

Hans Krása: Brundibár.
An Opera for Children. Music of Remembrance.
Director: Gerard Schwarz.
Discográfica: Naxos







2 comentarios:

  1. no tinc paraules per a comentar...
    gràcies per contar esta història!

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  2. Gracias por contarnos esto y ayudar a concienciar al mundo de lo que puede llegar a hacer el ser humano.

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