jueves, 17 de octubre de 2013

RUBALCABA Y EL DÚO DINÁMICO











Hace un par de días llamó mi atención el anuncio de un concierto del mítico Dúo Dinámico en el Palau de La Música de Valencia conmemorando más de medio siglo de presencia en los escenarios. Me sorprendió que tanto Manuel de la Calva (76 años) como Ramón Arcusa (77 años) siguieran en forma para aguantar dos horas de música en directo repasando su extenso repertorio.
Recordemos que el dúo (que debutó en 1958 en Radio Barcelona) fue pieza clave en la transición de una música de posguerra compuesta por coplas, boleros y canción aflamencada a nuevos ritmos no gratos para el conservadurismo franquista. Es digno de admiración que, camino de los ochenta años, estos dos intérpretes recuerden sus viejos éxitos y lo hagan –al parecer– por gusto y no por necesidad. Imaginemos cuan patético sería que Manolo y Ramón siguieran en los escenarios movidos por un ansia de perpetuidad, por apego a la fama y eclipsando intencionadamente a las nuevas promesas para impedir que emergieran por creerse eternos.









Acudió a mi mente la imagen del sexagenario Alfredo Pérez Rubalcaba (el subconsciente siempre es imprevisible) en una  conferencia para las juventudes socialistas cuando una joven militante le pidió que se convocaran “primarias ya” argumentando que el discurso del PSOE hace tiempo que "no representa la esperanza de cambio y no genera ilusión”, lo que promovió un aplauso unánime mientras la cara de Rubalcaba era todo un poema.
Buena parte de razón llevaba la joven (cuyo nombre no ha trascendido a los medios), pues hace tiempo que el PSOE no genera ilusión, pierde votos, desencanta a los militantes, y  mientras tanto,  los viejos rockeros que copan la cúpula del partido se han profesionalizo, aparentemente ajenos a los deseos y las necesidades de las bases.

Se hace patente que la generación socialista que hizo el cambio y ocupó cargos de responsabilidad durante el felipismo y el zapaterismo, parece tener alergia a un relevo generacional que dé paso a nuevas promesas como Eduardo Madina, Susana Díaz, César Luena, Patricia Hernández o Emiliano García-Page









Ellos (los empoltronados) sabrán el por qué de su empeño en seguir actuando, no de vez en cuando como hace el Dúo Dinámico, sino a todo tren, como si el tiempo no hubiera transcurrido. Ellos sabrán por qué no se limitan hacer algún bolo nostálgico y ofrecer su emérita experiencia sin impedir que la nuevas promesas emerjan de los puestos donde los tienen relegados para que ocupen los que ellos debieron dejar hace ya mucho tiempo. Ellos sabrán a que tienen miedo cuando se muestran tan reacios a una primarias.

A título de advertencia, los viejos socialistas deberían considerar que si la tendencia del PSOE se mantiene tal cual va (sin rentabilizar la pérdida de intención de voto de los populares y sin dar muestras de aceptar el cambio que los militantes exigen), puede que les suceda como al PSI (Partido Socialista Italiano) cuando tras una grave crisis interna en la década de los noventa, se acabó disolviendo y creando un nuevo partido que en 1998 se fusionó con otros dos de izquierdas para formar el actual SDI (Socialistas Democráticos Italianos).

El que avisa no es traidor.

Alberto Soler Montagud




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