viernes, 4 de noviembre de 2011

REGALO MI VOTO A UN PARTIDO HONRADO





Comienza la campaña electoral

Acaba de sonar el pistoletazo de salida y cuando los líderes comienzan a pegar carteles como locos (de alegría algunos, de resignación otros, de todo un poco el resto), me siento generoso hasta el extremo de ofrecer gratuitamente mi voto al partido que se comprometa a cumplir con unas pequeñas condiciones que preferiría llamar necesidades antes que exigencias.


Una utopía hecha decálogo

Regalo mi voto a un partido honrado que prefiera mi bienestar antes que su victoria y, entre otras cosas:

1- Que conceda mas valor a mi puesto de trabajo y a mi futura pensión que a la erótica de poder que confiere cada escaño.

2- Que se indigne cuando yo me indigno y no cuando se indigna la banca y el gran capital.

3- Que no conciba la política y el arte de hacer oposición como una riña de niños en el patio de recreo de un colegio.

4- Que no se alegre con los malos datos económicos que alimenten sus expectativas de victoria electoral.

5- Que no se obsesione por las urnas y oropeles más que por el cumplimiento de las justas ansias y los dignos sueños de la gente que, como yo, aspira a vivir solo un poco mejor (muchos, tan solo a sobrevivir).

6- Que no privatice ni hipoteque mis aspiraciones a un reparto equitativo y un acceso fácil y universal a los mínimos derechos básicos de la ciudadanía.

7- Que se acuerde de mí mas allá de los periodos electorales y preelectorales.

8- Que sepa pedir perdón, reconocer sus errores y, por encima de todo, decir siempre la verdad.

9- Que comparta conmigo la realidad que cada día comparto yo con millones de ciudadanos.

10- Que los dirigentes de ese partido político se parezcan a la gente normal, sencillamente porque sean gente tan normal y tan corriente como yo o como cualquier otro ciudadano.

Y ya por último, regalo mi ilusión a quien sea capaz de hacérmela sentir.


Ojalá *

Ojalá que algún partido político me haga sentir la necesidad de votar y hasta de votarle el próximo 20-N. Y ojala que la legislatura que viene (que promete ser una dura y larga travesía por el desierto) pase a la historia como un paréntesis, un remanso de concordia donde la colaboración entre los opuestos marque la tendencia de lograr objetivos comunes muy por encima de arremeter contra los que lideran ideologías rivales.


(*)

Nunca un simple fonema trisílabo, agudo, acentuado y con una connotación religiosa tan explícita (la palabra proviene del árabe, ellos la pronuncian 'Inchala' y significa "Dios lo quiera"), ha expresado con tanta rotundidad un deseo. No ya el deseo de ganar, sino el de que no llegue a gobernar una corporación de servidores de sus propios intereses. Aunque sea solo por ésta vez, estoy convencido de que muchos, desde el agnosticismo e incluso desde su ateísmo, clamarán un esperanzado "Dios lo quiera".

Alberto Soler Montagud

4 comentarios:

  1. Nosotros deseamos lo mismo que tu, usar los moviles todos lo que saben lo que puede venir con el PP para mover a los indecisos de forma que les quede bien clarito.

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  2. Y digo yo amigo Soler, no sería utópico también pedir que se comprometieran con la dimisión automática de cualquiera de sus miembros, sin excepción de cargo ocupado, ante la más mínima evidencia de dejar de ser honesto y honrado, asi como con la colaboración total con la justicia en la lucha contra la corrupción política y económica, sin oponer nunca dilaciones procesales para salvar a sus implicados.

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  3. ¡¡Ya existe: es Equo!! Leed el programa electoral y observad que en la política también hay gente con sentido común.

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  4. Pues EQUO te está esperando con los brazos abieros

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