domingo, 6 de febrero de 2011

RAJOY RECONOCE SU INEPTITUD PARA LEERSE A SI MISMO





Aunque todos podemos equivocarnos, resulta bochornoso, estrambótico y hasta delirante que el señor Rajoy lleve tanto tiempo confuso y desorientado en sus intervenciones públicas. En una reciente entrevista televisiva fue incapaz de contestar a algo tan simple como las medidas que piensa adoptar su partido (¿existirán realmente esas medidas?) para acabar con el paro juvenil y justificó su silencio confesando su ineptitud para leer algo que él mismo había escrito.



RAJOY RECONOCE SU INEPTITUD PARA LEERSE A SI MISMO


Cuando el pasado martes Mariano Rajoy se quedó en blanco durante una entrevista en una cadena televisiva de sesgo conservador, mudo de palabras y estéril de argumentos al no entender siquiera su propia letra cuando intentaba responder una pregunta que conocía de antemano, confieso que sentí pánico al imaginar que ese señor de barba canosa y con serios problemas de dicción pueda presidir un consejo de ministros mientras intenta descifrar un orden del día manuscrito que previamente haya garabateado en media cuartilla.



Una situación vodevilesca


El primer día de febrero del año en curso, durante una amigable entrevista en la cadena Veo7, con Pedro J. Ramírez como maestro de ceremonias, el eterno aspirante y candidato popular Mariano Rajoy pasó un morrocotudo apuro al ser incapaz de descifrar su propia letra en la chuleta donde tenía la respuesta a una pregunta pactada sobre la postura del PP ante el desempleo juvenil.



Una niña de Rajoy crecidita


Una joven estudiante de Administración y Dirección de Empresas que formaba parte del público fue la encargada de formular una pregunta clara y concisa al líder de los populares: "Yo voy a votar al PP porque confío en que usted tomará medidas para que los estudiantes, cuando acabemos la carrera, tengamos asegurado un puesto de trabajo". Dicho esto, la muchacha tomó aire y expuso la cuestión: “¿Qué medidas incluye en su programa para crear empleo y, en segundo lugar, qué medidas incluye para apoyar a los jóvenes emprendedores que no tienen acceso al crédito?.

Cuando parecía que Mariano Rajoy iba a salir airoso ofreciendo una erudita y ensayada respuesta, se quedó entre perplejo y ausente mientras consultaba un papel que llevaba en las manos; titubeó, mantuvo un prolongado e incómodo silencio y acabó confesando sin tapujos: "Me ha pasado una cosa verdaderamente notable. Que lo he escrito aquí y no entiendo mi letra".



¿Inepto, despistado o ambas cosas?


Admitir que no entendía lo que él mismo había escrito fue todo un reconocimiento de ineptitud que podría explicar la constante ambigüedad y falta de concreción y de propuestas de este político así como sus eternos silencios y esa incapacidad para actuar con energía que, eufemísticamente, algunos interpretan como la estrategia de un gallego prudente que actúa siguiendo sus propios tiempos.


¿Sufrirá el señor Rajoy algún raro síndrome que explique, por ejemplo, su falta de autoridad para atajar situaciones tan graves como la epidemia de corrupción que hace tambalear los cimientos del partido que preside?



El síndrome Rajoy


Tal vez el señor Rajoy padezca ese trastorno especifico de la escritura conocido como disgrafia, un proceso que con frecuencia se relaciona con la dislexia y que en ningún caso debería ser preocupante (muchos genios de la historia como Beethoven, John Lennon, Louis Pasteur o Scott Fitzgerald han sido disléxicos) si no fuera porque, en el caso del dirigente popular, parece ir asociado a unos síntomas -hasta ahora considerados como despistes- que tal vez apunten a un proceso de mayor envergadura que podría desaconsejar que Mariano Rajoy accediera a un cargo público de responsabilidad como la presidencia del gobierno de una nación.



Galería de despistes memorables


Tirando de hemeroteca es fácil encontrar un sinfín de anécdotas que han hecho de Mariano Rajoy el político mas proclive al despiste de la historia de nuestra reciente democracia.


1-Cuando el pasado verano el presidente del PP se despidió de sus seguidores con un videoclip grabado antes de iniciar sus vacaciones, lo hizo mientras viajaba en un coche sin llevar abrochado el cinturón de seguridad y en plena campaña de concienciación ciudadana por parte de la DGT. Fue undespiste muy criticado que obligó a su jefe de gabinete a emitir un urgente comunicado de enmienda: "Normalmente [Rajoy] es muy cuidadoso con el cumplimiento de las medidas de seguridad”.


2-En otra ocasión, cuando Rajoy salía de los estudios de la televisión autonómica catalana, se montó en un coche que no era el suyo sino el del secretario general de los socialistas valencianos Jorge Alarte. “Al menos -comentó con sorna un dirigente popular- no le ha dado por subirse al coche de Camps”. Y cuanta razón llevaba quien esto dijo, pues imaginemos el soponcio de don Mariano si se hubiera visto en una limusina sentado al lado del presidente de los valencianos mientras un cámara inmortalizaba su reencuentro haciendoles la foto que tantos meses se intentaba evitar desde Génova.


3-Pero aun hay mas. El pasado 3 de diciembre, en plena huelga encubierta de los controladores aéreos, el presidente de los populares se quedó atrapado en el aeropuerto de Lanzarote y al ser abordado por un grupo de periodistas, Rajoy afirmó ignorar si el conflicto era "de los controladores, del Gobierno, del Gobierno y los controladores, de AENA o de quién es el conflicto".


4-A esta antología de despistes deberíamos añadir una reciente y garrafal confusión (sobre todo por el tenso ambiente que se respiraba en el PP asturiano tras la espantada de Cascos) cuando Rajoy confundió el apellido de la candidata del PP de Asturias Isabel Pérez Espinosa al asegurar que estaba “muy orgulloso de la señora Fernández ”, una candidata cuyo apellido debería tener mas que claro sobre todo cuando la había preferido descartando la candidatura de Álvarez-Cascos.



Preocupante falta de memoria


Pero no todo son despistes en el supuesto y extraño síndrome que tal vez afecte –Dios no lo quiera- al líder de la oposición. También son patentes muchos síntomas de un trastorno de la memoria que con frecuencia se han plasmado en sonados olvidos, por ejemplo cuando Mariano Rajoy fue incapaz de recordar lo que había votado en el Congreso en relación con la Ley Antitabaco. Dijo Rajoy en una entrevista concedida a RNE: "Nosotros no hemos votado la Ley Antitabaco. Creo que nuestra posición fue de abstención", cuando lo cierto era que su partido había votado a favor de admitir a trámite la iniciativa en junio así como también a favor del dictamen de la ley en la Comisión de Sanidad en la votación celebrada en el mes de octubre.



Preguntas cruciales


Ante este alarde de despropósitos rayanos en la chanza y el chascarrillo se impone una serie de preguntas que sin duda preocupan a quienes nos tomamos la politica en serio –o al menos lo intentamos- e intentamos confiar en los políticos que administran nuestro presente y futuro.


¿Realmente es Mariano Rajoy el político mas adecuado como candidato y alternativa a la Presidencia de Gobierno?


¿Resulta creíble que este señor sea capaz de resolver el problema del paro después de lo visto y oído en Veo7?


¿Si Mariano Rajoy se azoró de tal modo ante la pregunta de una joven que aseguraba que le iba a votar, hasta donde podría llegar su atarantamiento si se viera ante un conflicto real, estuviera acosado por la oposición y, sobre todo, se encontrara en pleno ejercicio de unas funciones de envergadura como las inherentes a la presidencia del gobierno de España?.



Colofón


¿Es este el gran estadista que antes de dos años tiene que sacarnos de la crisis?

No hay comentarios:

Publicar un comentario