martes, 15 de febrero de 2011

LA FISCALIA ANTICORRUPCIÓN PONE A CAMPS EN EL FILO DE LA NAVAJA




A falta solo de mes y medio para que se convoquen elecciones municipales y autonómicas, la Fiscalía Anticorrupción formuló el pasado viernes una petición de pena para Francisco Camps (41.250 euros de multa) por un presunto delito continuado de cohecho impropio consistente en aceptar regalos de varias empresas de la trama Gürtel a cambio de contratos públicos. Lejos de amilanarse, al día siguiente de hacerse pública la noticia, el presidente de los valencianos se presentó por sorpresa en un multitudinario acto que su partido celebraba en Alzira dispuesto a disfrutar de un relajante baño de masas y recibir los vítores de sus incondicionales.


Camps, mas mesiánico que nunca

La súbita aparición alcireña de Camps supuso una nueva huida hacia adelante en la que el polémico político actuó como si no le afectara, y lo que es peor, como si no existiera problema judicial alguno. Con su eterna e hierática sonrisa de faraón bronceado e instalado en una realidad ajena a la del resto los mortales, el molt honorable president se materializó entre las masas profiriendo: “Aquí está vuestro presidente para seguir liderando este proyecto". El chute de reconocimiento popular que sin duda Camps necesitaba le reafirmó en un fervor mesiánico que plasmó con unas delirantes declaraciones: "Yo escribo lo que me han transmitido mis antepasados […] El PP escribe con las líneas que le dicta el corazón de lo valenciano y esas líneas escritas, ese programa hecho con el corazón, es indestructible".


Como un autómata enajenado

Apenas se dejó ver Camps en Alzira, los periodistas que cubrían al acto se abalanzaron sobre él con la vana esperanza de arrancarle alguna declaración sobre la solicitud de pena formulada por el fiscal. Pero Camps, como un autómata enajenado y con esa falsa y forzada sonrisa de resorte mecánico que le caracteriza, se limitó a responder haciendo caso omiso a lo que se le preguntaba: "Estamos ante un éxito sin precedentes que demuestra que los valencianos quieren que el PP siga gobernando en la Comunidad Valenciana y en la inmensa mayoría de los ayuntamientos".

¿Qué mortal en su sano juicio hablaría de “éxito sin precedentes” cuando se está a punto de ocupar el banquillo de los acusados y un fiscal acaba de solicitar para él una pena por delito de cohecho continuado?


Rajoy a la espera

Mientras en Alzira se daban muestras de fervor campsista, en la sede de Génova, Rajoy se refugiaba en un discreto y cobarde segundo plano, ajeno como siempre a aquellos conflictos que le incomoden y a la espera de que el juez Flors (el mismo que instruye la causa contra Camps) le hiciera el trabajo sucio si es que por fin se decide enviar al presidente imputado al banquillo. De este modo, Rajoy, como Pilatos, se lavaría las manos mientras el propio Camps, las circunstancias o vaya usted a saber quien o qué, se encargarían de borrar a este nefasto personaje de las listas electorales de los populares.


González Pons está a la que caiga

En Alzira, como único representante de la cúpula nacional popular, Esteban González Pons ofreció todo su apoyo –y el del partido- al presidente valenciano diciendo no entender como la Fiscalía le investigaba “por cuatro corbatas […] cuando no dice ni mu de los dirigentes socialistas [porque] para los fiscales, los españoles no todos somos iguales ante la ley”. Don Esteban, don Esteban, cuan sibilino y hábil puede ser usted y con que gracia sabe posicionarse al lado de un claro perdedor por si, llegado el caso, cayera en desgracia y le tocara en suerte ser el elegido para ocupar su puesto.


Rita y Cotino contra la Fiscalía

En Valencia, Rita Barberá, que no tenía previsto en su agenda acudir a Alzira, cuestionó esa misma mañana de sábado en una rueda de prensa, la independencia del poder judicial y exigió “un debate para darle una vuelta a la independencia de la Justicia”.
Por otro lado, el conseller Juan Cotino escribió inmediatamente en su blog que "No hay pruebas, no hay ni un sólo papel que acuse a Francisco Camps, pero la Fiscalía de Rubalcaba entra en campaña y volvemos a la manipulación, a la mentira y a la falsedad".


Cospedal prende la mecha y el PP valenciano reacciona

Tras un agitado fin de semana en el que (según fuentes próximas a la cúpula del PP) Valencia y Génova habrían mantenido tensos y estrechos contactos tras el jarro de agua fría que supuso la decisión de la Fiscalía Anticorrupción, el comité electoral del PP valenciano (tras presionar con insistencia a Rajoy) se reunió con carácter urgente a última hora de la tarde del día de San Valentín e hizo pública su decisión de designar a Francisco Camps como candidato, sobre todo después de que esa misma mañana María Dolores de Cospedal sembrara dudas sobre el futuro político de Camps al declarar que aunque es el "mejor candidato [todavía] no está señalada la fecha para designarlo”. 


Apenas se hizo pública la designación de Camps como candidato a presidente de la Generalitat por parte del PP valenciano, comenzaron a llover comunicados de dirigentes populares regionales ratificando la decisión y congratulándose de una noticia sobre la que, hasta ahora, Génova aun no se ha pronunciado.


¿Es políticamente correcto que Camps sea candidato?

Hoy por hoy, la marca de la Comunidad Valenciana se ha convertido en un sinónimo de corrupción por mor de ciertos personajes que, por citar solo un ejemplo, han sido capaces de amedrantar a mas de un juez y han salido indemnes de delitos por obra y gracia de la prescripción de los mismos. Sinónimo también de despilfarro cuando son tantos los millones de euros que se han desperdiciado en fastos impropios de una comunidad deficitaria en servicios y derechos sociales tan básicos como la sanidad o la enseñanza. Sinónimo de amiguismo cuando su mas alto dignatario, y en teoría el mas honorable de los valencianos, no se ruboriza al reconocer como “amiguitos del alma” a delincuentes a quienes “quiere un huevo” y a los que declara sin pudor que “lo nuestro es muy bonito”.

Aunque en política es habitual que cada cual arrime el ascua a su sardina con tal de no reconocer nunca un error (una táctica común a todos, absolutamente todos los partidos), el esperpento en que Francisco Camps y sus acólitos han convertido la Comunidad Valenciana no debería saldarse mas que con el procesamiento de su presidente autonómico y la aplicación de la pena que por ley se le imponga por sus (presuntos) delitos.


Un desalentador panorama

Así planteado, el panorama no puede ser mas desalentador un país donde la derecha mediática, y hasta parlamentaria, echa todo la culpa de una crisis económica internacional al partido en el poder. Un país donde la oposición, patriota por definición, asegura tener recetas mágicas para resolver esa crisis mientras su líder aguarda sentado a la puerta de Génova hasta ver pasar el cadáver de su enemigo o, lo que es mismo, a no hacer nada hasta que le corresponda recoger las ruinas de lo que quede de esa España a la que tanto dice amar.

Y mientras esto ocurre, un atajo de corruptos campa a sus anchas burlando a la justicia y dilatando tiempos con tal de sobrevivir al amparo de las triquiñuelas legales que les brinda un sistema democrático que mas de uno aboliría si tuviera en sus manos la posibilidad de hacerlo.

Lo triste es que no existen profesionales de la política, todos ellos políticamente correctos que los hay y muy buenos en todo el espectro ideológico que sean capaces de resolver una situación en la que, con toda seguridad, no es la derecha, el centro ni la izquierda quienes están fallando ni quienes puedan aportar soluciones. Tal vez nos hallemos ante un sistema que se está desmoronando por ineficiente e ineficaz mientras la banca sigue declarando escandalosos beneficios al tiempo que el paro no s castiga sin piedad. Y es que, tristemente, al igual que ocurre en los casinos, la banca siempre gana, pues cuando su gestión es incompetente, papá Estado está ahí, generoso, solícito y dispuesto a echar una mano e inyectar una dosis de moral.
Todo esto mientras una plaga de corrupción y delincuencia institucionalizada en la clase política sigue sin resolverse por miedo a enfrentarse a una progenie política que mantiene su estatus de casta tan privilegiada como intocable.


Colofón

Así planteada la situación, es de pura lógica pensar que el próximo mes de mayo, la ciudadanía, al menos la ciudadanía valenciana, reaccionará con energía y resolverá en las urnas una situación que desafía a la razón y cuya reparación inmediata clama al cielo con una prioridad tanto de justicia como de supervivencia.

Sin embargo lo cierto es que, aunque parezca kafkiano e inverosímil, dentro de tres meses, un cadáver político que hace tiempo perdió la noción de la realidad, ganará de nuevo las elecciones autonómicas valencianas apuntalado por los turbios intereses de unos grises grupos fácticos que le han subido a la grupa de un caballo ganador, igual que ocurriera siglos atrás cuando el Cid Campeador, también cadáver pero tal vez mas digno, derrotaba en Valencia a los moros.

¿Podría alguien explicar que es lo que está pasando?

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