LOS DÉJÀ VU
(“Esto ya lo había vivido yo”)
Con toda seguridad, la mayoría de quienes lean este
artículo habrán experimentado alguna vez un “déjà vu”, fenómeno psíquico
consistente en la sensación de reconocer una situación como algo que ya se ha
vivido con anterioridad (el ‘ya vivido’, ‘ya visto’ o ‘ya sentido’), aunque se
tenga la convicción de que en realidad no es así, y que es la primera vez que
se vive ese momento por muy familiar que resulte.
El término "déjà vu" fue acuñado por
Émile Boirac a finales del siglo XIX, en su libro "L'Avenir des sciences
psychiques" (El futuro de las ciencias psíquicas), y describe el fenómeno
de tener la intensa sensación de que una situación vivida en la actualidad, ya
se vivió en el pasado.
Psiconeurológicamente, el “déjà vu” es una
paramnesia del reconocimiento (a diferencia de las paramnesias que afectan al
recuerdo) de ciertos eventos o experiencias que parecen repetidas, es decir,
como si se hubiera vivido previamente.
Las paramnesias son distorsiones patológicas de la
memoria caracterizadas porque el sujeto confunde simples representaciones con
recuerdos auténticos.
Se pueden distinguir dos modalidades de paramnesias:
las del recuerdo, caracterizadas por la distorsión en los acontecimientos del
pasado, y las del reconocimiento, en las que existen alteraciones en el
reconocimiento, distorsionándose la vivencia de los hechos.
(1)
Teorías explicativas del “déjà vu”
Es un hecho que “esto ya lo había vivido yo antes”
es una expresión escuchada con relativa frecuencia. Al parecer, siete de cada
diez personas declaran haber vivido, al menos una vez en su vida, un “déjà vu”.
Sin embargo, y pese a ser algo tan común, no está
nada clara la causa de este fenómeno y no se ha consensuado una explicación
neuropsicológica aceptada por todos.
Teorías sobre el “déjà vu” hay muchas y para todos
los gustos (incluso esotéricas o paranormales que obviamente omitiremos), como
por ejemplo las que apuntan hacia ciertas disfunciones cerebrales debidas a una
hipotética variación de la velocidad de envío de los mensajes neuronales a
través de la sinapsis, que generaría unos repentinos desordenes de la memoria
capaces de dar entidad de recuerdo algo que se acaba de vivir una microfracción
de segundo antes y que, en realidad, debería ser procesado como presente y no
como recuerdo.
Expresado de otro modo, el “déjà vu” sería el
resultado de la percepción retardada, en el cerebro, de una imagen, un sonido,
un estímulo olfativo… o bien la escena completa de una vivencia.
Hay otra teoría que relaciona los “déjà vu” con la
epilepsia en base a que en ciertas epilepsias del lóbulo temporal, puede
aparecer una sensación de “déjà vu” justo antes de que se manifieste un ataque
(1).
También es digna de mención otra teoría que relaciona
estos fenómenos con la dopamina (2) o cualquier circunstancia (por ejemplo la
ingesta de ciertos fármacos) que aumente la actividad dopaminérgica cerebral.
Una teoría más imaginativa vincula a los “déjà vu”
con los sueños, al interpretar este fenómeno como el recuerdo de algo que
previamente se soñó y archivó en la memoria a pesar de la imposibilidad de
poder recordarlo al despertar.
Según esta teoría, lo que soñamos se almacena en un
lugar del cerebro, y el “déjà vu” sería la consecuencia de una súbita actividad
cerebral capaz de trasladar a la consciencia una parte de esa información
cuando se parece a la situación real que se está viviendo, hasta el extremo de
hacer creer que es algo que ya sucedió previamente. Otras posibilidad que amplía esta teoría, consiste en que
independientemente de lo que se haya soñado con anterioridad, la escena que nos
resulta tan familiar durante un “déjà vu”, sólo se parezca a otro momento que recordamos vagamente
y al que no le prestamos la debida atención cuando lo vivimos.
De los estudios más recientes dirigidos a explicar
la fenomenología del “déjà vu”, destaca el trabajo realizado por Akira O´Connor
(3) y (4), psicólogo y neurocientífico de la Universidad de Saint Andrews
(Escocia), quien, con la ayuda de una avanzada tecnología de tomografía axial computerizada, llega a la
conclusión de que los “déjà vu” serían una especie de momentáneos
"arranques en falso" de neuronas, que generarían conexiones engañosas
en el cerebro. O’Connor tambié lo compara a unos mecanismos que el cerebro
utilizaría para comprobar el funcionamiento de la memoria, y que aparecerían
cuando las regiones frontales cerebrales provocan la sensación de ‘recordar’
algo que está sucediendo mientras, quien lo experimenta, tiene la convicción de
que ese ‘algo’ no lo vivió con anterioridad.
Según O´Connor, estos “arranques en falso” o
“mecanismos de comprobación” crearían un conflicto que el cerebro interpreta
como señales erróneas de la memoria consistentes en vivir ciertos momentos con
la extraña inconsistencia de que son repetidos, aunque que sin impedir que el
individuo continúe con lo que estaba haciendo, a pesar de la incómoda la
sensación de sentirlo como algo que ya hizo.
(2)
Los tres tipos de “déjà vu”
(conocimientos, sentimientos y lugares)
Arthur Funkhouser, del Instituto CG Jung Zurich
(Departamento de Dreamwork), ha clasificado los “déjà vu” en tres tipos
distintos: los ‘déjà vécu’, los ‘déjà sentí’, y los ‘déjà visité’, según la
fuente de la sensación sean ideas, sentimientos o lugares, respectivamente.
1-‘Déjà vécu’
Son una sensación en la que se incluye gran
cantidad de detalles que se perciben exactamente igual como si se hubieran
producido en una ocasión anterior. El resultado es que quien vive esta
experiencia, siente como si se anticipara a lo que va a pasar o lo que se va a
decir.
2-‘Déjà sentí’
Son sensaciones similares a los anteriores, con la
diferencia de que no permanecen en la memoria de quienes las experimentan.
Se trata más de una sensación que no de la
construcción mental de un acontecimiento.
3- ‘Déjá visité’
Suceden con menos frecuencia y responden a la
sensación de conocer un lugar que nunca antes habíamos visitado.
Llevado a una de las situaciones más extremas, una
persona que lo experimente, sabría moverse intuitivamente por una ciudad donde
nunca antes hubiera estado.
(3)
¿Es una enfermedad el “déjà vu”?
El “déjà vu” no debe ser considerado como una
enfermedad sino sólo como un fenómeno psíquico frecuente que, en principio, no
debería tener connotaciones patológicas a no ser que se convirtiera en algo
excesivamente frecuente que interfiriera en la actividad normal de quien lo
experimenta.
Sin embargo, sí que se ha encontrado un aumento en
la probabilidad de experimentar “déjà vu” en quienes sufren esquizofrenia,
trastornos severos de ansiedad y sobre todo en quienes padecen de una epilepsia
del lóbulo temporal cerebral.
Del mismo modo, hay estudios que atribuyen a
ciertas drogas la posibilidad de provocar fenómenos de “déjà vu” como es el
conocido caso reportado por Taiminen y Jääskeläinen (2001) de un paciente que
experimentó “déjà vu” intensos y recurrentes cuando tomaba amantadita y
fenilpropanolamina para tratar los síntomas de una gripe, deduciendo a
posteriori los autores que los “déjà vu” podrían haberse producido debido a la
estimulación dopaminérgica de los fármacos en cuestión (2) al activar las zonas
medial y temporal del cerebro.
(4)
Otros fenómenos relacionados con el “déjà vu”
Jamais vu (o ‘nunca visto’)
Es un fenómeno consistente en la incapacidad de
recordar haber visto algo antes. Quien lo experimenta, está convencido de que
es algo que ha ocurrido antes, pero la experiencia le resulta novedosa,
desconocida y extraña.
Presque vu (o ‘casi visto’)
Consiste en 'casi' recordar algo, pero sin llegar a
hacerlo, algo así como cuando se tiene algo «en la punta de la lengua».
Este fenomeno lo experimentan con cierta frecuencia
personas que sufren epilepsia y otros trastornos cerebrales.
L’esprit de l’escalier (o ‘el ingenio de la
escalera’)
Este fenómeno hace alusión a la sensación que se
vive cuando nos viene a la cabeza demasiado tarde cierta acción que deberíamos
haber tomado.
Sucede, por ejemplo, al pensar en una respuesta
ingeniosa cuando ha pasado la ocasión de darla, fenómeno que habitualmente se
acompaña de pesar, rabia y arrepentimiento.
Alberto Soler Montagud
Médico y escritor
Este artículo está escrito por
Alberto Soler Montagud y se encuentra bajo una Licencia Creative Commons
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(1)
Neuropsychologia. 2012 Nov;50(13):2981-91. doi:
10.1016/j.neuropsychologia.2012.07.030. Epub 2012 Jul 27.
Déjà vu in unilateral
temporal-lobe epilepsy is associated with selective familiarity impairments on
experimental tasks of recognition memory.
(2) J Clin Neurosci. 2001 Sep;8(5):460-2.
Intense and recurrent
déjà vu experiences related to amantadine and phenylpropanolamine in a healthy
male.
(3)
Front Psychol.
2013; 4: 881.
Published online 2013 Nov 27. doi: 10.3389/fpsyg.2013.00881
PMCID: PMC3842028
Déjà vu experiences in healthy subjects are
unrelated to laboratory tests of recollection and familiarity for word stimuli
(4) Déjà vu and other dissociative states in memory
A special issue of Memory
Submission deadline: 31st July 2017
Guest Editors (email links): Chris Moulin, Akira O’Connor and Christine Wells