Ayer cómplices y hoy periodistas arrepentidos
El affaire del cierre de la RTVV ha desencadenado una insólita reacción de arrepentimiento por parte de los periodistas que durante años callaron ante la censura de la que eran cómplices y ejecutores; reacción que me confunde hasta el extremo de no saber por cual de estos dos refranes populares decidirme: “Mas vale tarde que nunca” o “A buenas horas mangas verdes”.
A título personal,
consideraría respetable la postura de los periodistas de Canal 9 que ahora
denuncian al ente público si se hubiera producido cuando tenían un puesto de
trabajo seguro aunque su ética profesional cuestionada. Habría sido plausible
que los profesionales que ahora denuncian la manipulación informativa de la
RTVV se hubieran atrevido a plantarse, micro en mano y hace años, en la estación
del metro de Jesús (ahora Joaquín Sorolla) para manifestar su oposición al
silencio que se les impuso respecto al trágico accidente de la línea uno. Que
lo hayan hecho ahora puede ser digno de encomio (mas vale tarde…), pero chirría
que sea justo a los cinco minutos de haberse quedado en la calle y sin trabajo,
una circunstancia que resta credibilidad a quienes fueron la voz de su amo al
servicio del PP y nada hicieron por evitarlo.
Pero no son sólo los periodistas
quienes dan muestras de incoherencia sino también aquellos ciudadanos que no tenían
sintonizado Canal 9 en sus
televisores, se vanagloriaban de no ver nunca sus emisiones y sin embargo
lamentan el cierre.
Me desconcierta también la
postura de quienes parecen enterarse ahora de que RTVV ha sido una oficina de
contratación de cómplices amigos (no sólo afines al PP) dispuestos a dar y
recibir favores. Consideremos que RTVV creció hasta convertirse en un monstruo
de casi 1.800 empleados cuando, por ejemplo, Levante TV (la cadena de TV del
periódico Levante) emite todos los días con sólo 19 trabajadores incluyendo
presentadores, periodistas, técnicos, cámaras, administrativos e incluso dos comerciales.
En la actual situación
socieconómica, muchas empresas se ven forzadas a recurrir a unos ERE que nadie
cuestiona aunque a todos duelan, por ello carece de lógica que sean tantos
quienes reivindican mantener una TV autonómica con una plantilla que supera la
de todas las cadenas estatales de televisión privada: Antena 3, La Sexta,
Cuatro y Tele 5 juntas.
De pronto me da la impresión
de que muchos se comportan como sordo-ciegos y a otros les viene de nuevo lo
que está sucediendo: periodistas que ven la luz y se arrepienten de la falta de
ética profesional que exhibieron por miedo al despido, televidentes que nunca
lo fueron y que ahora lloran el cierre de una TV que no veían, valencianos que
quieren que se readmita a una plantilla cuantitativamente innecesaria para
mantener RTVV mientras guardan silencio ante otros ERE…
Hay algo que no me encaja y
que, en cierto modo, me recuerda a una
escena del film Casablanca en la que el prefecto de policía francés –interpretado por el
gran actor Claude Rains– asiduo de la
mesa de póquer del bar de Rick, obedeciendo órdenes de los alemanes dice
"que escándalo, que escándalo, de pronto me he enterado de que en este
local se juega y debo cerrarlo".
Declaración de
principios
Para que nadie se llame a engaño,
quiero dejar bien claro que:
1. Me duele el
cierre de Canal 9.
2. Me duele el
despilfarro y la corrupción que lo han propiciado.
3. Me duele que
casi dos mil trabajadores, cuya inmensa mayoría no tienen culpa de la
hipercontratación llevada a cabo en RTVV, sean los principales perjudicados.
4. Reivindico una
TV autonómica plural, que no esté al servicio de la ideología del gobierno de
turno y que emita íntegramente en valenciano.
5. Exijo una
televisión autonómica que no sea una agenda de colocación de amigos ni un pozo
sin fondo de creación de puestos de trabajo innecesarios o inexistentes.
6. Considero
imprescindible el único modo de acceder a una plaza de trabajador en dicha
radiotelevisión sea a través de una oposición y no por designación. También que
el número de trabajadores del ente público autonómico sea el justo necesario, ni
uno más y ni uno sólo menos y que se considere que, según estimaciones de
expertos en medios audiovisuales, RTVV podría seguir emitiendo con una
plantilla de doscientos empleados.
Dejo constancia de que este artículo lo
he escrito desde la reflexión y sin seguirle el juego a ninguna ideología mas
que a la racionalidad y a la ética de un sistema democrático libre de abusos y
corrupción.
Alberto Soler Montagud
Médico y escritor
Hola, Alberto. Como ciudadano incoherente (dolido por el cierre de una televisión que no sintonizaba), voy a intentar explicar mi incoherencia, puesto que yo no la considero como tal.
ResponderEliminarEn televisión (en la pública y en la privada) mandan las audiencias. Si un programa tiene audiencia se mantiene y si no la tiene se sustituye por otro. Algunos ilusos valencianos (eso sí lo voy a reconocer: he pecado de iluso) pensábamos que una caída en las audiencias de Canal 9 tendría las mismas consecuencias que en cualquier otra televisión. Si no funciona, se cambia. Y mira que han tenido años para darse cuenta (la audiencia ha ido siempre decreciendo) de que era necesario un cambio. ¿Es responsabilidad nuestra (de los ilusos que pensábamos que lo que valía para las otras televisiones también había de valer para Canal 9) que los gestores de una televisión prefieran cerrarla antes que cambiar su gestión? Yo, sinceramente, no lo creo: si en una privada bajan las audiencias, ¿responsabilizarías a los telespectadores que han dejado de verla? ¿Responsabilizarías a los accionistas que tienen su capital allí invertido? ¿O señalarías al gestor de contenidos?
Del resto del artículo, nada que alegar. Coincido en lo básico contigo.
Un saludo.
http://juliaalvaro.blogspot.com.es/2013/11/asi-se-denunciaba-la-manipulacion-en.html
ResponderEliminarPor favor puedes leer el articulo. Muchas gracias!-
Sr Escobar, los televidentes también nos damos cuenta cuando la programación no tiene calidad y además está manipulada , es uno de los motivos por los que se pierde audiencia
ResponderEliminarHace más de 17 años , que hacía yo los cursos de valenciano , ponía los documentales de Naturaleza en la Comunidad presentados por Chelo Miralles y otros buenos programas que me ayudaban a adquirir vocabulario y correcta pronunciación . Eché en falta la supresión en nuestra comunidad de TV3, por supuesto , decisión política..
Estoy por asegurar que la mayoría de los manifestantes contra el cierre de Canal 9 votaron repetidas veces al PP. Siento que ahora se hayan quedado sin trabajo pasando a aumentar las listas del paro .