Algunos artículos de la Constitución que tratan cuestiones básicas como el derecho al trabajo, las condiciones laborales dignas, el acceso a las pensiones y a los servicios sociales, el derecho a una vivienda digna, a la sanidad y la salud pública y el acceso a la cultura y la promoción de la ciencia y la investigación, al igual que tantos otros artículos presentes en la Carta Magna, incomprensiblemente no parecer implicar obligatoriedad por parte del gobierno de turno por tener un valor mas enunciativo que estricto y concluyente y quedar sometidos a las circunstancias especiales por las que el país atraviese en cada momento y al grado en que los mandatarios estén dispuestos y/o en condiciones de asumirlos y cumplirlos.
La Constitución española fue aprobada en Referéndum el 6 de Diciembre de 1978 para consolidar un modelo que evitara el riesgo de ruptura en la transición del franquismo a la democracia y garantizar la monarquía como forma de jefatura del Estado en base una la Ley de Sucesión franquista promulgada en 1947 que convirtió en Rey a Juan Carlos de Borbón cuarenta y ocho horas después de la muerte del dictador.
Monarquía y Constitución
Según algunos constitucionalistas la forma de Jefatura del Estado no se consultó específicamente a los ciudadanos cuando se sometió la Constitución a referéndum el 6 de diciembre de 1978, con lo que la “constitucionalidad” de dicha Jefatura sería mas que dudosa cuando, al parecer, los artículos del 56 al 65 del Título II obligarían a ratificar la Monarquía dentro de la propia Constitución, una vez ésta fuera aprobada. Con ello, surge la delicada cuestión de que la instauración de la Monarquía y de la Jefatura del Estado no sean mas que el cumplimiento de la voluntad política de Francisco Franco.
Sea como fuere, una vez superada la transición y consolidada la democracia, la Monarquía y la transmisión de la Jefatura del Estado de un padre a su hijo en base a las leyes de la genética como único argumento y sustento meritorio aportado por el aspirante se ha convertido en una tema candente y cuestionado, cada vez mas, por la ciudadanía.
Se imponen cambios y revisiones
Aunque serían muchos los ejemplos que ayudarían a entender la necesidad de una puesta al día de la Constitución, tal vez no sea hoy el momento mas adecuado cuando se celebra el aniversario de éste hermoso bebé que cumple sus primeros 33 años sin haber pasado una sola revisión por el pediatra ni haberse inmunizado con vacunas que le protejan de los males inherentes los cambios impuestos por la modernidad y las nuevas circunstancias sociales.
Es tanto lo que ha evolucionado la sociedad española desde 1978 que resulta incomprensible que la Carta Magna siga siendo el hermoso e intocable bebé que nadie se atreve a modernizar, ni permitir que madure adaptándose a los nuevos tiempos. Un hermosote y crecidito rorro que de seguir así, se volverá tan rancio como hieráticas e inamovibles son las momias egipcias o la intocable monarquía "constitucional" que estos días anda de capa caída por culpa de un díscolo yernísimo que dejó el balonmano por el mas rentable "talón-en-mano".
Una vez mas, que Dios con pille bien confesados y con la vasija de la paciencia colmada hasta el borde del desparrame.
Alberto Soler Montagud
Más que un texto impuesto, visto desde nuestra perspectiva actual es un texto que nos impone y del que nos deberíamos desprender urgentemente:
ResponderEliminarhttp://tortillismocasero.com/2011/12/05/nosotros-lleguemos-hantes-pero-despues/
constitucion monarquica impuesta bajo la amenaza del poder militar franquista existente en 1978
ResponderEliminarLamentablemente nuestra Carta Magna, más que Derechos Reales, contempla Derechos Virtuales, como bien se comenta una Constitución "Habiguamente calculada" (palabras de Alfonso Guerra) para contentar a fascistas, clero, neoliberales, conservadores e inmovilistas, con una izquierda de un Partido Socialista "educorado" por la Ssocial Democracia alemana e incentivado por ese gobierno, y un PCE debilitado por 40 años de revisión histórica, no nos podía defender de los ataque que ahora el pueblo soberano recibe. Los que por edad podemos contar lo padecido por ser libres pensadores estamos legitimados para expresar que: la Constitución es un "Libreto" manoseado con impúdica ignorancia por todos los que no han creído ni creen en el poder de la voluntad popular.
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