sábado, 31 de diciembre de 2011
DESAYUNO SIN DIAMANTES
viernes, 30 de diciembre de 2011
NO ES LOS MISMO UTILIZAR EUFEMISMOS QUE DECIR TONTERÍAS, SEÑORA MATO
En el microcosmos de la política los eufemismos son una herramienta que suaviza las mas controvertidas declaraciones, convierte en tolerables muchas medidas impopulares y transforma en políticamente correctas las críticas, infamias y denuestos que tanto abundan en el arte de gobernar.
De los "daños colaterales" al "cese temporal de convivencia"
Se habla de “daños colaterales” cuando se informa de muertes civiles, “operación militar” como sinónimo de invasión de una nación, “escudos humanos” en alusión a mujeres y niños expuestos como objetivo bélico y “fuego amigo" como el causante de muertes por error en el propio bando.
Son eufemismos con los que se intenta expresar decorosamente algo que dicho tal cual es resultaría duro, malsonante o difícil de admitir, y hasta verbalizar, sin ocasionar sonrojo. Recordemos que, gracias a un eufemismo, fue como la Casa Real pudo obviar la palabra “separación” al anunciar, hace años, el “cese temporal de la convivencia” entre la infanta Elena y su marido, el estrambótico Jaime de Marichalar.
Eufemismos en tiempos de crisis
En tiempos de crisis, los eufemismos ayudan a que los ciudadanos asimilen mejor las malas noticias suministradas por los medios. Al igual que sucediera con Zapatero cuando la "desaceleración" y el "crecimiento negativo" sustituyeron al vocablo crisis, el nuevo y flamante ministro De Guindos ha anunciado que éste trimestre la economía española arrojará cifras de “crecimiento negativo” igual que en el primer trimestre del año entrante. Es decir, que habrá seis meses consecutivos de decrecimiento, o lo que es lo mismo, una entrada en “recesión” aunque De Guindos no haya querido pronunciar la palabra en cuestión haciendo caso omiso a los propósitos de “llamar al pan, pan y al vino, vino” tal y como anunció en su discurso de investidura el ya presidente Rajoy.
Ana Mato y la “Violencia en el entorno familiar”
También la nueva Ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad Ana Mato ha recurrido éstos días a un eufemismo, esta vez desafortunado y ambiguo, al considerar el asesinato de una mujer por su pareja en un pueblo almeriense como un acto de “violencia en el entorno familiar”. Una desacertada expresión que la directora general del Instituto Andaluz de la Mujer, Soledad Pérez, calificó como "un retroceso, un paso atrás y un error al no reconocerse que éste asesinato fue fruto de la violencia de género, de la violencia machista y quedar solo en el eufemismo de la violencia familiar".
Aunque al día siguiente la ministra rectificara, lo hizo diciendo que "no hay ningún cambio de terminología sino solo una manera de hablar", "da igual el nombre cuando al final se trata de un asesinato” y también que "lo importante no es el nombre, sino que todavía hoy haya muchas mujeres que mueren a manos de las personas que, en teoría, más deberían quererlas".
¿Está usted segura de que el nombre no importa señora Mato?
Si “lo importante no es el nombre” según la señora Mato, ¿podría explicar de un modo convincente porqué su partido se opone a los matrimonios entre personas del mismo sexo y se alega solo un rechazo a que esas uniones se llamen igual que los matrimonios tradicionales como si fuera solo “una cuestión de nombre?”
En una entrevista radiofónica a Alicia Sánchez-Camacho, la lideresa del PP catalán declaró que “nosotros desde luego hemos sido partidarios de las uniones entre personas del mismo sexo, pero no con el mismo nombre que el matrimonio que todos hemos conocido hasta ahora”, una afirmación hecha desde un falso progresismo de derechas con en el que ni ella ni la mayoría de sus compañeros de partido comulgan, pues es de sobra sabido que no es cuestión del nombre que se le de a la unión de dos personas sino la negación de los derechos inherentes al hecho de ser pareja y estar oficialmente casados siendo del mismo sexo.
Colofón
Los eufemismos son un recurso retórico que se convierte en necesario para suavizar la realidad y cuyo uso parece irresistible para los políticos, sobre todo cuando están en el poder. El recientemente derrotado gobierno socialista utilizó un repertorio eufemístico con el que parecía huir de la realidad, tanto que evitó utilizar la palabra “crisis” cuando nos encontrábamos (igual que media Europa) inmersos en ella y se nos hizo creer que la recuperación económica era inminente en base a unos “brotes verdes” que no eran mas que un deseo sin datos que avalaran su existencia. Pero al parecer su forma de actuar fue la adecuada en aquellos momentos y lo mismo habrían hecho los populares de haber gobernado entonces. De hecho, el nuevo gobierno de Mariano Rajoy sigue la escuela del de Rodríguez Zapatero cuando sus primeras declaraciones en materia económica son clónicas a las del gobierno socialista. ¿Fallaron antes los del PSOE o es el PP quien reconoce que acertaron en su modo de comunicarse con la ciudadanía? Tal vez no se trate de lo uno ni de lo otro y no haya mas certeza que la necesidad de los políticos de utilizar los eufemismos como herramientas de convicción al propagar ciertas informaciones dirigidas a sus potenciales votantes y cuya aceptación no se quiere perder.
Alberto Soler Montagud
martes, 20 de diciembre de 2011
URDANGARÍN, JULIÁN MUÑOZ, LA INFANTA CRISTINA Y LA PANTOJA
sábado, 17 de diciembre de 2011
RICARDO COSTA NO SE ATREVE A LLEVAR AL JUICIO NINGUNO DE SUS CAROS RELOJES
En una muestra mas de sinvergonzonería y menosprecio a la inteligencia de quienes asistimos al espectáculo que ofrecen algunos de nuestros políticos, llama poderosamente la atención que Ricardo Costa luciera en el juicio que le ha llevado al banquillo, a él y a Francisco Camps, un barato reloj de plástico de la marca Casio cuando es de todos conocida su pasión por los relojes caros.
¿A quien pretendía engañar?
Recordemos que en una de las conversaciones intervenidas por la policía a El Bigotes, Costa apareció como presunto receptor de un reloj de lujo valorado en 20.000 euros (según Álvaro Pérez) que le habría regalado el diputado autonómico y ex alcalde de Alicante Luis Díaz Alperi.
Haciendo clic en éste enlace puede verse un reportaje con parte de la obscenamente cara colección de relojes de Ricky Costa, casi todos valorados en mas de un millón de las antiguas pesetas (y alguno en varios millones)
lunes, 12 de diciembre de 2011
¿HABRÁ CORRALITO EN ESPAÑA? ¿PUEDE VOLVER LA PESETA?
miércoles, 7 de diciembre de 2011
LA RIVALIDAD ENTRE JUNG Y FREUD EN "EL LEGADO DE UN TITÁN"
La rivalidad entre Jung y Freud es una evidencia histórica que ha trascendido al paso de los años. Si bien en principio coincidieron, Jung se apartó de la línea maestra del psicoanálisis con su teoría de los arquetipos y, entre otras cosas, jamás llegó a compartir la profunda aversión de Freud hacia la religión.
Es un hecho que, aunque ambos coincidieran al principio en percibir el nazismo como un peligro ascendente en la Alemania de la década de los años treinta, Jung evolucionó hacia una postura filonazi que le condujo a infravalorar a la raza judía.
Aunque muchos de los discípulos de Jung trataran –aún hoy lo hacen- de minimizar su entusiasmo por el nacionalsocialismo, hay contundentes testimonios en forma de artículos, cartas y entrevistas que constatan que Jung no sólo simpatizó con la ideología nazi, sino también trató de devaluar al judío Sigmund Freud y excluir su obra de los países de habla alemana en su propio beneficio.
Carl Gustav Jung llegó a afirmar, en relación con la teoría psicoanalítica del inconsciente, que “el inconsciente ario tiene un potencial mayor que el judío”.
En el capítulo 21 de la novela El Legado de un Titán podemos leer “… Jung había sido un afamado psiquiatra suizo (de ascendencia alemana) de principios de siglo que se había alejado de la teoría freudiana al interesarse por las tradiciones ocultas, la alquimia y el esoterismo. Se consideraba un hecho que Carl Gustav Jung simpatizó con el nazismo y esta circunstancia empañó su carrera aunque él lo desmintiera siempre. Lo cierto era que el dilema de las simpatías de Jung por Hitler y sus postulados fue sedimentando con el paso del tiempo hasta llegar a convertirse en una controversia que aun en la actualidad no había quedado resuelta aunque sí reforzada por el hecho de que muchos de los nazis actuales consideraban a Carl Gustav Jung como uno de sus ideólogos mas admirados y respetados…”.
martes, 6 de diciembre de 2011
UN BEBÉ LLAMADO CONSTITUCIÓN
Algunos artículos de la Constitución que tratan cuestiones básicas como el derecho al trabajo, las condiciones laborales dignas, el acceso a las pensiones y a los servicios sociales, el derecho a una vivienda digna, a la sanidad y la salud pública y el acceso a la cultura y la promoción de la ciencia y la investigación, al igual que tantos otros artículos presentes en la Carta Magna, incomprensiblemente no parecer implicar obligatoriedad por parte del gobierno de turno por tener un valor mas enunciativo que estricto y concluyente y quedar sometidos a las circunstancias especiales por las que el país atraviese en cada momento y al grado en que los mandatarios estén dispuestos y/o en condiciones de asumirlos y cumplirlos.
La Constitución española fue aprobada en Referéndum el 6 de Diciembre de 1978 para consolidar un modelo que evitara el riesgo de ruptura en la transición del franquismo a la democracia y garantizar la monarquía como forma de jefatura del Estado en base una la Ley de Sucesión franquista promulgada en 1947 que convirtió en Rey a Juan Carlos de Borbón cuarenta y ocho horas después de la muerte del dictador.
Monarquía y Constitución
Según algunos constitucionalistas la forma de Jefatura del Estado no se consultó específicamente a los ciudadanos cuando se sometió la Constitución a referéndum el 6 de diciembre de 1978, con lo que la “constitucionalidad” de dicha Jefatura sería mas que dudosa cuando, al parecer, los artículos del 56 al 65 del Título II obligarían a ratificar la Monarquía dentro de la propia Constitución, una vez ésta fuera aprobada. Con ello, surge la delicada cuestión de que la instauración de la Monarquía y de la Jefatura del Estado no sean mas que el cumplimiento de la voluntad política de Francisco Franco.
Sea como fuere, una vez superada la transición y consolidada la democracia, la Monarquía y la transmisión de la Jefatura del Estado de un padre a su hijo en base a las leyes de la genética como único argumento y sustento meritorio aportado por el aspirante se ha convertido en una tema candente y cuestionado, cada vez mas, por la ciudadanía.
Se imponen cambios y revisiones
Aunque serían muchos los ejemplos que ayudarían a entender la necesidad de una puesta al día de la Constitución, tal vez no sea hoy el momento mas adecuado cuando se celebra el aniversario de éste hermoso bebé que cumple sus primeros 33 años sin haber pasado una sola revisión por el pediatra ni haberse inmunizado con vacunas que le protejan de los males inherentes los cambios impuestos por la modernidad y las nuevas circunstancias sociales.
Es tanto lo que ha evolucionado la sociedad española desde 1978 que resulta incomprensible que la Carta Magna siga siendo el hermoso e intocable bebé que nadie se atreve a modernizar, ni permitir que madure adaptándose a los nuevos tiempos. Un hermosote y crecidito rorro que de seguir así, se volverá tan rancio como hieráticas e inamovibles son las momias egipcias o la intocable monarquía "constitucional" que estos días anda de capa caída por culpa de un díscolo yernísimo que dejó el balonmano por el mas rentable "talón-en-mano".
Una vez mas, que Dios con pille bien confesados y con la vasija de la paciencia colmada hasta el borde del desparrame.
Alberto Soler Montagud