Quienes habitualmente leen mis artículos saben que mis planteamientos son irónicos, sugerentes, críticos, siempre analíticos, pero nunca sensacionalistas ni fundamentados en datos que no hayan sido contrastados como ciertos. Sin embargo, tal vez a partir de hoy, alguien me recrimine que el mismo día que se conmemora el primer decenio del atentado contra las Torres Gemelas, he escrito un libelo sensacionalista en contra de esos amos del mundo que son los Estados Unidos de Norteamérica, un país al que me niego a rendir pleitesía. Y es muy probable que deba darles la razón a quienes así me lo recriminen.
(I)
ALGUNOS POSTULADOS
CONSPIRANOICOS ACERCA DEL 11-S
Unas torres a prueba de aviones
Las torres gemelas datan de 1961 y fueron diseñadas por el arquitecto americano de origen japonés Minoru Yamasaki quien, tras la colisión de un avión militar de la Segunda Guerra Mundial en 1945 contra el emblemático Empire State Building, decidió crear un edificio específicamente diseñado para soportar este tipo accidentes. A decir de muchos expertos, las Twins Towers eran dos moles indestructible que deberían haber soportado el impacto de un Boeing 707 con plena carga y a alta velocidad sin llegar a desmoronarse. Todos tenemos en la mente decenas de modernos edificios que han mantenido en pié su esqueleto tras soportar incendios incontrolables. ¿Por qué entonces las Torres Gemelas se desplomaron con tanta facilidad?
¿Una demolición controlada?
Aun aceptando como válida la explicación oficial del Gobierno de los Estados Unidos según la cual las columnas de acero de la estructura se debilitaron por el calor, según los informes de reconocidos expertos en demoliciones, cada una de estas torres de 140 pisos habría tardado en desmoronarse (por el efecto dominó de un piso que cae sobre el inferior y así sucesivamente) exactamente 96 segundos, sin embargo, las Torres Gemelas cayeron en tan solo nueve segundos, como si todos los pisos hubieran “fallado” a la vez, como si en todas las plantas hubiera sucedido “algo” simultáneo y devastador como ocurre en las demoliciones controladas.
Pensemos con lógica y apliquemos los conocimientos de física que aprendimos en el instituto. ¿Cómo es posible que dos aviones de aluminio de solo cien toneladas de peso puedan acabar en pocos minutos con una estructura de medio millón de toneladas de acero y hormigón que precisamente se diseñó para evitar este tipo de catástrofes?
Cambios en la póliza del seguro de las torres
Es llamativo, y ha sido poco difundido, que solo seis semanas antes de que se produjera el atentado contra las Torres Gemelas, se modificara la póliza de seguros del arrendamiento del edificio para agregar una cláusula de cobertura que cubriera un hipotético ataque terrorista. Este cambio supuso una indemnización de siete billones (con “b”) de dólares en beneficio de los propietarios de los derechos de arrendamiento de las oficinas de las torres. Este y otros datos nunca han sido mencionado, al menos con la difusión suficiente para que la opinión pública los conozca y se plantee si el famoso atentado pudo tener su origen en las mismas entrañas de la nación que lo padeció.
(II)
REFLEXIONES TRAS DIEZ AÑOS DEL ATENTADO
El 11-S abrió la veda
En USA siempre se hace todo a lo grande, desde sus producciones cinematográficas hasta la permanente llamada a la exaltación del patriotismo y a la defensa de los valores de una nación que permite a sus gobernantes hacer “lo que sea” en nombre de Dios con tal de salvaguardar la seguridad nacional.
Tras el 11-S, nadie en todo el orbe ignoró en que consistía Al Qaeda, quienes formaban parte de la organización y qué representaba el grupo terrorista según la información difundida por parte de la Administración Bush que, tras el ataque a las torres, levantó la veda para atacar defendiendo la paz, la libertad y el “orden internacional” por ellos impuesto. Un orden que les confiere patente de corso para hacer lo que estimen oportuno en aras de una nación cuyo presidente puede recibir el Nobel de la Paz aun antes de hacer méritos para merecerlo; una nación que apoyó a Franco y al fascismo residual europeo tras las Segunda Guerra Mundial; una nación que propició golpes de estado y dio su apoyo a dictadores de varios países de Sudamérica durante años y años; una nación paladín de la paz que fue la primera en utilizar una bomba atómica y que a lo largo de la historia reciente ha masacrado a Vietnam, Corea, Camboya, Laos… y mas tarde se ha cebado con Irak, Libia o Afganistán en defensa de su derecho al expolio de las riquezas naturales energéticas de unos países tan oprimidos en sus derechos humanos como pobres de solemnidad.
El 11-S en que Pinochet derrocó a Allende
Curiosamente fue un 11-S, en concreto el once de septiembre de 1973, cuando Augusto Pinochet se hizo con el poder de Chile tras asesinar a su presidente constitucional, Salvador Allende, y a miles de ciudadanos a través de un cruento golpe de estado ante el que los Estados Unidos no se pronunciaron ni se erigieron defensores de los derechos de un pueblo, el chileno, hasta entonces, libre y democrático. Mas bien al contrario, y de eso sabe mucho la CIA, el entonces presidente Nixon miró hacia otro lado al dar su apoyo a Pinochet, un dictador a quien la historia y la justicia le ha atribuido mas muertes que las que se produjeron en las Torres Gemelas, en base a las purgas asesinas que la Junta Militar chilena aplicó desde 1973 y durante todos los años que duró la dictadura sin que los Estados Unidos se plantearan una intervención militar como han hecho contra los dictadores de otros países, en aras de la democracia, la libertad y los derechos humanos cuando así les ha convenido.
Un profundo desencanto
No hace mucho afirmaba que, a la vista de los acontecimientos políticos y económicos acaecidos los últimos años, me siento desencantado de todo menos de mis propios principios, algo que ni el propio desencanto ni los políticos llegarán nunca a arrebatarme.
Es por éste motivo que un día como hoy no colgaré la bandera de Chile en el balcón de mi casa. Entre otras cosas porque nunca lo he hecho y también porque por mucho que me solidarice con el pueblo chileno en su lucha contra la represión y el fascismo que supuso la dictadura Pinochet, nada me motiva ya a hacerlo.
Tampoco pienso colgar la bandera de los EEUU como homenaje a los muertos por el atentado terrorista del 11-S de 2001 en Nueva York. Sin embargo, y en este caso, no será por desencanto sino simplemente porque no me da la gana entrar en el juego que nos impone un país por el que no siento, en lo político, nada mas que antipatía, oposición e indiferencia.
Dos perlas nazis como colofón
"Mientras mas grande sea la mentira mas gente la creerá" (Adolf Hitler, en Mein Kampf)
"Una mentira repetida mil veces, se convierte en una realidad" (Joseph Goebbels, ministro encargado de la propaganda del Gobierno de Adolf Hitler en la Alemania Nazi).
Alberto Soler Montagud
Pues eso mismo Alberto, saturación de cinismo
ResponderEliminary aun muchos siguen viendo EEUU COMO SU SUPUESTO SALVADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS
ResponderEliminar