viernes, 6 de abril de 2012

UNA SEMANA SANTA COMO "LAS DE ANTES"




Por primera vez en muchos años he experimentado la sensación de vivir una genuina "Semana de Pasión". No recordaba una emoción similar desde aquellos tiempos en que las emisoras de radio solo retransmitían música religiosa y cuando ni siquiera el NO-DO podía visionarse en unas salas cinematográficas cerradas a cal y canto desque que Cristo “moría” hasta su gloriosa “resurrección” justo al cabo de tres días. Eran sin duda "otras" semanas santas que muchos aun añoran y hasta harían lo imposible porque volvieran de nuevo.


La Semana de Pasión de la crisis
En la práctica, cada español tiene su propia “semana de pasión” en estos inciertos tiempos en los que el día a día se ha convertido en un "Calvario" y sortear las penurias en un "Vía Crucis" por los muchos sacrificios que se nos exigen y los recortes que se nos aplican en esas nóminas que ya no dan de si (a los afortunados que aun las tienen) mientras la gasolina sube aprovechando un puente vacacional (casi 15.000 de las "futuras pesetas" cuesta llenar un deposito) y los impuestos nos fustigan sin piedad al tiempo que el desencanto cede paso al miedo por culpa de la incertidumbre.
Pero en medio de este deprimente camino que amenaza con la crucifixión del estado de bienestar, han saltado a la palestra tres noticias esperanzadoras, tres luces que podrían vencer el escepticismo y dar paso a la esperanza.
La primera se ha manifestado como un auténtico milagro, la segunda en forma de profecía y la tercera como dos piadosos ejemplos.

El Milagro
Como un verdadero milagro deberíamos considerar que, en medio de los salvajes recortes y las reducciones de presupuestos que casi todos sufrimos, la Iglesia Católica haya quedado completamente a salvo (¡milagro!) y los nuevos Presupuestos Generales del Estado pasen de largo sin rozar siquiera a esta respetada y temida institución sin quitarle un solo céntimo de lo mucho que recibe del Estado.

La profecía
El ministro Luis de Guindos se ha manifestado como un profeta al descartar, precisamente en Jueves Santo, que España vaya a pedir un rescate a la Unión Europea. No obstante, y siendo que en política es frecuente que antes de que suceda algo no deseado los políticos lo nieguen, esta rechazo de “solicitud de rescate” queda investido de un aura profética (anticipativa a la inversa) que otorgaría al señor De Guindos el don sobrenatural de predecir el futuro, quien sabe si por inspiración divina, de un inminente rescate.

Dos piadosos actos de un matrimonio “ejemplar”
Para concluir con la exposición de esta trinidad de sucesos ejemplares, destaquemos dos "piadosos ejemplos", dos acciones modélicas protagonizadas por un ilustre matrimonio español.
En primer lugar, resulta digna de encomio la renuncia "voluntaria" del marido de la señora María Dolores de Cospedal (forzada por la Moncloa según mentes mal pensantes) a un alto cargo en el consejo de Red Eléctrica. Si un paradigma de hidalguía y abnegación destaca en el altruista acto de desapego al poder de este marido y consorte, la estrella mas rutilante de la Semana Santa y de Pasión que estos días vivimos ha sido la protagonizada por la secretaria general del PP quien, como una costalera mas, ha querido cargar sobre sus delicados hombros una pesada cruz, especialmente simbólica en esta época de esfuerzos titánicos.

Resulta emocionante poder escribir crónicas como esta en una semana tan especial.

Feliz Pascua de Resurrección a todos.

Alberto Soler Montagud

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